Sector Lemonter

La gente corre con desesperación, trato de ayudarlas, pero no puedo salvarlas, no a todos. <<  Es el infierno>>.

Sector 9. 1:30 pm 

Observo el sector 9. Está destruido. Entro al departamento y veo que en suelo hay  sangre fresca. Los presos y los policías están muertos, algunos de ellos están  infectados y pronto despertaran. Pienso lo peor;  corro  por el pasillo  en busca buscando  mi hermano. 

Lo  visualizo y gritó:

     –  ¡Keylen! –  <<Está vivo>>

Le disparo a  la cerradura de la celda y lo abrazo  en cuento sale.

     –  Estas con vida, creí que te perdía. – digo con alivio  aun abrazándolo

     –  Eso  jamás, hermana. 

Keylen mira para todos lados y  me mira con preocupación.

      –  ¿Cómo puedo pasar esto?

      –  No lo sé,  pero debemos salir de aquí.

Le doy  un arma a Keylen y salimos de la cárcel. 

Nos encontramos  con McCallister y los demás quien ha  venido. Haakon, Ian, y Nicole están ahí. 

Me alegra ver que   mi mejor amiga Nicole este a salvo. Mi hermano los saluda  y McCallister dice:

       –  Están listos para entrar al sector Lemonter.

      –  Disculpa, pero no hay ningún sector llamado así. – dice Nicole

     –  lo sé. Es el ex Sector 16 hace unos días ha sido destruido, fue el primer sector en caer.  Y lo he apoda  Lemonter.

Todos lo miramos confundidos.  Nos subimos a una furgoneta que se encontraba ahí estacionada.  Pasamos por todos los sectores y  estacionamos en  la puerta del ex  Sector  16  ahora llamado Lemonter.

La puerta se  abre.

Ex Sector 16, 2:15 pm 

Caminamos por las calles  del Sector  Lemonter.

      –  con que este es el famoso sector Lemonter.  – mascullo en voz alta.  – ¿y porque lo has creado? – pregunto.

     –  aquí es donde  encerré a  los infectados.  Hace unos días la gente que vivía aquí desapareció. – me responde McCallister mientras avanzamos.

      –  ¿cómo que desaparecieron? – pregunta Keylen

    –  Este sector era un fraude, experimentaban con las personas. Lo descubrí y decidí saque a las personas de aquí, pero ya era tarde estaban infectadas. Así que lo bloque para que nadie ingresara aquí.  

Pongo cara de pocos amigos, ahora comprendo todo sobre el fraude Lemonter,  y lo que decían los policías.   

       –  tal vez haya algunos mutantes y Lemonter que se ocultan en esta zona. – inquiero  

       –  Puede ser, pero dudo que haya sobrevivientes, ahora.– me responde McCallister.

Observo el sector y parece ser todo normal,  este sector es como una  cuidad,  no es como los otros sectores que solo están las casas, también hay  algún que otro negocios.  <<Está destruida  y solitaria>>, las casas  están abandonadas.  <<Es como una mini ciudad>>

Caminamos con cautela con las armas,  mirando para todos lados por si aparece  algún atacante.

En eso veo a un grupo de jóvenes que corren  hacia una dirección,  todos llevan la misma ropa, negra.  Y entonces pienso que probablemente han  sido experimentos y  ahora son  libres.   Me parece  algo extraño, pero  la  ciudad ya no es la misma;  por supuesto está adonada y supongo  que ahora  es <<el sector de  los Lemonters y  los mutantes>>; pienso.  No es  algo raro que merodeen por aquí.

Los infectados  salen   y nos atacan,  les empezamos  a disparar. <<Esto es solo una distracción>>; se me ocurre pensar.  Para que no podamos ingresar  al laboratorio Icon.

  –  ahí  está  el expreso  de Corporación Icon. – Señalo la vieja estación de subte que hace años fue abandonado. Es  solo una fachada ya que la base está bajo tierra  y la única manera de entrar al laboratorio Pentágono  es por el subterráneo.

A continuación bajamos con prisa las escaleras de la vieja estación de  subte. Está desierta  y las paredes están manchadas de sangre.  Hay  un vagón que está  estaciona ahí especialmente para los empleados de Icon. Entramos en él y Haakon entra  a la cabina.

       –  Espero que aun  funcione. –dice Haakon mirado los controles.

El vagón comienza  a moverse.  Se  mete   por eso inconfundible y tan conocidos   túneles de vidrio, lo único que veo son túneles y más túneles.

 Nicole quien está  sentada  en uno de los asientos enfrente de mí  me dice:

        –  Creí que no volvería a verte.

      –  ¿Por qué dices eso? – Pregunto.

    –  Porque  cuando se desato el virus creí que te convertirías en uno de ellos o  que McCallister te hubiera matado.

    –  ¿Pero qué dices? ¿Porque creíste  que McCallister me mataría?, vamos él jamás me haría daño   y lo sabes.