Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 109

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 109

—¡Luego te explico lo que pasa! ¡Vamos, úsame!- Dice Dax.

Diego levanta su mano derecha lentamente.

—Apenas puedo moverme...

Toma a Dax con su mano derecha.

—¡Te daré de mi magia!

La mano derecha de Diego es rodeada de fuego.

—Me... Me siento mejor...

Con un rápido corte, le corta la mano al guerrero.

Se quita la espada de su estómago y se aleja corriendo.

—¡Increíble, no siento dolor! ¡Puedo moverme más rápido!

—¡Estoy usando mi magia para curar tus heridas!

—¡¿Eras la espada de Neim?!

—Sí, lo era... Después hablamos, primero debes derrotarlos.

Los guerreros lo están persiguiendo.

—¡Claro!

Diego se detiene y voltea a verlos.

—¡Aquí vamos!

Se dirige a ellos corriendo, los guerreros intentan atacarlo, pero él esquiva sus ataques rápidamente, y con dos ataques con Dax, parte a la mitad a los guerreros.

—¡Lo logré!

Diego observa a lo lejos al estudiante.

—Intentó matarme...

Se dirige corriendo a él.

—¡¿Lo matarás?!- Dice Dax.

—No soy un asesino, y como soy un familiar y él un noble, no lo castigarán, pero puedo humillarlo.- Dice Diego con una gran sonrisa.

-Ejico-

Estoy bañándome en un baño con aguas termales. Vapor rodea el baño, el agua está un poco caliente... Bueno, supongo que por eso se llaman aguas termales... O eso creo, realmente no lo sé.

El baño está dividido en dos partes, la de hombres y la de mujeres, nos divide una pared de madera, pero la pared no toca el techo, lo que significa que cualquiera puede espiar si sube por la pared.

Estoy bañándome junto con Cris y Sandro.

Estamos usando toallas, pues los obligué a que las usen, no quiero verlos desnudos.

—El agua está perfecta.- Dice Sandro.

—Fue buena idea venir a este lugar, Daniel.- Dice Cris.

—No nos quedaremos mucho tiempo, así que no se acostumbren.

En el lado de las mujeres, mi abuela, Sonia y Nirfa, están bañándose juntas, desnudas.

Nirfa está intentando hacer un agujero en la pared con un cuchillo, para espiar.

—Nirfa, no hagas eso.- Dice mi abuela enojada.

—Solo quiero ver un poco.- Dice Nirfa sonrojada.

—Vaya... Se supone que los hombres son los que deberían intentar espiarnos.- Dice Sonia.

—No creo que se atrevan con Dani a su lado, saben que Dani los golpearía.- Dice mi abuela.

En el otro lado, salgo del agua y extiendo mi mano derecha.

—Les enseñaré un truco que aprendí con la magia de agua.

Del agua sale una burbuja llena de agua.

La burbuja comienza a cambiar de forma, ahora tiene la forma de una mujer.

—Puedo darle forma al agua. Sandro, tú tienes tres tipos de magia, agua, fuego y tierra, así que también puedes hacer esto...

La mujer se divide en dos, la primera es de agua, la otra está rodeada de fuego.

—Combiné la magia de fuego con la magia de agua.

—Increíble...- Dice Sandro impresionado con lo que hice.

El fuego desaparece y la mujer regresa al agua.

—Combinar magia es difícil, pero eres un prodigio, aprendes fácilmente, así que no tendrás problemas con esto.

—Gracias, Daniel.- Dice Sandro sonriendo.

Entro al agua y suspiro.

—Tengo demasiado trabajo... Merezco un pequeño descanso.

Nei entra al baño, pero en el lado de los hombres.

Está usando una toalla, pero aún así, eso está mal.

—¡¿Puedo entrar con ustedes?!

Cris se sonroja y Sandro se emociona.

—¡Por supuesto!- Dice Sandro.

Salgo del agua y me dirijo a ella.

La cargo en mis brazos y le sonrío.

Nei se sonroja y me acaricia la mejilla.

—Vaya, no pensé que...

—Nei...- Digo interrumpiendo lo que dice.

Comienzo a flotar.

—Este es el lado de los hombres...

Me detengo en el aire y lanzo a Nei al lado de las mujeres.

—¡Ese es el lado de las mujeres!

Nei cae al agua y sale rápidamente.

—¡No seas injusto!

Se da cuenta que Nirfa está haciendo un agujero y se acerca a ella.

—Déjame ayudarte.- Dice sonriendo.

Mi abuela y Sonia suspiran.

—En este mundo, las mujeres son más pervertidas que los hombres.- Dicen las dos.

-Nimei-

El estudiante está corriendo desnudo por los pasillos de la escuela mientras Diego lo persigue.

Los estudiantes se mueren de la risa cuando lo ven.

—¡Por favor, déjame en paz!- Dice el estudiante llorando.

—¡Estarás desnudo hasta que yo lo diga!

Dan vuelta en un pasillo y Nelfrar los detiene, extendiendo sus brazos, dando a entender que se detengan.

—O bueno, hasta que mi amo me detenga.




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