Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 85

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 85

Rei se transforma en espada y se acerca a mí.

—La magia defensiva es muy difícil de controlar, hasta para un Dios. Eres un maldito raro, aprendes rápido, pero hasta tú tardarías semanas en controlarlo.

—¡Daré mi mejor esfuerzo, maestro!

—Siéntate en el suelo, cierra los ojos, siente tú magia en tus manos e imagina un escudo.

—¿Un escudo?

—Sí, es básico.

—Está bien.

Me siento en el suelo y cierro los ojos.

—Magia defensiva...

—Tardaste cinco días en aprender a controlar la magia curativa, tardarás cinco semanas en aprender a controlar la magia defensiva.

—Sí... Está bien... Está bien.

Siento un escalofrío y abro los ojos. Levanto la mirada y observo el cielo con una mirada seria... Siento que me observan... Algo siniestro me está vigilando.

—Maestro...

—Sí, yo también lo siento... Alguien no está observando.

—Alguien nos observaba, ya se fue, ya no siento su mirada.

—Desapareció... Algo maligno nos estaba vigilando.

—¿Quién habrá sido?

Lejos de ahí, en la isla que flota en el cielo, Sinfer está sentado en una mesa, está en un restaurante. Las personas a su alrededor parecen personas normales, no parecen demonios.

Sinfer está bebiendo una copa de vino.

Se la toma y deja la copa en la mesa.

—Delicioso.- Dice sonriendo diabólicamente.

Una mujer aparece a lado de él.

—¿Y bien? ¿Cómo te fue, Nadia?- Dice Sinfer sonriendo.

La mujer se sienta a lado de él... Es Nadia. Está usando una falda negra y una blusa negra.

—Mi hijo realmente se volvió un gran hombre... Sintió mi presencia... Se volvió muy poderoso, y en poco tiempo... Es realmente sorprendente.

—Es la ventaja que tiene su alma, le permite aprender rápido.

—Y se volvió muy guapo... Se parece mucho a su padre.

—Entonces, ¿aceptas?

—Claro... Mataré a Ángel, solo necesito más poder.

—Y lo tendrás.- Dice Sinfer con una gran sonrisa.

-Godfer-

Un hombre alto, guapo, fuerte, con el cabello negro y con un pequeño bigote, está sentado en una mesa con Desmolfer, están en el comedor de una casa.

El hombre está vestido con un traje blanco. Está cruzado de brazos y parece muy serio. No está sonriendo, pero no parece enojado... Parece ser un hombre serio.

—¡¿Y bien?!  ¡¿Me da su bendición?!- Dice Desmolfer emocionada.

—Desmolfer... Ya te he dicho varias veces que no te daré nada, mi hijo es muy joven aún.

—¡Daniel, por favor!

—No, no te daré nada... Por cierto, ¿cómo ha estado?

—Daniel se está volviendo un guerrero muy poderoso... Su hijo realmente es increíble.

—Vaya... Daniel se volvió alguien increíble...

Daniel sonríe un poco.

—Estoy orgulloso de él.

—¡Estás sonriendo, eso es raro en tí!- Dice Desmolfer observando a Daniel de cerca.

Daniel deja de sonreír y se levanta de la mesa. Se aleja caminando de ella.

—Regresaré a mi casa, adiós.

—Una cosa más... Es sobre Cano.

Daniel se detiene y voltea a verla.

—¿Despertó?

—Aún no, pero tengo una duda... ¿Qué se siente usar su poder?

—No me gusta hablar de eso.

—Por favor, realmente quiero saberlo.

Daniel se pone la mano derecha en la boca y le da una lamida.

—Como antiguo poseedor de Cano, solo puedo decirte que se siente horrible... Violé y maté a mi propia hermana... Cano es un ser realmente enfermo y peligroso... Si Cano despierta, mi madre, y las amigas de Daniel, estarán en peligro... Lo siento, no puedo decir nada más, adiós.

Daniel sale de la casa y Desmolfer baja la mirada... Desmolfer está triste.

—Daniel... No quiero verte sufrir.




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