Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 104

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 104

Estoy esquivando los ataques de Nei, me está lanzando flechas de hielo que salen de las palmas de sus manos.

Estamos en un hermoso valle verde, frente a una enorme mansión.

—La velocidad de sus ataques es increíble... Pero no tanto, puedo esquivar los ataques con facilidad, son predecibles.- Pienso mientras esquivo los ataques.

Tomo a Rei con mi mano derecha y me dirijo a ella corriendo, mientras esquivo los ataques.

—Magia defensiva... Escudo.

Un escudo rosa aparece en mi brazo izquierdo.

Salto y le lanzo a Rei.

Lanzo a Rei a una gran velocidad, y cuando está a punto de impactar sobre su rostro, un enorme escudo rosa aparece frente a ella y evita el ataque.

Nei me observa asombrada y con los ojos brillantes.

—Realmente es increíble.

Aterrizo y los escudos desaparecen.

—Descansa una hora, luego seguimos.

Me acuesto en el suelo y comienzo a hacer abdominales.

—¿No descansarás?

—No tengo tiempo para descansar... No lo tengo.

Nei se acuesta a lado de mí y comienza a hacer abdominales.

—Te acompaño.

—Nei, nunca me enamoraré de alguien, podemos tener sexo, pero nunca seré tú novio... No te enamores de mí, ¿está bien?

—Sí, lo sé.

-3 horas después-

Después de tres horas de hacer ejercicio sin parar, estoy corriendo rápidamente junto a Nei, que apenas puede seguirme, está muy cansada.

Ambos estamos cubiertos de sudor.

—Y-ya no puedo.

Nei cae al suelo y me acerco a ella.

Pongo mi mano derecha en su mejilla y se sonroja.

—Magia curativa...

De mi mano derecha comienza a salir un vapor rosa.

—Recuperación.

El vapor comienza a entrar por su boca y nariz.

Después de cinco segundos, el vapor desaparece y me alejo de ella.

—Descansa dos minutos, con eso será suficiente.

Comienzo a correr rápidamente de nuevo.

—No se cansa... Realmente tiene mucha resistencia y energía...

Se comienza a acariciar la mejilla, está un poco sonrojada y excitada.

—Tal vez... Solo necesito un poco más de eso.- Dice mordiendo su labio.

Lejos de ahí, en el jardín de la mansión, Sandro está esquivando los ataques con espada de mi abuela.

Cris está esquivando los ataques de Sonia.

Cinco personas los están observando.

—Los compañeros de Daniel son raros.- Dice una chica con el cabello azul y corto, que usa una falda corta blanca y una blusa blanca. Su nombre es Bella.

—No son tan fuertes como Daniel, pero tienen lo suyo.- Dice un chico con la piel azul, que tiene el cabello blanco y largo, y usa un pantalón negro y una camisa roja. Su nombre es Kude.

—Hablando de Daniel, él y Nei aún no regresan... ¿Qué estarán haciendo?- Dice un hombre de unos 40 años, que tiene el cabello negro, tiene una segunda boca en su frente, y usa un pantalón blanco y una camisa negra. Su nombre es Crisko.

—Tal vez estén besándose bajo un árbol.- Dice una enorme chica, de dos metros, que tiene el cabello blanco y muy largo, y usa un vestido blanco. Su nombre es Merla.

—No lo creo, dicen que Daniel no se enamora de nadie, que no le interesa el amor... Creo que simplemente están entrenando.- Dice una hermosa chica, pero que tiene voz de hombre. Tiene el cabello blanco y corto, y usa un pantalón negro y una camisa verde. Su nombre es Opart.

Nirfa pasa a lado de ellos y se dirige a mi abuela.

—Abuela, ya terminé de hacer la comida. Descansen un poco.

—Lo único que me molesta, es tener que soportar a una Elfa.- Dice Bella.

—No digas nada, Daniel nos advirtió que nos matará si la insultamos.- Dice Merla.

—Solo debemos ignorarla.- Dice Crisko.




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