Humanoides: La marca de la mutación | libro 1|

Ejército Nocturno

 Esa noche parece ser tranquila como suelen ser todas las noches, pero un ruido hace que todos nos levantamos.

Miramos el televisor. Hay un grupo de personas con uniforme de color negro, tiene chalecos de protección y máscaras antigás. En ese momento con los identifico, I.S.F.U (Unidad de fuerzas especiales de Icon). Son el rango más elevado dentro de la Corporación Icon. Superiores incluso que la unidad IBCS en estilo de combate, estrategia, etc. Ellos actúan igual que los ninjas; saben pelear cuerpo a cuerpo y con cualquier arma. Sus tácticas especiales son muy similares a las de los STARS; su misión es recuperar y recopilar información o archivos muy importantes que se han encontrado en un desastre biológico, muchas veces muestras de virus, para eliminarlos. No sé qué hacen aquí y que quieren, pero no están solos con ellos hay un ejército de humanoides caminado por la entrada de la resistencia. Intentan entrar.

Tomamos las armas y les disparamos en cuanto ingresan al área. A continuación rompen la consola del código de la entrada.

– ¡Dispare! – Ordeno mi tío.

No podemos detenerlos, <<son indestructibles>>; las balas no les hace nada. Un humanoide me toma del cuello y me laza contra la pared. Me levanto enseguida y lo miro con rabia.

– Soy como vos, pedazo de hojalata sin sentimientos. – Le digo pegándole una trompada con mi brazo izquierdo.

No le hace nada eso, me enfurezco más y arranco un poste de luz de la calle. Con bronca se lo clavo en el estómago.

Samantha quien contrala electricidad, además del fuego. Electrocuta un humanoide. Este se sobre carga y explota.

Mi tía lanzo agua para que haga cortó circuito. Acabamos con todos y solo queda uno. Cuando vamos a acabar con él, un sicario entra y nos aplaude.

– Increíble, han acabado con todos mis humanoides. – Dijo el hombre corpulento bien musculoso, de aparecía seductora con un rostro redondo de facciones muy marcadas y ojos color negro profundo nos miró.

Lo miramos con enojo. Fijo la mirada en mí y me sonrió. Lo mire con bronca y mi tío dijo:

– No debería de estar aquí, ¿Quién eres y que haces en nuestro territorio?

– Soy Clayton Griller. Jefe de la I.S.F.U. Y es El equipo Alfa y El equipo Delta. – Se presentó y presento a su equipo.

– ¿Qué es lo que quiere? – Preguntó mi tía.

– Es muy sencillo. Dejen de impedir con mis planes y los de Benicio.

– Para que puedas acabar con la humanidad, crees que las armas químicas son buenas para el mundo. Destruye vidas humanas. – Le informe.

Me miro serio y se acercó mí. Me agarro el rostro y me dijo:

– Además de hermosa, eres inteligente. Quizás demasiado

McCallister lo mira con odio y le dice:

– ¡Suelta a mi novia!

Clayton lo mira con odio y dice

– Protón será mía

– Jamás, antes que ser tuya prefiero que mates. – Le respondo.

Me mira con bronca y nos mira a todos.

– El mundo tiene que regenerase por eso debemos liquidar los humanos débiles y hacer súper humanos. Una nueva raza de humanos. Humanos virales capaces de destruir cualquier cosa. – Explica.

– Ese es tu plan, matar a todo los humanos. Crees que haciéndolo el mundo se mejora de las enfermedades o quieres que haya guerra y violencia. – Dije.

Una vez más me miro.

– Eres muy lista, eres un problema lo sabes.

No dije nada y mi tío interviene

– No pareamos hasta que el mundo sea como antes. No puedes acabar con la raza humana. No lo permitiremos.

Clayton miro a mi tío con enojo. Se dedica a mirarme, creo que le atraigo porque mira a McCallister con enojo. De la nada me toma por el cuello y dice:

– Si no se retiran ahora, le romperé el cuello. – McCallister lo mira con cara de enojo.

No sé por qué pero yo estoy tranquila, a pesar de la situación .No le temo. Miro a McCallister y lo tranquilizo. No quiero que le hiciera nada.

– Creo que me llevare a esta lindura conmigo. – dice con una sonrisa maliciosa.

McCallister e Ian lo miran con enojo. Todos le apuntaron con el arma.

– Sí, me matan, la matare. – advierte poniendo el arma en mi cabeza.

Yo los miro y miro a mi mellizo quien entre dientes dice:

– Sabe lo que hace.

Miro a McCallister. Pestañeo dos veces para darle una señal, a la que él entendió. A continuación hace una señal se pasa la mano por la boca y me señalo con el dedo índice.

– ¿Qué tanto se están diciendo? – me pregunta Clayton agarrándome el rostro.

– Nada – respondo.

Pongo cara triste por lo que voy hacer, pero no tengo opción. Dejo que mi hermano leyera mi mente y escucho lo que dice:

– No, Carter. Acabarán con tu vida si descubren que eres un humanoide/Lemonter y experimentaran con vos.

– No hay opción. Sé que McCallister me salvara. Dile que lo amo. – Me despedido.

Mi mellizo pone mala cara y ve como me alejo. Clayton me aprieta la cintura.

En el auto veo a una chica alta de rostro ovalado. Su cabello es rubio y posee unos ojos celestes claro. Tiene cuerpo ideal, hermosa y de labios gruesos de un color natural.

Me miro con seriedad y dice:

 

– Debes ser la mutante. – No digo nada.

 

A su lado esta su pareja que no me lleva tiempo saber que lo es cuándo le lame la cara y mueve su lengua de un lado a otro. Eso me parece repúgnate. El hombre es más grande que ella podría tener unos 35 o 36 años, tal vez. Es alto, de rostro rectangular con facciones muy marcadas. Un cabello corto, rubio y con rulos. Lo lleva peinado para atrás. Posee unos ojos que son una mezcla de verde con azul, una perfecta combinación que lo hace atractivo.

Esta vez me mira con desprecio y dice:

– Eres morena

– Sí, lo es, pero morirá. No me gusta la gente de color – contesta en una mujer de cabello largo lacio de rostro rodeando




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