Huellas

Capítulo 6

Después del incidente de la moneda no he dejado de pensar en eso; ya vamos de regreso a la cabaña en la camioneta y me quedo repasando las imágenes que vi una y otra vez. Es como si mi cabeza me mandara señales de distintos lugares pero no logro asociarlos. ¿Qué significado tendrán? Necesito saberlo.
  Un columpio puede representar muchas cosas; tal vez algo sobre mi niñez o de algún hermano. 
  El flash de una cámara; pues no es algo que me diga mucho.
  El avión; tal vez haya viajado a algún país, o a alguna ciudad. Quién sabe. 
  Pueden significar tantas cosas que me aturde la cabeza, de tan siquiera pensarlo.
  Ya llegamos a la cabaña. Todavía el sol está en el horizonte y algunos rayos naranja cubren el cielo, es precioso. Pasé todo el resto del día con Mary intentando descubrir cuál pudiera ser mi nombre. Ella sacó un gran libro que tenía tantos nombres como estrellas en el cielo. A pesar de que hicimos bastantes esfuerzos, o por lo menos ella lo hizo, no descubrimos nada. El nombre de Melena sigue repitiéndose en mi cabeza, pero no creo que haya sido mi nombre.
  Subo a la habitación y me acuesto en la cama, intentando no pensar en nada más y lograr dormirme; pero después de tiempo de intento en vano decido salir de la cama. Salgo al pasillo y me dirijo al balcón que está al final de este, pero una sombra me frena en seco antes de llegar.
  – ¿Qué haces levantada a esta hora? –me dice cuando logro descifrarle el rostro. Es Matías, al parecer no puede dormir igual que yo.
  – No logro dormirme. ¿Y tú por qué estás despierto? No me digas que también perdiste la memoria.
– Gracias a Dios no me has contagiado. –Se rueda un poco hacia un lado y deja ver detrás de él, el brillo de la luna. –Veo que no has podido encontrar tu nombre. –Ladea la cabeza hacia mí y mi corazón empieza a latir más rápido de lo que me gustaría.
  – No. Ya intentamos con muchos nombres pero no logro encontrarlo. ¿Crees que me quedaré sin nombre y sin recuerdos para siempre?
  – Bueno, siempre se te puede llamar la chica del bosque. –Una sonrisa arrima en mi rostro pero al mismo tiempo quisiera echarme a llorar ahí mismo. –Estuve hoy, como te dije en la alcaldía, pero no pude averiguar nada sobre tu posible paradero. Lo siento.
  – Bueno, tampoco es que esperara que apareciera algo, –Miento, sí que esperaba. –no te preocupes.
  – ¿Has podido recordar algo?
  – La verdad es que sí. –pediría mentirle pero creo que ya son bastantes mentiras por ahora. Le cuento que tuve algunas visiones en la biblioteca, pero solo le relato la del avión.
  – Tal vez pueda significar más de lo que piensas. ¿Qué fue lo que viste con claridad?
  – Este... cómo te dije, vi un avión, se veía chiquito, estaba volando. No se veía ninguna nube y el cielo estaba de un azul muy claro, como... como celeste. –Una presión me recorrió el pecho. De repente ya no veía la cara de Matías y un recuerdo me nubló la visión.
 



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En el texto hay: amnesia, romance, misterio drama

Editado: 01.05.2021

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