Humanoides: La marca de la mutación | libro 1|

El Escuadrón

 

En cuanto me levanto veo   a  McCallister  que está desayunando. Me siento  a su lado  y tomo un sorbo de jugo de naranja. 

Al terminar de desayunar McCallister me  dice:

          –  Avísales a nuestros amigos. Iré por armas. Asiento con la cabeza y agrega. –Toma, llévela por si acaso.­ – Me da un arma y me besa. – Cuídate,  te veré después.

             – Sí, te amo. También cuídate  – Le grito.

No me respondió ya se ha  ido.  Abre  la puerta y me dice:

          – Te amo.

Me río por eso y me cambio lo más rápido que puedo.  Tomo el arma y me la pongo  en el cinturón.

Voy  con el primer integrante de nuestro escudaron. Es un genio cibernético, <<Un hacker>>.  Su nombre  es <<Haakon>>,  es de estatura media, de pelo negro. Ojos verdes brillantes. Muy simpático.

 

Sector 14, .9:22 A.M                                        

Me abre la puerta.

        – ¡Carter, estas hermosa!

       – Gracias. Tengo una propuesta para ofrecerte.

        – Soy todo oídos . – Me dice con una sonrisa.

Me hace pasar y lo primero que ve son  computadoras por todos lados.

           – Debes ayudarnos a infíltranos al sector 11

         – ¡Estás  loca!, quieres entrar a la Corporación Icon, la que propago el virus-  G

    – Sí, McCallister te necesita. Al igual que yo. – Le digo seduciéndolo, pero es más bien << manipulación>>.

        – Lo hare si me das un beso.  – Me dice

       – No. – digo  rápidamente.

         – Entonces olvídalo.

         – Te lo suplico, Haakon. Eres parte del equipo. – Trato de seducirlo con mis encantos. – Te lo ruego, sin ti, el equipo está incompleto.

         – Dile, McCallister que cuente conmigo. – Sonrío de oreja a oreja.

Voy  en busca del siguiente miembro quien es mi <<ex esposo>>, era  parte del sector  9, era parte del equipo de los S.T.A.R.S.  Ahora es un mujeriego y tiene  <<tres vicios: alcohol, cigarrillos y sexo>>. Un verdadero idiota y  bueno para nada.

Pero por extraño que sonara él es el mejor amigo de McCallister, resulta que era amigos de mucho antes que yo los conociera a los dos.  Habían trabajado juntos en varias ocasiones, pero después cada uno tomo su camino.  Al parecer siguen en contacto.  Lo peor de todo esto fue cuando me entere de que mi novio era amigo de mi ex  esposo, mi primera reacción fue:

<< ¡Que! , ¡Cómo es posible! Sí que el mundo es pequeño>>

Cuando era parte del equipo Alpha  él era   especialista en caceria y acecho del equipo. Gran tirador  de hecho   gano un premio por ser el mejor francotirador, el nunca  fallaba, ademas de ser  experto en armas y tácticas. Así que para McCallister eso es más que suficiente para que este en el equipo, pero para mí eso no es suficiente,  yo no  veo  más que <<estupidez,  arrogancia, y  egoísmo>>. <<Uffff>>  Supongo que eso  hizo que nuestro matrimonio se destruyera. <<No sé cómo puede casarme con él. >>

 

Toco la puerta y espero a que me abra  la puerta. Me atiende desnudo. Está fumando uno de sus cigarrillos. Abro los ojos como platos y lo primero que hago es cubrirme la cara. Miro para adentro  y veo que está con alguien.

           – ¡Carter!  ¡Qué sorpresa! –  exclama con esa encantadora voz agudizada.

 

Me quedo helada al verlo. Me vuelvo  a cubrir la cara para no verlo desnudo. Aún  tienes esos  músculos definidos y abdominales muy marcados. Aun le gusta mantenerse en forma; pienso. Observo ese   rostro  alargado. Es atractivo y  de facciones perfectas. Su piel es blanca.  Sus  labios son gruesos, su nariz es pequeña y perfecta es como lo recuerdo.  Su cabello es enrulado y alborotado.  Esos ojos profundos color verde bosque; me hipnotizaban y justo es eso lo que me  está pasando ahora. << Es muy sexy,  atractivo y  perfecto>>; me atrevo a pensar, pero es mi ex esposo no tengo  porque míralo de otro modo.

   – Volveré luego. Creo que es un mal momento. Y esto es algo  incómodo. – le digo.

    – ¡¿Quién es, mi amor?!­ –  Le pregunta  la chica desde adentro.

     – Sabes que, volveré más tarde, estás ocupado y verte así me incomoda y mucho  – vuelvo a decir.

    –  No, espera. – me detiene. – No  es lo que parece, Carter. Ella no significa nada para mí. Yo… – lo detengo. – No tienes por qué darme explicaciones, no somos nada. eres mi ex esposo.  – respondo. – Está bien. Es tu vida. – añado.

Me mira con esos hermosos ojos verde bosque que una vez me enamoraron.

      – Sí, pero  debo explicarte, porque te amo, Carter. Aun te amo. Sigues siendo mi ex esposa y no debo hacer esto.

      – Como sea. Mira,  seré breve. –  inquiero.–  no estoy para tus disculpas, solo vine  porque McCallister,  te necesita.




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