CAPÍTULO 54

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 54

Estoy caminando por el bosque, estoy algo triste, pero estoy sonriendo, aunque solo es una sonrisa fingida... Ya superé a Sonia... Creo... Debo olvidar el pasado... Lo que pasó ya pasó... Debo seguir adelante.

—Debo olvidarme de todo... Debo olvidar a Sonia... Si tan solo no estuviera aquí, podría olvidarme de ella.

—¿Por qué no usas el hechizo de teletransportación?- Dice la voz de una chica, que se escucha detrás de mí.

—¿Te refieres al hechizo "Viaje"? No creo que funcione para ir a otro mundo.

—¿Y por qué no lo intentas? No pierdes nada intentándolo.

—Tienes razón, lo intentaré cuando vuelva con mis compañeros, si llega a funcionar, caeré dormido aquí... Espera... ¿Qué?

Me doy la vuelta y veo a una chica con la piel blanca, ojos rosas con pupilas con forma de estrella negra, cabello verde y corto, plana, que usa una falda corta rosa y una blusa blanca con un logo de un gato blanco. Tiene partes de piel color verde cocidas en su cuerpo, específicamente en sus brazos y rostro. Usa unas medias largas negras y está descalza, pues las medias están rotas, sus pies se pueden ver.

Tiene como 15 años... Creo.

—Hola, Daniel.- Dice mientras me sonríe, tiene los dientes puntiagudos.

Se ve rara... Parece amistosa... Creo que no debo juzgarla por su apariencia... Aunque parece el típico muerto viviente... Me agrada, no sé por qué.

—¿Hola? Disculpa, ¿quién eres?

—Soy la Diosa de los juegos, mi nombre es Ednac, pero ese nombre es muy feo, así que puedes llamarme "Crismei".

Vaya, vaya, una Diosa... Es linda... Aunque su nombre es raro... Ednac... Creo que el nombre Crismei es mejor.

Izuke aparece flotando a lado de ella y le da un golpe en la cabeza con su puño derecho.

—¡Usa otro nombre, no uses el de mi compañera!

—¡Cállate, me gusta el nombre "Crismei"! ¡Lo usaré si yo quiero!

Los dos se toman del cuello y parecen que están a punto de pelear.

—Esperen, por favor. ¿Qué pasa exactamente?

—Mi querido... hermano...

Hace una seña de asco con su dedo índice y boca.

—...Izuke, no quiere que use el nombre de su novia.

Izuke se sonroja.

—¡E-ella no es mi novia!

—Sí, da igual... Como te dije, puedes llamarme Crismei, soy la Diosa de los juegos. Él es Izuke, príncipe demonio del mundo 1.

Me alejo de ellos poco a poco... ¿Ese niño es un demonio?

—¿D-demonio?

—No te preocupes, los príncipes y reyes demonios son Dioses, ellos no son como los demonios que conoces.- Dice Izuke.

—Solo veníamos a advertirte que los demonios aparecerán antes de lo previsto. Aparecerán exactamente dos días después de la final del torneo celestial.- Dice Crismei.

¿Tan pronto? ¡¿Por qué?! ¡Eso me deja con menos tiempo para prepararme!

—¡¿Eh?! ¡¿Dos días después de la final?!

—Sí... Lo siento, solo pedimos permiso para decirte eso... Eres alguien especial, Crisfa, sé que podrás derrotarlos.- Dice Crismei.

¿Me llamó Crisfa? Ese nombre es raro... Supongo que me confundió con otra persona.

—¿Crisfa?

—Recuerda ese nombre, algún día sabrás su significado. Adiós, Daniel.

—Espera... Tengo una duda... ¿Qué hace exactamente una Diosa de los juegos?

Se acerca demasiado a mi rostro y me sonrojo. Está sonriendo... Es realmente linda y tierna.

—¿Quieres que te muestre mi lugar de trabajo?

—S-sí, por favor.

Me toma de la mano derecha.

—¡Vamos!

Desaparecemos de ahí y aparecemos en el aire, a kilómetros alejados del suelo. Estamos en un lugar con juegos de mesa gigantes, canicas gigantes, historietas gigantes, libros gigantes, entre otras cosas gigantes.

—¡¡Genial, todo este lugar parece divertido!!- Grito mientras caemos al suelo a una gran velocidad.

Estoy sonriendo, pero después de darme cuenta de que estamos cayendo, mi sonrisa desaparece.

—¡¡¿Eh?!!- Grito asustado.

—Puedes volar, no te asustes. Aparte...