Natura había aparecido en Villa Paloma para esperar la respuesta de Atos, de si aceptará o no ayudarla en el rescate del mundo de manos del maligno tirano Mr. Smog y sus fuerzas oscuras. Eliot, Laila, Zed y Miu se inclinaron con una reverencia en frente de la gran musa, pero Atos no entendió esa reacción. Laila lo agarró de un brazo y lo derribó en el suelo para que hiciera lo mismo. Natura se rió, a pesar de su delicado estado, cosa que el joven aldeano percibió de inmediato.
— Humanos —Decía Natura—. La razón de mi aparición es algo que ustedes ya saben de antemano. Atos es mi elegido para salvar al mundo del aterrador poder de la corrupción de Smog y sus lugartenientes.
— Lo sabemos, gran señora. —Decía Eliot—. Lo que no sabemos es ¿Por qué Atos?
— Es cierto. No queremos desmerecer a nuestro amigo, pero lo hemos extrañado durante más de 8 años y justo cuando celebramos su regreso ocurre todo esto. Queremos saber el porqué de su decisión, gran musa. —Decía Laila.
— ¡Oigan chicos! No creo que sea el momento… —Decía nervioso Atos.
— Tenemos derecho a saber, Atos. Por lo menos tu hermano y Laila. —Corregía Zed.
— ¡Zed…! —Exclamó ruborizada Laila.
— ¿En serio Laila? —Preguntaba inocentemente Atos.
— ¡No…! Es decir, ¡Sí, claro que sí!
— Veo que se preocupan mucho por Atos. —Decía Natura—. Especialmente tú, Laila.
La joven pelirroja se sorprendió por la gran facilidad con que Natura se dio cuenta de las intenciones de ella y sus amigos y se sintió algo nerviosa.
— Realmente tienes grandes amigos, mí elegido —Decía Natura a Atos—. Son de cantidad justa y precisa.
— Así es —Decía el joven sonriendo a Natura—. Ellos son grandes amigos y mi hermano también está conmigo en las buenas y en las malas.
— “¡Increíble!” —Pensaba Eliot—. “¿Cómo es que Atos puede hablar con ella de forma tan natural? ¿Acaso su encuentro fue tan increíble que se ganó la confianza de la misma Natura? ¡Mi hermano realmente me sorprende!”
— Veo que sí te sorprende lo que hace tu hermano, Eliot. —Dijo de pronto Natura.
— ¿Qué? ¿Cómo supo lo que estaba pensando?
— Muy fácil, soy una diosa, ¿recuerdas?
— Natura, los 3 meses de espera han pasado y ha llegado la hora de decidir mi destino y el papel que jugaré en esta guerra. —Intervino Atos.
Los amigos de Atos sabían de antemano lo que estaba en juego y escucharon con atención a Natura.
— Hijos míos, el destino ha querido que sus corazones y sus pensamientos más profundos llegarán a encontrarse y mostrarse ante mi presencia en estos tiempos oscuros. Mis energías pronto se consumirán por el enorme poder corrupto que sofoca al mundo. Smog está empeñado en destruir a la tierra para sentar las bases de su maquiavélico ‘progreso’. Sin embargo, aún hay tiempo para detener su caótico plan y es por eso que estoy aquí.
He venido a Villa Paloma para llevarme a Atos, mí elegido, y convertirlo en guardián de la tierra para salvar al mundo de un futuro catastrófico y oscuro para todos los seres vivos.
— Natura, sabemos con mucho orgullo que mi hermano Atos es “El Elegido” y que lo has considerado para ser el instrumento de tus actos en esta guerra por la salvación del mundo. Pero mira nuestra situación actual: Villa Paloma, el lugar donde nacimos todos nosotros está devastado por la fuerza descomunal de la Tierra y estamos haciendo lo humanamente posible por rescatar a nuestros camaradas. —Contaba con tristeza Eliot.
— Entiendo perfectamente lo que quieres decir, joven Eliot. Su villa ha recibido el impacto del poder corrupto de Mr. Smog, así como en otros lugares del mundo, su impacto es desgarrador y, a la vez, desolador. —Corroboraba Natura.
— Entonces ¿Por qué no detienes de una vez por todas a ese tal Mr. Smog? Así podría detenerse toda esta locura. —Decía Zed.
— ¡Sí, es verdad! Tú posees más poder que cualquier ser vivo en este planeta. Eres una diosa. —Agregaba Miu.
— Me gustaría creer que sí, pequeña Miu, pero eso es imposible —Decía con tristeza Natura—. He peleado contra esa abominación durante incontables años y su poder es el resultado de la misma maldad transmitida por ustedes, los seres humanos.
— ¿Nosotros? —Preguntó Atos.
— ¡Así es!
— ¡Un momento! ¡No entiendo nada de nada! ¿Quién es ese tal Smog y por qué quiere destruir a los seres vivos del planeta? —Preguntaba Laila.
— Mr. Smog es la abominación más grande que existe en este mundo. Fruto de los pensamientos y sentimientos malignos de los seres humanos surgió esta especie de “dios de los hombres”. El odio que estos le traspasaron a este ser se ha multiplicado por mil y ahora busca lo que ellos quieren lograr con tanto fervor: El progreso. —Respondía la gran musa.
— A costa de la vida de las especies en el mundo… —Agregaba Atos.
— Exacto, querido Atos. El hambre por el poder y la ambición de la humanidad por destruir lo bello de este mundo crearon a este pseudo-dios, a quien los hombres de corazón frío y calculador le han depositado su fe y su confianza. Smog ha convocado a los líderes mundiales y a sus círculos de poder más influyentes para llevar a cabo el más grande proyecto de prosperidad que el hombre haya concebido, pero a costa de la vida misma de la propia tierra. Su infame progreso y su apuro por construir mega-industrias a lo largo del mundo están consumiendo las últimas redes bióticas que nutren el centro de la vida en el planeta, las mismas que me mantienen con vida y me fortalecen.