Capítulo 2.

"La tecnología nos ofrece fuerza, la fuerza da supremacía, y la supremacía lleva al abuso del poder. Utilizar la tecnología para mejorarnos puede arrebatar nuestra capacidad para amar, aspirar o tomar decisiones morales. [Entonces, estaría quitándonos] lo que nos hace humanos." — Adam Jensen. 

—You're just like an angel. Your skin makes me cry. —Estaba sentando con la guitarra apoyada en sus muslos. —You float like a feather in a beautiful world. —Con su mirada puesta en su pequeño crush. —I wish I was special... You're so fuckin' special. —Hizo el amago de pararse. —But I'm a creep. I'm a weirdo.

Un brazo chocó con su pecho y lo empujó de vuelta a su asiento.

—Hermano, das pena. —Soltó el menor. —Así nunca lo vas a conquistar.

—Cállate o te doy un guitarrazo. —Amenazó.

SeHun llevó su mano a su pecho, mostrándose indignado. —Encima que quiero ayudarte, te enojas.

ChanYeol rodó los ojos y dejó la guitarra en una esquina.

—El espectáculo está por empezar, ¿no?

Como respuesta recibió un pulgar arriba de su hermano.

SeHun dio un par de golpecitos en uno de sus relojes y proyectó un holograma. Rápidamente examinó los gráficos y gracias a su buena memoria no necesitaba anotar sus conclusiones. ChanYeol, por su parte, se acercó al ordenador y al controlador DJ para escuchar nuevamente las mezclas de las canciones para esa noche. Ambos estaban sumamente concentrados en sus labores. De caso contrario, BaekHyun los mataría.

BaekHyun es exigente y perfeccionista. Siempre fue así. Muchos años atrás, él era un niño que estaba por encima de los demás infantes de Up. Acudía a clases avanzadas en línea porque era un genio. BaekHyun destacaba en los números y para sus padres eso significaba que su hijo había nacido para Up. BaekHyun podía convertirse en alguien de renombre si seguía por ese camino. Así que, le exigieron más, más y más. Y BaekHyun dio más, más y más hasta que se agotó. Era muy joven y estaba rodeado de problemas. Siempre escuchó lo perfecto que era, que lograría muchísimas cosas en Up, que Up necesitaba de él. Y él creyó tanto en eso que se olvidó de quien era, convirtiéndose en el BaekHyun que los demás querían que fuera. Al final se quedó sin nada. Sin padres y sin identidad.

Cuando el reloj de vida de sus padres se pintó de rojo y ellos no habían descubierto la manera de ampliar más su tiempo, BaekHyun presenció su mundo cayéndose a pedazos. Tenía 12 años y estaba viviendo en una sociedad corrompida y corrosiva. Up no es perfecto. Up presenta miles de problemas diarios. No importa cuantos genios pueda haber si usarán su inteligencia en el mal. Y, por algún motivo, la mayoría de personas en Up eran malvadas, sin una pizca de moral. Los ciberdelincuentes abundaban en Up y para protegerse de ellos, las personas compraban seguros especiales para todo —las vidas de estos sujetos giraban alrededor de sus celulares, laptops, tablets y, en realidad, cualquier artículo inteligente. Por más ridículo que parezca, los demás objetos ya contaban con conexión a Internet. Son dispositivos inteligentes diseñados para gente estúpida que se creían sabios porque, en su fantasía, se ahorraban de realizar ciertos pasos. Podían dar un orden a su licuadora, exigiéndole un jugo y esta lo haría por sí misma. No era necesario insertar la fruta. Incluso, los cocineros más experimentados realmente no eran quienes cocinaban. Ellos eran títeres de guías digitales. Dichos manuales podían proyectarse holográficamente en la posición donde estaba el autodenominado chef y operaban como si fuera uno de esos juegos antiguos de cocina donde te obligaban a seguir unas líneas punteadas a la perfección para pasar al siguiente paso. Los nuevos humanos habían dejado de pensar. Irónicamente, ellos eran los creadores.

Luego que el cuerpo de sus padres se evaporará frente a sus ojos subió las escaleras e ingresó a su cuarto. En la cama estaba su hermano menor, durmiendo. BaekHyun ni siquiera pudo renegar como hubiera hecho antes —porque ya le había dicho a KyungSoo que no le gustaba que durmiera en su cama. En esta ocasión, las lágrimas le ganaron. BaekHyun tocó su rostro, extrañado. En Up las personas no lloran, no hay por qué. En Up todo es fácil, todo puede resolverse con un clic. Cuando caminó hacia la cama vio su reflejo en la ventana. BaekHyun nunca se había detenido a observar sus facciones, no había tiempo, ya que, siempre tenía que estar estudiando para ser el mejor. BaekHyun sintió algo inexplicable para él y para todos en Up: desolación. Su mirada viajó sin rumbo hasta que se topó con la muñeca de su hermano. El reloj de la vida estaba en verde. BaekHyun miró el suyo, también en verde. Y comprendió que no quería perder a KyungSoo. Se abalanzó hacia el menor y comenzó a tirar del reloj hasta despertar a KyungSoo.

—¡No llores! —BaekHyun exclamó, todavía jalando con fuerza.

—¡Me duele, Hyung! —Sollozó.

—Estarás bien, Kyung. Estaremos bien. —Prometió.

BaekHyun lo intentó. Hizo todo lo que pudo para proteger a KyungSoo. Pero, con el pasar de los años la desolación no lo dejó. No importaba que hiciera, todo parecía ir en picada. Hundiéndose y hundiendo a su hermano menor con él. No obstante, en la actualidad, al parecer ambos habían sido capaces de agarrarse de una piedra y dejar de caer. Estaban estancados, pero juntos.