Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 33: Un nuevo peligro.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 33

Desmolfer vigila un gran portal rojo con una expresión de preocupación. Está en una especie de cueva oscura, y el portal ilumina la cueva con su luz roja.

Desmolfer está demasiado preocupada y confundida por alguna razón.

—¿P-por qué sus almas no regresan?... ¿Qué está pasando?

Un gran espejo aparece y muestra varias esferas blancas volando alrededor de una luz blanca. Algunas esferas blancas explotan.

—N-no es posible...

Pone una gran expresión de enojo... Está demasiado enojada. Cierra los puños con furia hasta que se saca sangre.

—¡¡Maldito seas, Monderfol!!- Grita con todas sus fuerzas.

Su gran grito provoca que el lugar comience a temblar, es como un terremoto.

-Mundo 1-

Mis compañeras están buscándome sobre la planicie que quedó después de la gran explosión. Todo está destruido, no hay rastro de absolutamente nada. Los demonios se desintegraron junto con esa explosión.

—E-es imposible que Daniel siga con vida.- Dice Sara con lágrimas en sus ojos.

—P-pero mi marca aun no desaparece... Él sigue con vida.

Rem tiene en sus brazos a mi abuela, que sigue desmayada.

—Me duele aceptarlo, pero Daniel murió.- Dice Rem con lágrimas en sus ojos.

—N-no... ¡¡Daniel!!- Grita Sonia con lágrimas en los ojos.

Cris se pone de rodillas mientras lagrimas caen de sus ojos.

—Daniel... ¡¡Daniel!!

Todas están llorando, incluso Daniela está llorando. Es un ambiente de tristeza... Cris y Sonia me han conocido por años, por eso les afecta mi supuesta muerte, pero las demás apenas me conocen... Supongo que soy alguien carismático, supongo que las personas se encariñan conmigo fácilmente.

Liz y Alex se abrazan mientras lloran.

—¿P-por qué mi marca no desaparece?

Una gran luz aparece en el lugar en donde morí y Sara apunta el lugar con su dedo índice.

—¡Miren!

Todas observan la luz y se sorprenden demasiado... Están confundidas, pero también están sorprendidas. Tienen la esperanza de que yo siga con vida.

—¡¿Qué es eso?!- Dice Rem.

La luz desaparece y aparezco en el lugar... Estoy normal, como siempre. Estoy ileso, no tengo heridas, mi ropa está bien, estoy bien... Estoy en perfectas condiciones... Aunque ahora ya no puedo revivir... Debo tener demasiado cuidado a partir de ahora.

—Ya no puedo revivir...

Reviso mi cuerpo, tengo ropa puesta. Suspiro aliviado.

—Gracias, Dios.

Bajo la cabeza y cierro los ojos... Matar a mi madre realmente me afectó... ¿Realmente hice lo correcto?

—Nadia...

Todas se dirigen corriendo a mí llorando... Vaya, realmente me extrañaron.

—¡¡Daniel!!- Grita Sonia.

—¡¡¿Eres tú?!!- Grita Sara.

—¡¡Estás vivo!!- Grita Alex.

Volteo a verlas y sonrío... Se alejaron a tiempo... Supongo que calculé muy bien el tiempo... Se siente bien que se preocupen por mí.

—Lograron alejarse a tiempo. Me alegro.

Alex salta y me abraza mientras llora.

—¡Creí que habías muerto!

Casi todas me abrazan.

Rem simplemente me observa y sonríe.

—Daniel...

Rem intenta despertar a mi abuela.

—Cristina, Daniel está vivo.

Le pellizca la mejilla y mi abuela abre los ojos poco a poco.

—Cristina, Daniel está vivo.

—¿V-vivo?

Rem baja a mi abuela y ella me observa. Estoy feliz y sonriendo, realmente me gusta saber que mis amigas me estiman tanto.

—¡Dani!

Veo a mi abuela y me pongo nervioso.

—Ahora que recuerdo, no le dije que podía revivir. Solo le conté lo que había vivido en este lugar... Mierda.- Pienso.

Sí, sí, lo sé, soy un idiota... Y sí, soy un idiota.

Mi abuela se dirige a mí llorando.

—A-abuela, lo siento...

Me dirijo a ella y la abrazo con fuerza... Mierda, realmente soy un idiota.

—No te dije que podía revivir, lo siento.- Digo susurrando.

—No te preocupes... Me alegro que sigas con vida.

Siento un mal presentimiento, mi ojo derecho me empieza a doler un poco. Me alejo de mi abuela y me pongo nervioso... Algo malo pasará... Algo muy malo.

—¿Qué pasa?

Una gran luz blanca sale del suelo.

—¡Imposible!

Otras luces blancas salen del suelo. Son 6 en total.

—¡¿Que son esas luces?!

Rem se acerca a mí.

—¡¿Qué es eso, Daniel?!

—¡No lo sé!

Mi abuela se acerca a mí.

—¡Daniel, es peligroso, vayámonos!

Las luces se dirigen a nosotros... ¡Mierda, debo alejarme de éste lugar!

—¡Muslar asio!

Veo que las luces se dirigen a mí en cámara lenta y tomo de los brazos a Rem y a mi abuela.

—¡Escapen, esquiven las luces!

Me alejo corriendo, pero la luz es muy rápida. Gracias al hechizo "Muslar asio", puedo ver los ataques en cámara lenta, pero mis movimientos no son muy rápidos. Apenas logro evitar que las luces nos toquen.

—¡¡No!!- Grita Sara.

Volteo y veo que las luces rodean los cuerpos de Sara, Alex, Liz, Sonia, Cris y Daniela. Sus cuerpos están brillando. Las chicas gritan del dolor. Son gritos de agonía y sufrimiento... Gritos desgarradores.

—D-Daniel... ¿Q-que pasa?- Dice mi abuela asustada.

—C-chicas...

Escuchar esos gritos me hace llorar... Me hace sentir mucha tristeza... Me hace sentir un inútil.

El brillo desaparece y los cuerpos de las chicas emanan calor... Mucho calor, que hasta nosotros lo sentimos.

—¡¡Monderfol, parece que nuestro Dios ya tiene suficiente poder mágico!!- Grita Sonia.

—¡¡Las almas están dentro de nosotros, es momento de hacerlo!!- Grita Alex.

—¡¡¿Se refiere a la fusión?!!

—¡¡Sí!!

Empiezo a temblar de miedo... Tengo demasiado miedo.

—L-los demonios tomaron los cuerpos de las chicas... M-malditos...

—D-Daniel, ¿qué hacemos?- Dice Rem.




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