Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 15: Primera misión

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 15

Llego al pueblo... Se ve vacío.

—Este debe ser el pueblo.

Aterrizo y no veo a nadie en el pueblo.

—¿No hay nadie? ¡¡Hola!!

Unos cerdos gigantes con ropa salen de las casas.

—Creo que esos son los Orcos... Son muy feos.

—¡Chicos, tenemos a otra chica!

—¡Es muy linda!

Los veo que me ven con ojos pervertidos... Mierda, creo que intentarán algo.

—Mierda... ¡Muslar asio!

Siento que mi fuerza aumenta.

—Se siente increíble...

Los Orcos se acercan a mí.

—Creo que debo matarlos... Supongo que debo hacerlo... ¡Espada Dix!

La espada de viento aparece en mi mano derecha.

—¡Vengan!

Los Orcos se acercan a mí corriendo. Son ocho Orcos. Ellos se acercan sin armas.

—¡Ya quiero tener hijos contigo!

¡Mierda, intentarán violarme!

—¡¿Eh?!

Me alejo rápidamente de ellos.

—¡Vamos por ella!

Los Orcos se acercan a mí.

—¡Asquerosos!

Uno de ellos se acerca demasiado a mí.

—¡Vete!

Le doy un golpe con la espada y le corto las piernas.

—¡¡Ahhh!!- Grita con un desgarrador grito de dolor.

—¡Increíble, esta espada es muy filosa!

—¡Ataquen!

Todos los Orcos me intentan atacar.

—¡Mierda!

Corto a la mitad a dos Orcos y uno de ellos me abraza y no me deja ir.

—¡Eres muy linda!

Me da una lamida en la cara.

—¡Qué asco! ¡Arches Nexus!

Empiezo a volar muy alto.

—¡¿Eh?! ¡¿Puedes volar?!

Sigo volando, me estoy alejando bastante del suelo.

—¡Me caeré!

El Orco me suelta y cae.

—¡¡Ahhhhh!!

Cae al suelo y su cabeza se estrella contra el suelo y explota.

—¡Te lo merecías, pervertido!

Bajo y los cuatro Orcos que siguen con vida huyen de mí.

—¡Miedosos!

Le lanzo la espada a uno de ellos y le atravieso el pecho, justo en el corazón.

El Orco cae al suelo... Supongo que está muerto.

—¡Espada Dix!

La espada aparece en mi mano derecha de nuevo y le lanzo la espada a otro Orco. Le atravieso la cabeza y cae al suelo.

—¡Espada Dix!

La espada aparece en mi mano derecha de nuevo. Los dos Orcos con vida se meten en una casa.

—Idiotas...

Me dirijo a la casa caminando.

—Soy una asesina, pero presiento que estoy haciendo lo correcto.

Entro en la casa y los orcos se arrodillan ante mí... Están suplicando por su vida... Realmente están aterrados.

—¡Perdón!

—¡Déjanos vivir!

—Vaya, me gusta ver como se humillan.

Suelto la espada.

—Les daré un buen castigo.- Digo sonriendo.

Extiendo mis manos y levanto a los dos Orcos con mis poderes psíquicos.

—¡Genial, puedo levantarlos con facilidad!

—¡Déjanos!

—¡Por favor!

Salgo de la casa con los dos Orcos.

—¡Arches Nexus!

Me voy volando lo más alto posible.

—¡No, por favor!

Después de alejarme bastante del suelo, los suelto y caen.

—¡Este anillo es increíble! Aunque me duele un poco la cabeza...

Bajo y reviso los cuerpos.

—Están muertos.

Varias mujeres salen de las casas.

—¿Están muertos?

—¡¡Estamos salvadas!!

—¡¡Gracias!!

Las mujeres están casi desnudas... Mierda... Ellas fueron violadas... Me siento mal por ellas.

—¿Ustedes fueron... violadas?

—Sí... Los Orcos mataron a todos los hombres y nos violaron.

—¿Solo eran ellos? ¿No hay más Orcos?

—Solo eran ellos, no hay más Orcos.

—Lo siento... Debo irme. ¡Arches Nexus!

Me voy volando del lugar.

—Pobres mujeres... Este mundo es muy salvaje... Es interesante, pero salvaje.

-En el gremio-

Me dirijo a la encargada.

—Lo hice.

—Por favor, muéstrame tú tarjeta.

Le muestro mi tarjeta.

—¡Felicidades, realmente derrotaste a los Orcos!

—¿Lo sabe con solo ver mi tarjeta?

—Cuando aceptas una misión, esta aparece en tu tarjeta y desaparece cuando la termines, mueras, o que nosotras la quitemos.

—Ya veo... Qué interesante.

-Presente-

—Espera... ¿Aparece automáticamente?

—Sí... ¿En los gremios del continente 2 no pasa lo mismo?

—No, las encargadas de los gremios apuntan un número en la tarjeta, que también desaparece cuando terminas una misión.

—Ya veo... Bueno, te sigo contando. Después...

-Volvemos a la historia de Daniela-

—Espera, iré por tú recompensa.

La encargada se va.

—Pobres mujeres... Este mundo se ve interesante, pero es muy peligroso.- Pienso mientras suspiro.

La encargada regresa con una bolsa con monedas.

—Tome, la recompensa son de 10 mil monedas de oro. El dinero del registro ya fue descontado.

El oro en mi mundo es muy valioso... ¡Con esto me alcanzaría para comprar una mansión!... Pero supongo que aquí no vale tanto.

—¡Gracias!

—Por cierto, me llamo Zeis.

—Me llamo Daniela... ¿Sabe en dónde puedo dormir? ¿Por aquí no hay un hotel?

—¿Hotel? No sé que es un hotel, pero hay una posada en donde puede dormir, es aquí en frente, es barato.

Tomo la bolsa con monedas.

—Muchas gracias.

Salgo del gremio y veo la posada. Es un gran establecimiento, pero se ve algo sucio.

—Se ve un poco... sucia.

Entro y veo a una chica. La chica es alta, tiene el cabello blanco y largo y usa un vestido negro.

—Hola, disculpe, ¿tiene habitaciones disponibles?

—Sí, claro. ¿Por cuánto tiempo se quedará?

—No lo sé... Realmente no lo sé, tal vez 3 o 4 años.

—¡¿3 o 4 años?!

—Sí.

—E-está bien.

—¿Cuánto sería?

—Espere... Serían 3600 monedas de oro por 3 años.

—Está bien.

Abro la bolsa con monedas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.