Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 1- Una nueva vida

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 1

Mi nombre es Daniel y les contaré un poco sobre mí. Tengo el cabello negro y un poco largo, ojos color café y no soy muy musculoso, solo soy delgado. Soy un chico algo guapo, pero eso realmente no me importa, de hecho, me molesta. En la escuela, siempre me molestan y me golpean otros chicos por envidia o porque sus novias intentan coquetear conmigo. Pero yo casi nunca me defiendo, no quiero provocarle problemas a mi abuela, solo me defiendo cuando realmente me hacen enojar.

Mi abuela y yo vivimos juntos, es el único familiar que tengo... Somos muy pobres, pero al menos logramos sobrevivir y somos felices juntos... Aunque todo cambió... La perdí para siempre.

Mi abuela murió recientemente... Su muerte me afectó demasiado... Era el único familiar que tenía... Ahora estoy solo.

Vendí algunas de mis pocas cosas para pagar el funeral... Pero no me importa, con tal de darle un entierro digno, no me importa tener que vender mis cosas.

Tengo varios problemas en mi mente y no sé qué hacer... ¿Cómo viviré? ¿Podré mantenerme yo solo...? Intento conseguir trabajo, pero nadie me contrata.

En este momento, estoy parado frente a mi mejor amigo, me dijo que quería decirme algo importante. Nos reunimos en un parque.

Me muestra una foto con su teléfono. Es una foto de mi novia besándose con un chico. Mi corazón se rompe al ver la foto... Me engaña... El amor de mi vida, me engaña.

—Sonia...

—Lo siento, sé por lo que estás pasando, pero no puedo permitir que mi hermana te vea la cara... Lo siento, si necesitas ayuda, puedes contar con mi ayuda y la de mi familia, y lo sabes.

Cuando mi abuela murió, la familia de Cris, mi mejor amigo, me ofreció su ayuda, pero rechacé su ayuda. No quiero ser una molestia.

—Sí... Pero no quiero molestar a tu familia... Estaré bien... Gracias por decírmelo, siempre serás mi mejor amigo... D-debo irme... Necesito descansar.

—Sí, lo comprendo.

Me alejo caminando y empiezo a llorar. Eso realmente me afectó... Me duele el corazón... Y mucho... Realmente la amaba. La amaba demasiado. Pensé que me casaría con ella. Quería que ella fuera la madre de mis hijos... Pero supongo que ella no me amaba.

Quiero acabar con mi sufrimiento... Ya no quiero vivir.

—Lo siento, abuela... Lo que haré es algo muy cobarde, pero realmente no lo soporto... Moriste, no consigo empleo, no tengo dinero para comprar comida y ahora Sonia me engaña... Sé que estarás decepcionada de mí y lo siento, pero... he decidido suicidarme... Te veré muy pronto, abuela.- Pienso mientras tengo la mirada en el suelo.

°

°

Me subo a una silla y me coloco una cuerda sobre el cuello. Hice un agujero en el techo y amarré la cuerda en una esquina del techo.

Estoy en una habitación sin muebles y solo hay unas cobijas en el suelo que uso como cama. El piso es de tierra y las paredes no están pintadas... Sí, así vivía.

—Lo siento, abuela... Realmente no lo soporto... Por eso acabaré con mi sufrimiento.

Estoy a punto de colgarme, tengo la cuerda en mi cuello y estoy listo para saltar.

—Toda mi vida fui una persona buena... Si existiera un Dios, él sería compasivo conmigo y me ayudaría. Ya no tengo a nadie, ya no tengo motivos para vivir.

Estoy a punto de saltar de la silla y sonrío mientras unas lágrimas salen de mis ojos.

—Esto acabará pronto.

Salto, pero algo raro pasa. No puedo moverme, estoy flotando en el aire... ¿Qué está pasando?

—¿Eh? ¿P-por qué no me puedo mover?- Digo asustado y nervioso.

Esto es demasiado raro. ¿Me volví loco?

De repente, escucho una voz... Es la voz de un anciano... No reconozco esa voz.

—¡¿Realmente te ibas a suicidar?! ¡Pensé que te ibas a arrepentir!

Escuchar esa voz me causó mucho miedo y me pongo pálido.

—¡¿Quién dijo eso?!- Digo asustado... No... Aterrado.

Un anciano aparece frente a mí de la nada. El anciano tiene un traje completamente blanco, es calvo y sus ojos son completamente blancos y brillantes.

—Hola, Daniel.- Dice sonriendo.

¡¿Qué mierda acaba de pasar?! ¡Un anciano apareció de la nada frente a mí! ¡Esto es demasiado raro! Definitivamente me volví loco.

—¡¿Quién eres?! ¡¿Y por qué no me puedo mover?!- Digo asustado.

—Puedes creerme o no, pero yo soy Dios.

¿Eh? ¿Dios? ¿Acaso escuché bien? ¿Él dijo que era Dios?

—¡¿Dios?!

—Así es. Daniel, te he estado observando por mucho tiempo, eres alguien puro de corazón, algo raro en los humanos.

¿Eh? ¿Puro de corazón? He leído historias sobre eso, pero no sabía que era verdad... Presiento que dice la verdad, pero esto es demasiado raro.

—¿P-puro de corazón?- Digo confundido.

—Eres alguien muy bueno, eres perfecto para un trabajo que quiero que hagas.

¿Trabajo? ¿Él me está pidiendo ayuda? Pero, ¿por qué yo?

—¿Y-yo?

—Sí, tú.

Está sonriendo... Parece alguien amistoso.

Si él es Dios, ¿por qué no lo hace él? Él podría terminar con el trabajo fácilmente.

—¿Por qué yo? ¿Por qué no lo haces tú?

—Mi trabajo es observar y no interferir, pero está pasando algo muy malo en el mundo 1, que es importante solucionar.

¿Hay más mundos? ¿Es un mundo alterno?

—¿Mundo 1?

—Es un mundo paralelo. Digamos que existen muchos mundos. Tu mundo es el número 15.

Escuchar que Dios me necesita es algo que nunca pensé escuchar, pero no creo que fuera capaz de hacerlo. Soy un inútil... Me siento un inútil.

—Pero yo...

—Sé que piensas que tu vida se arruinó, pero puedes salir adelante. Así que, puedes ayudarme con el trabajo o suicidarte. Considera que, si me ayudas, podrías salvar muchos mundos, serías un héroe.

¿Yo? ¿Podría ser un héroe? Esas palabras... Por alguna razón, ya no me siento tan deprimido como antes... ¿Acaso lo único que necesitaba, era tener un propósito en la vida?




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