Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 53

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 53

Dios y Destino están preparando hamburguesas, y Desmolfer y Maisha están acosándome. Están sentadas a mi lado y se acercan demasiado a mí.

Estoy completamente rojo y tartamudeo cuando hablo.

—Eres muy lindo cuando estás apenado, Daniel.- Dice Desmolfer.

—G-gracias, D-Desmolfer.

Maisha pone su cabeza en mi hombro derecho y mi cara se vuelve más roja.

Maisha me huele el cuello.

—Hueles muy bien, Daniel.

—G-g-g-g-g-g-g-gracias.

Nirfa está jugando en el agua con Treis y la observo.

Mi cara vuelve a su color normal.

—¿Pueden devolverle la vista a Nirfa?

—Podemos, pero no debemos. Lo siento.- Dice Desmolfer.

—¿Al menos pueden decirme quién la torturó?

—Tu destino es encontrarte con esa persona, Daniel, así que no hace falta que te lo digamos.- Dice Destino.

—¿Mi destino?... Está bien.

—Por cierto, Daniel, quiero darte un regalo.- Dice Maisha.

Truena los dedos y una camisa rosa, con dos logos, una letra "D" y una espada, unos pantalones negros, un collar con una roca roja con forma de corazón, zapatos blancos, y una pulsera roja con corazones pequeños en mi mano izquierda, aparecen en mi cuerpo.

—¿Ropa?

—Tu ropa anterior era un poco... aburrida, así que te diseñé esta. Resalta a la perfección tu personalidad, Daniel.- Dice Maisha.

Desmolfer comienza a reír.

—¡Esa ropa es ridícula! ¡Su ropa anterior está perfecta!

—¡Le queda bien!

—¡No!

—¡Sí!

—¡Qué no!

Se acercan demasiado entre sí, parece que quieren pelear.

Me levanto y me estiro... Es cómoda... Admito que es un poco fea, pero no quiero rechazar a una Diosa.

—Es cómoda... Me gusta... Creo que usaré esta ropa a partir de hoy.

—¡Me alegro que te haya gustado!

Maisha le saca la lengua a Desmolfer y Desmolfer se enoja más.

—¡Yo te voy a diseñar ropa mejor, solo dame algo de tiempo, Daniel!- Dice Desmolfer.

Les sonrío.

—Muchas gracias, chicas.

Se sonrojan y una caja aparece frente a mí. Está llena de ropa igual a la que tengo puesta.

—¡Toma más ropa, la necesitarás!- Dice Maisha sonrojada.

—Muchas gracias...

Escucho el canto de un pájaro.

Levanto la mirada y observo a un pájaro volar.

—Alas... Ahora regreso.

Me acerco a Dios.

—Dios, tengo una pregunta.

—Toma, Daniel, come.

Me entrega una hamburguesa en un plato.

—Gracias.

—¿Qué quieres preguntarme?

—Verás, hace mucho que quería preguntarte algo, pero en el entrenamiento olvidé preguntarte... ¿Le quitaste poder mágico a mi abuela?

—Sí, lo hice. ¿Cómo lo supiste?

—Mi abuela era igual de rápida volando como ángel como yo... Cuando volaba cuando estaba convertido en ángel, solo era un poco menos rápido que volando con el hechizo "Arches Nexus", así que durante mi viaje, intenté volar convertido en ángel, pero...

—Volaste muy lento, ¿no?

—Sí... Con el hechizo "Arches Nexus" mi velocidad es igual a la velocidad a la que corro, pero convertido en ángel, mi velocidad es igual a la velocidad en la que camino... Es como si estuviera caminando en el aire... Es muy lento.

—Dependiendo del poder mágico que tengas, la velocidad es mayor.

—Sí, ya me di cuenta... Eso significa que Daniela es una chica con un gran poder mágico, ¿no?

—Exactamente.

—Eso explica muchas cosas... Vaya, vaya, supongo que ya no tengo más preguntas.

—Tienes el mismo hábito que tu madre. Ella también dice: "vaya, vaya" muy seguido.

—Sí... Mi abuela me lo dijo una vez... Por eso evito decirlo, pero a veces no puedo evitar decirlo...

—¿Qué significa eso para ti?

—No lo sé... Me gusta decir "vaya, vaya"... Me relaja... Sí, me relaja mucho.

Le doy una gran mordida a la hamburguesa y levanto la mirada.

—Madre...- Pienso con un tono triste.

-Al anochecer-

Todos estamos alrededor de una fogata.

—¡Vamos, Daniel, canta!- Dice Maisha.

Una guitarra aparece frente a Desmolfer y la toma.

—¡Yo te acompañaré!- Dice Desmolfer.

—H-hace mucho que no canto... Y no sé qué cantar.

—¡Canta la canción que escribiste, ya sabes a cuál me refiero!- Dice Maisha.

—¿Sabes cantar?- Dice Nirfa.

—Sí... Un poco...

—Canta, por favor, quiero oírte cantar.- Dice Nirfa con un tono dulce.

—¡Canta, Daniel!- Dicen Treis, Destino y Dios, que están borrachos.

—Hasta los Dioses se ponen borrachos. Sabía que era mala idea beber alcohol... Está bien, lo haré.

Desmolfer comienza a tocar la guitarra.

Suspiro... No quiero cantarla, pero tengo que hacerlo.

—Esta es una canción que escribí para Sonia... Antes de que me engañara... No sé escribir canciones, así que es un poco fea... 🎶Por qué sí, sí quiero estar a tu lado, no me importa nuestras diferencias, yo quiero estar a tu lado. Tal vez no sea rico, tal vez sea pobre, pero te prometo que algún día, tendré el dinero suficiente para comprar una pequeña casa, para que formemos una familia... Por qué te amo... Para el amor no hay diferencias, ricos, pobres, guapos, feos, todos pueden ser amados... Y tuve la suerte de que una chica linda y buena se haya fijado en... mí... Aunque te convirtieras en un monstruo asqueroso, yo te seguiría amando, por qué me enamoré de ti por lo que eres y no por tu apariencia... Te amo, So...🎶

Bajo la mirada y suspiro.

—Sonia...

—La letra es mala, pero el ritmo es bueno.- Dice Dios.

Desmolfer le da un golpe en la cabeza con su puño derecho.

—Cállate, idiota.

Me alejo de ellos.

—Lo siento... Esa canción la hice para Sonia hace mucho... Creo que debo ir a tomar aire... Adiós.

Me alejo caminando... Ya superé a Sonia, pero recordar su engaño me pone triste... Ella es muy buena... Es difícil de creer que me haya engañado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.