Humanoides: La marca de la mutación | libro 1|

El Mecanismo que me hace Tóxica

Carter Hessen 

 

 

No me he dado cuenta de que McCallister está detrás mi desde hace ya rato, me doy vuelta para míralo. Me observa y me pregunta:

– ¿Podemos hablar? – Lo miro con cara de pocos amigos.

– ¿Algún día ibas a decírmelo? – pregunto

– Sí, quería decirte lo, pero no tuve la oportunidad. – respondo.

– ¿La amas?

– No, antes la amaba, pero al descubrir sus intenciones, termine con ella.

No sé porque, pero una creo que una parte de él aun la ama y sé que después de haber descubierto que soy un humanoide y verme con el rostro cortado, verme como realmente soy, tal vez <<algo cambien entre nosotros.>>

– ¿Me amas, a pesar de que son un humanoide?

– Sí, te amo. Siempre lo haré. – me dice con una sonrisa.

– ¿Te asusto saber que la mitad de mi rostro es robótico?

– No, para mi eres perfecta así. – una vez más me sonríe.

Le dé vuelvo la sonrisa y me mira por un buen rato.

– Discutamos, el asunto que nos quedó pendiente. – cambia de tema.

Lo mire confundida y pregunto:

– ¿Qué asunto?

– El de ser como vos. – dice con una mueca.

Me pongo nerviosa. Aprieto los labios y digo:

– No nos quedó pendiente. Creí que me ibas a darme tiempo. No es el momento.

– ¿Y cuándo es el momento?, cada día que pasa envejezco y vos no.

– ¡Ha! Ya lo discutimos, McCallister te dije que no quiero que seas como yo. Si hubiera una forma de poder envejece junto con vos lo haría.

– He tomado una decisión y quiero ser un mutante.

– No, no sabes lo que dices. No es tan genial como crees. – Me mira con mala cara e inquiere. – No me importa si es bueno o no. Solo quiero estar con vos.

Lo miro por un rato a los ojos y le agarro el rostro.

– ¿Es lo que quieres?

– Sí, estoy completamente seguro.

– Diga lo que diga no te hará cambiar de opinión, ¿cierto?

Mueve la cabeza en forma de negación y le pregunto:

– ¿Estás seguro de que sobrevivieras a los efectos del Virus - G?

– Sí, eso espero.

– Debes de ser fuerte para transformante en mutante. Sabes que muchos murieron en el proceso.

– Lo sé. Pero sobreviviere. Confía en mí.

No puedo permitirlo. Tengo un mal presentimiento, lo detengo antes de que se inyecte el virus - G.

– ¡No! – grito.

– ¿Qué pasa?

– Lo siento, pero no puedo. No estoy de acuerdo con que hagas esto. Es cruel. – Le rodeo el cuello con mis brazos. Se lo acaricio. – Espera unos meses. – pido. – si, por favor, hazlo por mí. – suplico asustada. – Te prometí que lo haría y…. – Me detengo. Suspiro y completo. – Te doy mi palabra.

Me mira con cara de pocos amigos, duda de mis palabras, pero logro convencerlo y postergar por un tiempo más esta locura que tiene.

– ¡Venga rápido, miren esto! – Grita Daphne

Vamos a ver lo que pasa y nos encontramos con Benicio es un humanoide.

– ¿No pude ser posible?

– Recuerda, que ustedes comentaron que Benicio fue mordido por un infectado. – Asentimos y Daphne siguió. – bueno, encontré muestras de sustancia que intento ponerte y es un paralizado detiene por un breve tiempo la mordida del infectado. Él se cortó el brazo infectado.

La mira con el ceño fruncido y pregunto.

– ¿Se lo mecanizo?

– algo así, él quería el invento de tu padre, la bio-robotica, que él hizo por mucho tiempo. tu mecanismo. – me explica. – No logro tener el mismo resultado que tu padre. – finaliza.

Una vez más la miro con el ceño fruncido y Atharal intervine.

– Quiere saber cómo tu padre inserto en la robotica el Mercurio y Plomo que junto con el virus hizo que curar tus heridas. Además de hacerte indestructible.

– ¿Él quiere eso? – Pregunto incrédulo.

– Sí, de hecho analice la muestra de su sangre. En una o dos semanas morirá. – Dice.

– ¿Por qué? – Pregunta McCallister con incredulidad.

– Porque el plomo le está causando perturbación de la biosíntesis de hemoglobina , anemia e incremento de la presión sanguínea. Además de otras alteraciones.

La miro con la boca abierta sin comprender. <<No entiendo muy bien los conceptos científicos>>.

– Dijo que al no ser mutante no del todo como vos le produjo alteraciones. Los típicos efectos del plomo. – Explica.

– ¿Cuánto dijiste que le queda de vida?

– Una o dos semana, tal vez menos. No mucho porque no solo tiene los efectos del plomo sino que también tiene los efectos del mercurio. – Explica Daphne.

Daphne es una excelente bioquímica, es una suerte tenerla.

La miro con cara de pocos y pregunto:

– ¿Cuáles son?

– Es altamente venenoso. Letal para un humano. – Inclino la cabeza. Sigue explicando. –La muestra que me diste. De líquido verde. – empieza. – Es el virus - L alterado con una dosis muy alta de Mercurio y Plomo. El mismo efecto que caso en tu organismo, creando el virus –L.

– ¡Altero el virus –L! ¡quiere ser indestructible! – exclamo moviendo la cabeza

– Sí, descubrió la combinación de tu mutación. La que te hace inmortal. Intento probarlo en ti y ver si funcionaba.

Aprieto los labios. No lo puede creer, planea destruirme, quizás lo use en mi contra.

Tengo una duda, algo que quiero preguntarle a Daphne. Cuando se va Atharal y McCallister le pregunto.

– Hay algo que quiero preguntarte.

– Sí, lo que quieras. – me dice con una sonrisa.

– ¿Qué efectos causa en mí el mercurio o el plomo? Me refiero en mi causan los mismo síntomas de los de humanos o no me afectan.

Me mira con cara de preocupación

– Los efectos del plomo son Perturbación de la biosíntesis de hemoglobina y anemia. Incremento de la presión… – la detengo. – eso lo ya lo sé. – le digo moviendo la manos. – ¿hay otros síntomas? – pregunto. – Daño a los riñones , el cerebro, perturbación del sistema nervioso. Disminución de la fertilidad del hombre a través del daño en el esperma y de las habilidades de aprendizaje de los niños. Perturbación en el comportamiento de los niños, como es agresión, comportamiento impulsivo e hipersensibilidad. –me responde sin respirar.




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