Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 94

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 94

-Día 120, faltan 30 días para el torneo-

Estoy parado frente a Sinka. Mis compañeros me están observando.

Le estoy acariciando la cabeza con mi mano derecha.

Estamos en el enorme jardín de su castillo.

Estoy usando la ropa que me regaló Desmolfer.

—Magia de maldición... Eliminación.- Digo con una expresión seria.

Me crece un pequeño cuerno negro en mi frente

Mi mano y mi brazo es rodeado por marcas de color negro, las marcas tienen forma de rayo.

El cuerpo de Sinka es rodeado por un material negro y quito mi mano de su cabeza.

El cuerpo de Sinka está cambiando de forma.

El material desaparece y Sinka se convirtió en una chica muy hermosa, como de 15 años, con el cabello blanco y corto, ojos rojos, es plana y está desnuda.

Sinka observa sus brazos y comienza a llorar.

—¡S-soy normal! ¡Soy normal!

Los cambios que sufrí desaparecen y me alejo de ella.

—Ponte ropa, adiós.

Sinka me abraza por la espalda.

—¡Gracias, gracias, muchas gracias!

—De nada... Adiós.- Digo con un tono serio.

Sinka se aleja de mí confundida y mi abuela se acerca a ella.

—Perdona a mi nieto... Él tiene la estúpida idea de que si no se encariña con nadie, no sufrirá más.

—Escuché lo que pasó... Lo siento.

—No te preocupes... Nos retiramos, fue un gusto conocerte.- Dice mi abuela sonriendo.

-Minutos después-

Estoy jalando una carreta con un hilo mágico rosa que está amarrado en mi dedo índice derecho.

Nirfa está caminando a mi lado, mis compañeros están adentro de la carreta.

Rei está en mi espalda.

—Mañana es tú cumpleaños, Nirfa, ¿qué vas a querer?- Digo sonriendo.

—¡Lo que sea, por favor!- Dice Nirfa sonriendo.

—Cumplirás 20 años... Realmente los Elfos envejecen lentamente... Te compraré... Te compraré un vestido... O tal vez una mascota... Lo pensaré.

Una enorme águila, del tamaño de una casa de una planta, vuela sobre nosotros.

—Otra vez... No se rinden.

El hilo desaparece.

Tomo a Rei con mi mano derecha y doy un gran salto.

Veo el águila a los ojos.

—¿No se cansan?

Aterrizo sobre su espalda.

—Sé que estás aquí.

Me hago a un lado, esquivando un ataque,  y uso a Rei para golpear algo invisible.

El cuerpo de un demonio se vuelve visible. Un demonio invisible intentó atacarme usando su puño derecho.

Le atravesé el pecho con Rei.

—Fácil.

Pongo mi mano izquierda en su rostro.

—Robar... Listo.

Quito a Rei de su pecho y el cuerpo del demonio cae sobre la espalda del águila.

—Robé su alma.- Digo sonriendo.

Salto y me alejo de ahí rápidamente.

Aterrizo frente a la carreta.

Tres demonios están flotando frente a la carreta. Son tres chicas con cuernos.

Cadenas que flotan en el aire las tienen atrapadas.

Tienen cadenas rosas en sus brazos y piernas.

—Vaya, vaya, ¿intentaron atacar a mis compañeros?

Me acerco a ellas y sonrío diabólicamente.

—Nunca aprenden.

Pongo a Rei sobre el cuello de una de ellas.

—Nirfa, entra a la carreta, no quieres ver esto.

Nirfa entra en la carreta y las demonios me ven con miedo.

Están temblando de miedo.

—Supongo que saben lo que les haré.

—¡P-perdónanos, por favor, Solmar nos obligó!- Dice una de las demonios llorando.

—No me importa.

-Godfer-

Desmolfer está bailando sobre la mesa de un bar. Dios y Maisha están sentados en la mesa.

—¡Daniel se volvió malvado, ahora será todo mio!- Dice Desmolfer.

—Sigue siendo bueno.- Dice Maisha.

—Sé que a los malvados les atraes, pero no creo que Daniel se enamore de tí.- Dice Dios.

—¡Claro que lo hará!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.