Huellas En El Alma +15

Capitulo 02

 

CAPITULO DOS

CAPITULO DOS

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Cuando te vi por primera vez, entendí que la luz es fácil de amar, ya he amado con mucha intensidad a varias personas que reflejan luz, pero tú eres distinta, ven aquí y muestrame esa oscuridad que escondes en tu mirada. Nessa Carvajal.

 

Ainhoa O'Kelly

Hansen

 

Aunque no lo enseñan en las escuelas, el primer y verdadero amor de todas las personas debería ser el amor por uno mismo. Es la base de la estabilidad emocional que muchos anhelan porque "nadie puede dar de lo que no tiene". Es así como a veces siento que la vida se burla de nosotros pues es una ironía de la vida misma el que sea una de las historias más contadas acerca de nuestros cuerpos la cual va del cómo nos enseñan a entregarnos y a dejar que las huellas de otros se implanten sobre nuestra piel, pero nunca nos cuentan del como quitarnos el miedo, el odio que nos inculcan a tener sobre nuestra misma anatomía.

Mis padres me dieron el nombre de Ainhoa O'Kelly, a mis cortos 18 años de edad ya he pasado por muerte, enfermedad, bullying, humillación, injusticia, falta de amor, depresión, complejo, incapacidad. ¿Cómo no sentir que perdí y malgasté una parte de mi vida? Es horrible, porque nunca recuperaré las alegrías sencillas de las etapas primigenias, porque ahora la vida es más seca para mí.

Muchos dicen que llevo dentro de mi tanto cielo como infierno, tanta vida como muerte, como quisiera que de maneras iguales para que no deseara con tanta fuerza tener un golpe de suerte.

—La ansiedad no es solamente acostarse a llorar— Como cada día me paseo por el aula de autoayuda dando la charla que se me exige cumplir para dar la totalidad de las horas exigidas al mes.

Abril Williams me observa de pies a cabeza y alza sus cejas en una clara insinuación, me ruboriza las mejillas por el simple hecho de saber quién es.

—La ansiedad no te deja dormir, te saca granos, te quita el hambre, te engorda, te distrae, hace que no te puedas concentrar, te hace sentir insuficiente, causa dolores físicos y psicológicos.

En este salón de clases he aprendido a reconocer los gestos y las actitudes de casi todos los que nos reunimos en el grupo de rechazados, Harriet se limpia la nariz rápidamente dándome el positivo de que ha estado consumiendo más de lo debido.

—Y lo peor de todo esto es que todavía hay gente que lo minimiza.

Me detengo a un lado del asiento de Bastián colocándole una mano en el hombro derecho, quiero que sienta que no está solo en todo esto que le está pasando.

—Ahora esto es de mi persona para ustedes— Termino de llegar al escritorio parándome firme delante de todos ellos, si notan mi nerviosismo ellos igual lo estarán.

Sonrió con ternura cuando por inercia, todos levantan la mirada y se detienen a observarme.

—Aunque estés en pedazos, no te rindas. Ninguna tribulación dura toda la vida. Crecerás, madurarás y experimentarás el cambio en tu alma de una forma sobrenatural. En nuestras manos está el moldearnos y fortalecernos de diversas formas, no todas son agradables, pero el producto final en nosotros es increíble. Por eso desde el fondo de mi alma les digo. Esfuérzate y sé valiente, pronto todo termina. Aférrate a la esperanza y al hecho de que nada dura para siempre.

Observo a mis 21 chicos presentes y en especial a los 9 que comparte conmigo el club de los colores, quiero creer que eso nos une y por ello me aferro a eso para que confíen en mí. La vida es injusta en muchos sentidos y en ellos está el vivo ejemplo.

Aitana Walsh, una preciosa mujer que si se viera desde mis ojos notaria que es perfecta como es, desde que la conozco siempre sufre en silencio por el bullying que le hacen al ser la nerd del instituto, escondida bajo lentes con forma cuadrada y frenillos que la hacen lucir como su peor versión. Su verdugo es quien dice ser su aliado pues su amigo Red es quien revela sus trapitos al aire. La investigo en silencio y sé que debo encontrar una forma de ayudarla.

El timbre de la salida suena dejando el aula de clases poco a poco solo, respiro lentamente sintiendo esa paz que llega cuando se sabe que se está haciendo todo lo posible por mejorar las cosas, la notificación de mi teléfono me hace baja la mirada notando el recordatorio de la cita de esta tarde.

Acomodo el bolso en mi espalda caminando en dirección a los casilleros, guardo el libro de apuntes que utilizo para mi clase de autoayuda y saco el que usare mañana en clase de biología, cierro notando la pequeña nota que se ha caído de mi casillero sin darme cuenta.

"Sonríe más seguido bonita, que cuando lo haces los ángeles celebran el haberte encontrando, entre tantos demonios."

Busco entre las personas a mí alrededor alguna que tenga una pinta de ser quien me dejo esto, pero todos parecen estar en su propio mundo luchando con sus propios demonios, algunos otros están distraídos como si les importara poco el lugar donde están.

—Harriet— Llamo a la chica blanca de ojos verdes con apenas 16 años la cual apresura el paso cuando me escucha —Harriet Hernández te estoy llamando.

—Largo O'Kelly que no te necesito y nunca lo voy hacer— La tomo del brazo y con la misma rapidez se suelta como si mi tacto le diera asco.

—Entiéndelo, no te voy a dejar sola, entiende que me preocupo por ti porque me importas y de la misma forma entiende que no me daré por vencida hasta verte en tus cinco sentidos— Se le sale una lágrima la cual quita de su mejilla izquierda con enojo.




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