Humanoides: La marca de la mutación | libro 1|

El Día En Que Mi Vida Tomo Sentido.

– ¿Ya terminaste de embobarte con la rubia? – Le pregunto con enojo.

– Su nombre es Loreley y si termine de emboarme con ella.

Me reí tontamente y me pregunta

– ¿Estás celosa?

– Yo celosa, para nada, te pareció. – Le digo con sarcasmo.

– El día en que mi vida tomo sentido fue el día que te conocí, Carter. – me dice acercándose a mi boca.

– Eso sueles decirle a todas las chicas. – Pone cara de pocos amigos y me dice. – No eres la única que siente celos. No sabes lo celo que estoy de tus ex novios.

Me río y le digo:

– ¡Lo sabía!

– Querías que lo dijera, cierto.

– Sí. – Le digo besándolo. – Lo beso por un largo rato y me dice – Es verdad, el día que en mi vida tomo sentido fue el día que te conocí. Te amo tanto. – Le sonrío y me pregunta– ¿Puedo preguntar porque te apodara Nefertiti?

– Stu, me apodo así porque cree que soy la reencarnación de ella y por mi gran belleza, ella era la reina de Egipto.

– Sí, lo sé conozco su historia. Su nombre significa la bella ha llegado.

– Sí, es por eso que los tres me llaman así. – McCa me mira enarcando las cejas. – Sabes en realidad soy conocida por ser una rompe corazones. – añado

– Si, lo sé, pero no se equivocaron al apodarte así. Eres como ella. – Le sonrío y lo beso una vez más. – El día que en mi vida tomo sentido fue el día que te conocí, McCallister. Mi vida tuvo sentido. Realmente te amo no lo dudes ni un segundo. – vuelvo a besarlo. Le rodeo el cuello con mis brazos.

A continuación le saco la remara y le acarició la espalda, sin dejarlo de besar. Entramos a la habitación. Me saca la remara y me sigue besando. De pronto una persona se claro la voz y al darme cuenta de que son mis padres lo suelto enseguida.

– ¡Mamá, papá! – Exclamo sorprendida cubriéndome el pecho con la remara.

– Hola, estas a salvo. – Me dice mi madre quien me abraza. Me suelta en cuanto ve a mis hermanos quienes se acercan a la habitación. Me muero de vergüenza. Siento el rostro caliente. Me pongo la remara mientras abraza a mis hermanos a continuación dice. – Mis niños están juntos.

Keylen mira a nuestro padre con enojo. También lo miro con enojo. No quiero saludarlo.

– ¿Qué haces aquí? y después de lo que has hecho. – digo.

– ¿De qué estás hablando?

– De lo que nos hiciste a Caleb y a mí.

– No sé de qué hablas. – Me dice.

– Sabes bien de lo que hablo. Vos me inyectaste el virus G el que creo Victorio McCallister.

En ese momento mi padre pone cara de pocos amigos y mira a mi novio que está junto a mí. McCallister enseguida se pone la remera y me mira.

– Volveré más tarde. – me dice al ver que hay tensión entre mi familia y yo. Me deja con mi padre.

Mis hermanos y yo miramos con bronca a Tony.

– Cómo pudiste hacerme esto. Acoso sabias los síntomas del virus. Lo que causaste en mí. – protesto con enojo. Mi padre me mira y sigo– ¿Quieres que te diga lo que has causado? – le pregunto. – en primer lugar me hiciste inmune a todo. No puedo morir, soy inmortal. Arruinaste mi vida al no poder quedar embaraza. Porque prácticamente estoy muerta. – digo con enfado.

– Lo hizo por tu propio bien. Ibas a morir. Ambos iba morir. No podía perderlos.

Caleb no dice nada solo lo mira con enojo y yo sigo diciendo.

– ¿Qué va a pasar cuando McCallister muera y yo siga viva? Lo veré morir y no podre envejecer a su lado como todo ser humano porque tú me hiciste una mutante.

Mi padre me mira con indiferencia y dice:

– Hija, lo siento pero si quieres culpar a alguien culpa al Dr. Evander McCallister, él lo hizo yo solo lo use para salvar tu vida y la de tu hermano.

– Confianzas que lo robaste, papá. – Dice Caleb. – Por eso encerraste a Keylen.

– No lo robé, el Dr. Evander McCallister me lo dio para que lo probara en ustedes. Él sabía lo que era perder un hijo. – Los tres lo miramos y sigue. – Cuando Dr. Jaguar tomo el virus - L el que cree sin querer, hizo otros experimentos con el virus. Tuvo que idear una estafa para que no lo descubrieran. Mato al padre de tu novio y lo culpo de todo. E incluso quería matar Keylen porque sabía el secreto de su existencia. – Keylen lo mira con enojo y mi padre dice. – No tuve opción que protegerte en la cárcel, fingir que eras culpable de esas muertes para que Benicio no te persiguiera. – Keylen permanece serio y Tony añade. – Lo hice por tu bien.

Mi hermano lo mira con duda.

– Sabes, padre. Todo este tiempo he creído que era el culpable y que merecía estar en cerrado, pero no fue cierto. – dice Keylen

– Keylen, lo siento, pero debías de revéala el secreto. Benicio quería asegurarse de que nadie tuviera la cura y que él fuera el inventor de este virus –L. No debía de dejar testigos que dijeran lo contrario – explico mi padre.

– ¿Por eso encerraste a Keylen? – Interviene Caleb

– Si, lo hice para que no lo mataran. – Lo mire con enojo e inquiero– ¿Sabías que McCallister creó el virus – G? Siempre lo supiste. ¿Cierto? Y no has dicho nada.

– ¿Qué?

Me sorprende que no lo supiera.

– Creí que Evander McCallister lo había creado, el cuándo me lo dio digo que él lo creo.

– Él no lo creo. Lo creo Victorio McCallister.

Mi padre me mira con indiferencia.

– Te mentí. Respecto a todo. Él es un ex criminal, lo culparon de expandir su propio virus. – confieso. – pero en realidad es científico y trabajo en el servicio de inteligencia y seguridad de Icon actuó . – confieso. – y ambos vivíamos en el sector 15. – Tony me mira. Sé que aún no aprueba mi relación con él y esto lo complica un poco más pero debía saberlo. – no es culpable, me lo confeso todo. Benicio lo uso y lo traiciono. Ahora apruebas mi relación con él.

Mi padre mira de reojo a mi novio que está apoyado en la pared del pasillo. Le hago una seña para que se acerque a mí. Se acercó a mí y digo:




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.