Humanoides: La marca de la mutación | libro 1|

Invasión

5  de Marzo de 2074, Sector 13, 7:30  a.m.

Siento  que alguien me acaricia el rostro, me despierto  con  ese mimo y digo:

–  McCallister, me haces coquillas. – Me sonríe  y lo beso.  

Me desperezo  y me visto.

Cuando salgo de la habitación algunos ya  están desayunado; al rato veo llegar  Ian, y Keylen. Sin decir nada me siento  en una de las sillas y tomo una de las tostadas.  Greta, una joven de estura normal, de cabello rubio largo con pómulos marcados.  Tez blanca con unos  ojos color verde oliva con  pestañas largas y marcadas me dice:

  –  Eres una mutante

Tapo  la cicatriz con la manga de la campera negra y sigo  comiendo la tostada.  No quiero  hablar del asunto y tener que contar la historia. Greta me mira con cara de pocos amigos. No le hago caso por eso.

Mi tía se levanta de la silla  y dice:

   –  Iremos a conseguir más alimentos. ¿Alguien quiere venir?

    – Sí, voy. – Digo.

Darren,  un hombre  alto, corpulento con músculos muy marcados.  Es atractivo de  rostro  rectangular muy marcado. De piel broceada. Tienes ojos que son una mezcla de marrón con verde. De labios gruesos.  De cabello castaño corto que lleva peinada hacia atrás; se pare  al igual que yo  dice

   – Iré con ustedes también.

McCallister, me mira y me hace una seña  de que  también va. No sé por qué pero Ian nos mira con mala cara. No logro comprender a que se debe eso.

Nos subimos a la camioneta, y mientras nos dirigimos  al centro de la ciudad. Darren me dice:

   – Es verdad lo que se dice que eres una mutante.

  – Sí, es verdad. Pero descuida,  no te morderé. – Le respondo con un poco de sarcasmo.

Se ríe por eso.

     – ¡Bienvenida! – Me dice con una sonrisa.

       – Gracias.

     – Espero que podamos ser amigos, claro que si tu novio no se pone celoso. – Me dice  mirando de re ojo a McCallister.

     – No, claro que no lo hará. –  Le respondo con una sonrisa.

       – No lo hare,  si no intentas seducir o besar mi novia. Ni nada por el estilo. – Interviene McCallister.

Mueve su mano con gesto de que no  nada de eso va pasar.

 

Centro de la ciudad de  Reddeck City, Sector 6, 9:21  am.                                                   

Nos detenemos  en un supermercado abandonado. Bajamos y Alan  dice:

–  Tomen todo lo necesario y vámonos. Esta zona no es segura.

El supermercado está  algo sucio, destruido y desordenada. Está  dividido en tres departamentos: alimentos, farmacia, jardinería y hogar. No hay ventanas, ni escaleras, solo carteles  virtuales rotos, el acceso a la bodega está clausurado y  noto que hay cinco salidas de emergencias, dos al frente que es la entrada al supermercado y una salida de emergencia al fondo de cada departamento.

Hay  alimentos tirados en el piso, varios de ellos rotos o pisados.  Tomo  todo lo que puedo  y lo que este  sano. Lo pongo  en el carrito. De la  zona farmacia tomo algunos  medicamentos y antídotos todos son  fabricados por la corporación Icon.  Como también materiales de curación. No me agradaba mucho usar sus productos  pero los tome igual, ya que son los únicos que existen.

Pronex  (para dolores), Promol (similar al ibuprofeno o al paracetamol.) Axifina (usado como analgésico, similar a la aspirina.) láser  cicatrizante, es el mayor logro público de Icon  es  (Reconstruir las células dañadas. Es  usado sobre heridas abiertas). Es considerado el producto público primario de Icon  porque es muy efectivo. Muy parecido al spray de primeros auxilios.  First Cure Spray (spray de primeros auxilios: spray que ayuda a desinfectar heridas).  Gasas y cinta adhesiva

            <<Uno nunca sabe cuándo se los puede necesitar>>; pienso.

 Me dirijo al sector  Jardinería y hogar aquí se encuentran  los artículos como muebles y herramientas  tanto de jardinería como construcción o reparación. De ahí tomo  unos Cobertores y  cobijas. Dos  almohadas  y artículos de higiene personal  como (jabón y shampoo.)

McCallister encuentra  sangre en  el piso de  uno de los pasillos y grita:

         – ¡Debemos irnos!

 

Saca un arma de sus pantalones y  apunta  a la puerta que está cerrada.  Me  preparó para dispararle a lo que fuera que este  ahí dentro. Abro la puerta  y sale   un infectado,  le disparo  tres veces. Pero nos vemos  invadidos cuando  salen más de   la bodega

 Los infectados están como en hibernación o algo así. Por lo que no están atacando   corriendo, es decir no están activos, pero al mínimo ruido  se despiertan; lo cual me lleva pensar  que es mejor si no lo hubiéramos molestado.

                                               




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