Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 98

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 98

Sinfer sigue construyendo la extraña maquina, junto con el antiguo rey de Soufla. Hay máquinas enormes y raras conectadas a la máquina, parece un laboratorio muy moderno... Parece el lugar de trabajo de un científico loco.

—Ya casi está listo, solo falta unos detalles más.- Dice Sinfer.

Sinfer se acerca al Orco y sonríe diabólicamente.

—Agradezco tú ayuda, pero ya no te necesitamos, ya nos dijiste todo.

Pone su mano derecha en el rostro del Orco.

El Orco está llorando y temblando de miedo. Le tiene demasiado miedo a Sinfer, que incluso se orina en sus pantalones.

—¡N-no me mate, por favor!

—Adiós.

La cabeza del Orco explota y Sinfer se aleja caminando.

—Necesitaré reunir bastante energía mágica.- Dice sonriendo diabólicamente.

-Mundo 15-

Diego y Cristhela están caminando juntos por las calles de la ciudad.

Diego está usando un pantalón negro y una camisa blanca. Cristhela está usando un pantalón negro y una blusa roja.

—La película estuvo muy buena.- Dice Diego.

—Sí, pero su final es muy triste, el protagonista se sacrificó para salvarlos a todos.

—Es lo que hacen los héroes, ellos están dispuestos a sacrificarse para salvar a alguien... En sus últimos momentos, las personas demuestran su verdadero ser... El protagonista era alguien admirable... Me gusta mucho ese tipo de personajes.

—¿Tú te sacrificarías por alguien?

—Solo por mis amigos, no me sacrificaría por personas que no conozco.

—Ya veo... ¿Quieres salir de nuevo mañana?- Dice Cristhela sonriendo.

—Claro que sí, me encantaría.- Dice Diego sonriendo.

-Mundo 1-

Mis compañeros y yo estamos comiendo en un pequeño restaurante. El restaurante está algo lleno, y las personas nos están viendo raro.

Estamos comiendo huevos y carne.

—Matar a Solmar será complicado, es el príncipe de Mismar, tendré que enfrentarme a un ejército completo... Tengo que pensar en cómo derrotarlo sin matar a inocentes.- Digo con un tono serio.

—Llegaremos en tres meses si vamos en carreta.- Dice Sandro.

—Sí, lo sé... Llegaríamos en horas si voy volando, pero quiero ver los lugares... Quiero ver un poco de este mundo.

—Sí, lo sé.- Dice Sandro.

Dos hombres se acercan a Nirfa, parecen muy enojados.

—¡¿Qué hace un Elfo en este lugar?!- Dice uno de ellos.

Uno de ellos golpea la mesa con su puño derecho, frente a Nirfa.

—¡Me das asco!- Dice enojado.

Están viendo con asco a Nirfa, y eso no me gusta nada... No me gusta para nada.

Mis compañeros se ríen un poco, excepto mi abuela.

—Pobres.- Dice Sandro mientras intenta no reír.

—Me dan pena.- Dice Cris riendo.

—Creo que no conocen a Daniel.- Dice Sonia.

—Dani, no los lastimes mucho.- Dice mi abuela.

—Será lo suficiente.- Digo con un tono serio.

Me levanto y me dirijo a ellos.

—Nirfa, ¿entrepierna o cara?

—Veamos... Entrepierna, por favor.- Dice Nirfa sonriendo y con un tono dulce.

Cadenas rosas aparecen de la nada frente a mí y los toma de las piernas y los brazos.

—¡¿Eh?! ¡¿Qué es esto?!

—¡¿Cadenas?!

—Empecemos.- Digo sonriendo dulcemente... Parezco alguien bueno y dulce, pero lo que estoy a punto de hacer, no es bueno, ni mucho menos dulce... Es algo doloroso y sádico.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.