Humanoides: La marca de la mutación | libro 1|

El secreto

Lo miro a los ojos  y  pregunto:

 

 –  ¿Incorporaste los Nanobots en el virus G, cierto?  

  –  Sí, lo hice. – agacha  la cabeza. Me vuelve a mirar.  –  Lo mataron porque él era el único capaz de destruir al virus- G sabio como matar a los Nanobots. Descubrió  un proceso que los destruiría  una vez en el cuerpo.  

No digo nada, estoy tan recargada de información que tengo que procesarla. Me cuesta  entender todo esto.

    –   Hay más. – inquiere. – Mira esto. – Me muestra un expediente, deslizo con cuida la hoja virtual.  <<es el de mi hermano mayor>> que está en la cárcel, supuestamente por asesinato.  Se lo culpa de matar a 14 personas con   el virus.

    –  ¿Qué tiene que ver mi hermano en esto?

     –  Él  es  el secreto

      –  ¿El  secreto?

       –  Si, él sabía algo y para callarlo  lo cerraron en la cárcel.

Frunzo el ceño con  sorprenda ¿por qué harían eso?  McCallister me mira y me agarra de la cintura.

       –  Carter, debes de recordar quién te inyecto el virus.

      –  Yo… yo… – Tartamudeó. Me detengo  a pensar. Pero mi mente está en blanco. – No lo recuerdo. – niego con la cabeza. – ¿pero por qué es importante? – Pregunto

       –  Porque quieren matarte, eres portadora del virus y tal vez la solución al virus.

       –  No es verdad. – digo moviendo la cabeza.

     –  Carter, eres un Mutante o puedes ser un Lemonter, si eres un Lemonter eres la única que puede destruir a los infectados. Una parte  de tu organismo tiene nanobots en parte el virus contiene eso.  Por eso querían  que te matara. Eres un experimento que salió mal.

Lo miró sin poder creer  en sus palabras. Todo este tiempo McCallister me oculto este secreto solo para protegerme  y por miedo a que lo nuestro cambiara, pero eso no va cambiar, no importa  si soy  un  mutante o un Lemonter  lo seguiré  amando.

      –  ¿No soy humana? – preguntó.

     –  Me temo que no, eres una de ellos. Eres un mutante o Lemonter. Habrá que averiguarlo.

     –  Me seguirás amado a pesar de que no soy totalmente  humana.

     –  Si, toda la vida, amor. Eres una mutante  muy hermosa. – Me dice con un beso.

Me ducho  y mientras lo hago me detengo  a pensar  en quien pudo convirtió en mutante. Al terminar, McCallister me dice:

    –  Tenemos que irnos.

Pongo cara de pocos amigos  y le preguntó:

       –  ¿Por qué?

      –  Mira esto.... –  me responde señalándome el televisor.

     –   La Operation: Salvación de humanos ha comenzado. El gobierno ha decido  lanzar  un misil  de crucero con ojiva de alto impacto para eliminar la infección. Los que sobrevivan serán rescatados y llevados a un refugio.  – informa. – ahora nos queda sobrevivir y ser rescatados. – dice el reportero.

Ve que los infectados han ingresado a los sectores.  Me pongo  una mano en la boca. Es horrible, en otro sector la gente está  siendo atacada por los infectados.

    –   En los sectores 4, 5, 6, 7, 8, 16, 17 y 10  las barranquillas empezaron a fallar, y hay riego biológico. ¡esto es el fin de la humanidad! – al terminar decir eso una ola  de fuego arrasa  en  todas  la calles de  los sectores. La gente corre y  el piloto del helicóptero, mira el caos e informa  – ¡esto es la destrucción de la ciudad!, ¡Debemos evacuar la  zona!

En ese momento la  ojiva nos  impacta, a continuación se escucha  una  fuerte explosión. Los oídos me zumban. << Y por alguna extraña razón, no fue mortal y sobrevivimos>>  No lo entiendo.

    –  ¿McCallister, está bien? – pregunto.

    –  Si, y vos estas bien.

     –  Sí.

En ese preciso momento golpean  la  puerta y McCallister agarra un arma del armario.  A continuación espía  por  la ventana.

    –  ¡Un sicario de la S.I. S. I*!

    –   No abras, de aseguro viene por mí. – digo temerosa.

    –  Tranquila. Sube y agarra todo lo necesario. – Me responde

Abre  la puerta.

     –  Buscamos a Carter McCallister

    –  Ah…Si,  ella no está. – escucho un  dispara. A continuación  oigo que suben  las escaleras. – ¡Vamos!   – me apresura.            

                 

Salimos de la casa y nos encontramos con más  sicarios que nos  apuntan. McCallister  les dispara. En ese momento miró  a mi vecino que no tiene  un buen aspecto << está  pálido>>, ante eso me asustó  y miró para mi alrededor.  Corremos y llegamos  a la puerta del Sector 16, las barranquillas empezaron a fallar, así que entramos sin ser detectados, ese momento pienso que  el sector R, está   condenado  al fracaso desde el principio.




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