Humanoides: La marca de la mutación | libro 1|

Medianoche

<<<<Nuria Jaguar>>>>

 

10 de Marzo del 2074, 12:00 a.m., Sector 12.

Es medianoche y sigo hablando con mis padres quienes quieren saber que planea mi tío Benicio.

– Lo de siempre. El virus avanzo, todos los sectores están infectados. Ninguna zona de la ciudad es segura. – comento. – Sé que planea algo en la fiesta de Mascaras. Lo escuche a hablar con Stan Grife sobre un ataque o algo así. – Digo. Espero la respuesta de mi madre quien me mira con cara de preocupación.

– Necesito que averigües que es lo que trama. No podemos permitir que extinga a toda la raza humana, por sus experimentos.

Inclino la cabeza.

– Lo sé, pero como le saco información.

– Eres lista ya pensaras en algo. Confió en ti, Nuria.

Voy a decirle que espere, pero la transmisión se corta antes de que mi boca se mueva para decir algo.

<< ¿Qué podía hacer? ¿Qué debía hacer?>>; me pregunto.

Me pongo a ver la televisión y escucho que tocan el timbre. Atiendo y en el umbral del a puerta veo a mi tía Veruca.

– Creí que te gustaría algo de pizza. – me dice entrando a la casa.

– Gracias. – digo cerrado la puerta. Al cabo de unos minutos digo. – Sé que Carmín trama algo. Tienes un plan también.

– ¿Por qué sabes algo? Te dijo algo. – No sé qué decir. Rápidamente pienso en algo. – No, pero sé que planea una emboscada en la fiesta de máscaras.

– Me lo imaginaba, va impedir que los inversionistas rusos y alemanes inviertan en armas biológicas. – lanza. Ahora por lo menos sea que a la fiesta irán inversionistas. – cree que pude destruir lo que Benicio y yo hemos hecho. – dice apretando los dientes y su mano en forma de un puño. – Te diré algo, Nuria. Planeamos formar una nueva generación de humanos. Poderosos, que sean armas químicas y sabes el resto.

– Sí, lo sé.

– En la fiesta demostraremos de lo que son capaces de hacer esos súper humanos.

La miro y sonrío apenas. Veruca me mira como dudando de mí y digo:

– Creo que alguien quiere traicionarnos y para mi es Trish. No confió en ella.

– Yo tampoco, Nuria. – Combina. – ambos estaremos atentas

En cuanto se va me dirijo a mi habitación y me tumbo en la cama. Estoy muy cansada.

10 de Marzo del 2074, 9.00 a.m., Sector 12

Me despierto con el sol que entra por mi ventana. Me cambio y bajo las escalaras. Oigo un ruido en la cocina y me asusto.

– ¡Nuria! – Exclama mi Tía Carmín. La saludo y le digo– Tus sospechas están confirmadas, planean expandir el virus durante la fiesta. – Carmín se enoja y me dice. – Bien hecho. Contáctame a la medianoche y averíguame más.

Se va y me deja el desayuno sobre la mesa. Tiene una junta con los legisladores. Mi tía es diputada de la nación o al menos lo era. Está tratando de convencer al presidente de proteger a la ciudad de la infección y que hiciera algo para detener la infección y preservar las vidas humanas. Además de hacer una evacuación de emergencia. Pero esta ahora no tuvo respuesta.

Termino de desayunar y agarro el arma. A continuación salgo de la casa y me subo al auto. Me dirijo a la mansión de mi tío está ubicada en lo más profundo del bosque Tweed al oeste de un hospital abandonado. Bajo del auto y miro para todos lados para asegurarme de que ningún infectado está en la zona aun que las barricadas impendí que ingresen, pero hace unos días empezaron a fallar como paso con los otros sectores de la ciudad, pero mi tío las aseguro, como lo hizo con el sector 12, pero aun así creo que esta no es del toda segura.

Abro la puerta con la llave de acceso. Que es mi huella digital.

– ¡Bienvenida Nuria! –me saluda la mansión. – ¡Hola, hay alguien que casa! – digo avanzando hacia el living.

Al no escuchar a nadie rodeo el living y entonces escucho unas voces en el estudio de mi tío.

– Lo que haremos es hacer una demostración del virus a la medianoche durante la fiesta. Con eso convenceremos a los inversioncitas de invertir en armas químicas. Vamos a consagrarnos los productores de armas bioquímicas en todo el mundo – Dice mi tío.

– Crees que funcione, el virus reacciona diferente en algunos casos, ya has visto lo que pasa. Qué tal si salen mal como los que están afuera. – Dice Stan.

– Todos los humanos expuestos a ese virus también se han convertido en humanos con superpoderes.

– Si, pero ellos son fuertes y no se los puede contralar.

– No como quisiera, pero… – mi tío se detiene y al cabo de unos segundos dice. – pero demos contralar las mentes de esos mutantes y por eso este virus - G tiene un nuevo elemento que nos permitirá hacerlo.

Iba seguir escuchando, pero soy interrumpida por Trish quien me mira y me pregunta.

– ¿Escuchando conversaciones ajenas? – La miro y me dice– Crees que no sé lo que ocultas.

– No oculto, nada. – Me defiendo.

– Claro que sí, eres la enemiga. Quieres destruir los planes de mi amante.

La mira con odio y le digo:

– Crees que te crearan. Créeme en esta casa controlo a todo el mundo. No te creerán

– Sí, lo harán, no sabes con quien te has metido. No permitiré que destruyas el mundo que se está por crear. Es más se lo diré ahora y te mataran, Lemonter. – Me responde.

Eso me da bronca y la elevo con mi mente. Al caer, se golpea contra la pared y grito:

– ¡Ayuda!

Mi tío sale del estudio y yo pongo cara de triste.

– Ella me pego, y no le hecho nada. Ella piensa traicionarnos, la descubrí y me pego. – Digo con cara de puchero y fingiendo que lloro – Mi tío mira a Trish con enojo.

– ¡No es verdad, miente! Ella me empujo con su mente. – protesta.

– Pero como puedes decir eso, no tiene sentido lo que dices. – digo sollozado.

– ¡Ella es la traicionera!, me lo confesó. ¡La he escuchado varias veces hablar con Carmín y revelar información nuestra! – Se defendió elevando la voz. Más bien está gritando.




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