Humanidad

14.-Cruzando el Umbral

Se dice que cuando los hombres caminan juntos y unen sus fuerzas por una causa en común, todo es posible. Así sucedió. Al comprobar que el mundo en el que vivían se estaba destruyendo por los estúpidos ideales progresistas del malvado ente tiránico Mr. Smog, gran parte de las naciones que habían apoyado su causa en un principio, optaron por echar pie atrás y unirse a la llamada “Gran Cruzada del Mundo”, liderada por el último guardián de Natura, Dabels.

El objetivo de esta hazaña era unir fuerzas para destruir a la “Gran Armada del caos” de Smog y reconstruir la rueda de la vida y sus redes bióticas, a fin de resucitar a la gran dama de la vida, Natura, y así salvar al mundo.

Dabels, en tiempo récord y mientras Atos y Laila seguían lidiando con el traidor de Zed, reunió a los principales líderes del mundo y luego de convencerlos a todos del brutal engaño y las verdaderas intenciones de Smog para con el planeta, comenzaron a desplegar grandes contingentes militares con la más avanzada tecnología, dispuestos a todo con tal de enfrentar a las fuerzas humanas seguidoras del señor de las tinieblas.

Atos y Laila divisaron a lo lejos la llegada de aquellas tropas y de inmediato se dirigieron hacia donde estaba Dabels para incorporarse a sus filas.

Dabels observó desde un blindado a ambos guardianes y de inmediato salió corriendo a buscarlos.

 

— ¡Atos! ¡Laila!

— ¡Dabels! —Le respondieron ambos a la distancia.

Atos y Laila, tras ingresar al blindado de mando, le comentaron a Dabels acerca de la traición de Zed y de cómo Smog influyó en su conciencia para dejarlos atrás y partir con el tirano de tiranos y sus generales.

 

— La verdad no me sorprende… —Decía Dabels.

— ¿A qué te refieres? —Le preguntó Atos.

— Tenía mis sospechas con respecto a su amigo. No era un guardián por naturaleza, más bien, tenía intereses puestos en Smog desde un comienzo.

— ¡Eso no es cierto! —Exclamaba Laila—. Zed está siendo manipulado por Smog y cree que está haciendo lo correcto para su persona.

— ¿Y si quiso unirse a ese infeliz por voluntad propia? Laila, el ya les demostró lo mucho que los detesta a ambos. Yo percibí, en el momento que los conocí, que él guardaba mucho rencor y sentimientos oscuros, más bien tenebrosos. Así que no dejen que aquellos sentimientos nublen su juicio.

— Aún así tenemos que salvarlo. —Decía Atos—. Sé que nos odia con su alma, pero Smog no es el camino que debe seguir para cumplir sus objetivos. No permitiré que ese desgraciado le meta porquerías en la cabeza.

— ¿Aún sabiendo que él intentara matarte? —Le volvió a plantear la interrogante Dabels.

— Aún sabiendo eso, debo intentarlo. —Respondió el elegido de Natura.

— ¡Muy bien! Debemos partir entonces. Nuestras fuerzas se dirigen hacia el centro del mundo, la ciudad de M… para enfrentar a la Armada del Caos. Acompáñenme en esta cruzada y juntos venceremos a Smog por Natura y por el mundo.

— ¡Sí! —Respondió la pareja.

Y así los tres emprendieron rumbo hacia la ciudad de M… en el corazón mismo del mundo, para enfrentar a las fuerzas del caos de Smog y apoyar así la cruzada de Dabels.

 

La ciudad de M… era, por excelencia, la capital mundial de las artes, la política, la economía, la ciencia y la tecnología. Considerada la joya de joyas en todos los rincones del mundo, era también la envidia de las otras ciudades por su gran desarrollo, razón por la cual siempre era víctima de constantes ataques armados. Pero su gente estaba acostumbrada y tenían un poderoso ejército, equipado con la más alta tecnología en armamento, para defenderse de cualquier enemigo.

Al igual que el resto de las otras ciudades del mundo, sus habitantes cayeron bajo la influencia de Smog y en un principio, ayudaron a corromper las redes bióticas de Natura y la rueda de la vida. Pero con el paso del tiempo, abrieron sus ojos a la verdad y fueron los primeros en rebelarse ante el poder del ente tirano.

Esta era la ciudad más asediada por la guerra. Las fuerzas de Smog concentraban todos sus esfuerzos en destruir a los rebeldes, pero estos se defendían con mucha fiereza, evitando que los hombres corruptos entraran a la ciudad, que estaba casi destruida.

Dabels y las fuerzas cruzadas llegaron justo en el momento del segundo asalto de Smog a la ciudad. En medio del fervor de los soldados, el joven Puk arengó a sus hombres para alcanzar la victoria.

 

— ¡Cruzados! Hoy estamos aquí, en la gran ciudad de M… para definir nuestro destino y el de nuestro planeta. La gran amenaza está enfrente de nosotros…”--señalaba con el dedo a Smog--. “Debemos salvar a la gente de esta ciudad, ya que desde aquí tendremos el camino libre para llegar al corazón mismo de la corrupción. ¡LUCHEN CON SUS CORAZONES POR EL MUNDO EN QUE VIVIMOS!

Y un fuerte grito de los hombres de Dabels se escuchó en toda la zona del conflicto. Incluso Atos y Laila se unieron para apoyar la causa.

Al grito de “¡AL ATAQUE!”, Dabels y las fuerzas cruzadas se lanzaron en picada contra las fuerzas de la armada de Smog.



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En el texto hay: destino, vida, tierra

Editado: 24.12.2020

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