Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 12: Daniela

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 12

Llego al pueblo convertido en ángel.

—Llegué.

Aterrizo y mi transformación desaparece.

—Tengo que fingir ser el ángel Fransme.- Pienso.

Me pongo la camisa y el chaleco.

—Bien.

Entro al gremio y veo a Rocco sentado en una mesa.

—Daniel, ¿cómo te fue con el rey?

Me siento en la mesa frente a él.

—Bueno, digamos que los humanos y semihumanos volverán a ser amigos muy pronto... Me casaré con las hijas del rey. ¡Mesera, un plato de comida, por favor!

Rocco se queda en silencio por unos segundos.

—...¿Qué dijiste?

—Que los humanos y semihumanos volverán a ser amigos muy pronto.

—No, lo otro.

—Que me casaré con las hijas del rey.

—¡¿Te casarás con las princesas?!

Todos los aventureros voltean a vernos.

—Sí, así demostraremos que los humanos y semihumanos somos amigos de nuevo.

—¡Increíble!

La mesera llega con mi comida, que es arroz blanco con carne.

—Vaya, vaya, sí me trajo comida. Muchas gracias.

Le doy 20 monedas de oro.

—Gracias por la comida, quédate con el resto.

—G-gracias.- Dice con el rostro sonrojado.

La mesera se va sonrojada.

—¿Qué le pasa?  ¿Ahora no me tratará mal?

—Todos en el pueblo se enteraron de que eres el ángel Fransme.

Ya veo... Supongo que ahora me respeta.

—Puede ser que yo sea la reencarnación del ángel Fransme o algo así. La verdad no sé nada sobre ese ángel Fransme.

Empiezo a comer.

—¿Quieres ir a la boda?

—¡Claro, ¿cuándo será?!

—No lo sé, supongo que pronto.

Recibo una llamada y saco mi teléfono.

—¿Rose?

Contesto.

—¿Qué pasa?

—Te he mandado un regalo de bodas. Mi familiar estará ahí en unas horas con el regalo.

—Gra... ¿Familiar? ¿Liz vendrá?

—¿No sabes qué es un familiar?

—¿Es parte de tu familia o tiene otro significado esa palabra?

—Es un ser con poderes mágicos que puedes invocar para que sea tu esclavo.

—¿Invocar?

—Conociste a Louise, ¿verdad? Ella es el familiar de Sato.

—¡Increíble! ¡¿Cómo puedo invocar a mi familiar?!

—Está bien, repite lo que te diga.

—Espera, deja salir del pueblo, por si mi familiar es un dragón. Ahora regreso, Rocco.

Salgo del pueblo y me alejo bastante, para no llamar tanto la atención.

—Listo.

—Pon tu mano en el suelo.

Pongo mi mano derecha en el suelo.

—Repite lo que te diga: "Espíritu ancestral, te pido que un familiar me entregues. ¡Espiris inocation!

—Espíritu ancestral, te pido que un familiar me entregues. ¡Espiris inocation!

Un círculo aparece en el suelo y poco a poco va saliendo un ángel del círculo.

—¡Increíble!

El círculo desaparece. Mi familiar es una chica ángel.

—¡Funcionó, gracias, Rose!

—Adiós.

Cuelga y guardo mi teléfono.

—Hola, mi nombre es Daniel.

La chica está descalza, tiene un vestido blanco, alas, cabello corto y azul, ojos rojos y completamente plana.

—¿Tú serás mi familiar?

La chica me empieza a observar.

—Es la primera vez que logran invocarme.

Me extiende su mano derecha.

—Quiero comprobar tu poder.

—C-claro.

Tomo su mano con mi mano derecha.

—Esto... es increíble...

—¿Qué pasa?

—Tienes un corazón puro y un gran poder mágico. Eres digno para que sea tu familiar.

—¿Entonces ya eres mi familiar?

—Debes terminar el ritual. Debes besarme.

Besarla... ¡¿Por qué?!

Mi rostro se pone un poco rojo al escuchar eso.

—¡¿Eh?!

—Así terminará el ritual y seré tu familiar.

—C-claro.

Le doy un beso en la mejilla derecha.

—¿Ya?

—No, debe ser un beso en los labios y con lengua.

Mierda... Pero es solo para terminar el ritual... Supongo que puedo hacerlo.

—E-está bien... Ahí voy.

La beso y me agarra la cabeza con sus manos, impidiendo separarme de sus labios.

—¡Hmmmm!

-Un minuto después-

Después de un minuto, deja de besarme y me suelta.

—Ritual terminado.

Una marca con forma de estrella aparece en su frente.

—¿Cuál será mi nombre, amo?

—¿Debo ponerte un nombre? ¿No tienes nombre?

—No, tú debes ponerme un nombre.

Me quedo pensando unos segundos... ¡Lo tengo!

—¿Qué te parece "Daniela"? Es un nombre muy bonito jeje.

—Me parece bien. Gracias, amo.

—Puedes llamarme Daniel, no me gusta que me digan amo.

—Está bien, Daniel.

—Bueno, iré a mi casa, fue un gusto conocerte.

—Lo estaré esperando aquí, Daniel, ¿o quiere que lo acompañe?

—¿Aquí? ¿No desapareces como las otras invocaciones?

—No, el familiar se queda con su amo para esperar órdenes.

—Vaya, vaya, está bien, vamos al gremio.

—Está bien.

Entramos al pueblo y todos nos ven asombrados... Supongo que es por las alas de Daniela.

—Daniela, ¿no puedes ocultar tus alas?

—Espere, por favor.

Las alas de Daniela desaparecen, y por alguna razón, su vestido no está roto de la espalda... Supongo que se repara rápidamente.

—Listo, Daniel.

—Gracias.

Entramos al gremio y me dirijo a Rocco.

—Hola, Rocco.

—¿Quién es ella?

—Es mi familiar, se llama Daniela.

—¿Tu familiar es un humano?

—De hecho, ella es un ángel, uno real.

—¡¿Un ángel?!

—Sí, ¿no es asombroso?

Volteo a ver a Daniela.

—Daniela, ¿tienes hambre?

—Si Daniel me lo ordena, yo comeré.

—No pienses así, eres mi familiar, pero ahora somos amigos, no te preocupes.

—¿Amigos?

—Sí, no te daré órdenes a cada rato, solo te pediré ayuda de vez en cuando, ¿está bien?




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