-¿Fiesta “NightFolly”? –Amy movía su cabello hacia atrás mientras observaba la invitación que hace unos minutos le habían entregado en el pasillo de la institución. -¿Y qué hago con esto? –Pregunto desorientada.
-¿Cómo que qué hago? Es un pase de invitación para esta noche. –Expreso Holly volteando los ojos divertida.
-¡Ah! Es un tipo de reunión de esas donde todos se sientan en círculo mientras platican y se conocen, beben jugo y comen mucho ¿No? Sería divertido ir. –Dijo Amy algo entusiasmada.
Holly la miraba un poco desconcertada, Amy era bastante inocente para los diecinueve años de edad que tenía.
-¿Hablas enserio?... –Holly acerco el papel. –Solo mira el nombre “Locura nocturna” ¿Piensas en algo bueno al leer ese título? Claro que no.
-Ehm ok… y ¿Quién organiza esta reunión? ¿El instituto?
-Amy ¿Cómo crees eso? –El rostro de Holly expresaba mucho, su rostro se mostraba un poco cansado ante la cantidad de inocencia que había en Amy. –La organiza Asaf Graham, el sub capital del equipo de futbol, el ricachón y engreído número uno… pero bueno, eso es lo de menos, aunque me arrepentiré de decir esto luego, no puedo negar que cada vez sus fiestas se vuelven mejores, y no soy amante de esas cosas ¡Imagínate! –Expreso mientras abría su casillero. –Lo malo de estas es que se han vuelto demasiado desenfrenadas, muchas drogas, alcohol y sexo, demasiado para mi gusto.
-Amy abrió sus ojos como platos. –No, no creo ir a este sitio. –Tiro el pase a la basura.
-¿Qué? ¡No! Tenemos que ir, además necesito que vayamos porque tengo algo pendiente y allí puedo arreglar todo.
-No ¿Para qué querría estar en un sitio así?
-Por Dios Amy, mejor vuélvete monja y entra a un convento. –Volteo los ojos. –Si me ayudas con esto prometo poner más empeño en cuanto a ser más diligente y preocupada por las cosas que me demanden ¿Te parece?
-Antes de responder eso dime ¿Por qué eras tan perezosa para muchas cosas, pero para las fiestas no?
-Solo hago lo que quiero, ya te lo dije. Además, mientras más alejada de mi madre estuviera mejor eran las cosas.
Amy pensó por un momento, le parecía extraño el comportamiento de Holly, no era normal tanto interés y emoción viniendo de ella, pero aun así prefirió aceptar ante esa tentativa propuesta que le favorecía mucho.
-¡Está bien! Iré, pero prométeme que luego de acabar con lo que quieres hacer te pondrás a planificar lo de los diseños de tu madre.
-Bufo y a su vez expreso desganada. –Está bien, ya pareces mi madre.
***
Al salir del instituto Holly y Amy se fueron al Mc’Coffe.
-Hey… -Amy llamo la atención de Holly quien se encontraba distraída mientras se tomaba un licuado de frutas tropicales. -¿Por qué nunca me hablaste de tu hermano?
-No lo sé, las veces que hemos hablado las conversaciones siempre se centran en mi madre, mi…-Bajo un poco la voz mirando hacia la mesa-…padre y yo.
-Lo siento, no quería hacerte sentir mal. –Tomo su mano.
-No, tranquila. Solo que recordarlo me hace revolver lo sentimiento. –Sonrió sin ganas para luego cambiar de tema. –Por cierto, tú nunca me has hablado de tus padres.
-Amy se mostró algo incomoda. –Ehm ¿Qué podría decirte?
-¿Cómo son ellos? –Holly se acomodó prestando atención a lo que Amy iba a decir.
-Mi padre es…- Amy bajo el rostro, una pequeña sonrisa tierna se dio a notar, como niña enamorada suspiro y luego comenzó a decir con voz dulce y calmada- Él es perfecto, el mejor, es un hombre amoroso, cariñoso, atento, prudente, sabio, fiel, incondicional y ¡Uff! Si sigo no acabamos. –Rió.
-Holly sonreía mientras oía a Amy hablar. –Mi padre también era así, un hombre con sueños, con mucho talento en sus manos, risueño, comprendedor... Lamentablemente la vida me lo arranco. –Se encogió de hombros.
-Amy se acercó a ella y comenzó a decirle de una forma calmada y a su vez intentando hacerla reflexionar. –No estés triste… ¿Nunca te has preguntado para qué Dios se lo llevo? A veces las cosas no salen como las queremos, pero no comprendemos que suceden como Dios las dispuso y la verdad todo lo que hace él tiene un propósito específico, créeme, nada de lo que hace es malo.