Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 110

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 110

Diego está limpiando una gran biblioteca usando una escoba, y Dax está en su espalda.

—No puedo creer que mi amo me obligue a limpiar como castigo.

—Era eso, o que él sea expulsado por tú culpa.- Dice Dax.

—Viéndolo de esa forma, es comprensible... Entonces, después de la muerte de Neim, me elegiste como nuevo poseedor... ¿Por qué? ¿Soy alguien con el corazón puro? ¿Mi alma es perfecta? ¿Soy el verdadero protagonista de esta historia y Daniel simplemente es un personaje secundario?

—Si esto fuera una novela, Daniel sería el protagonista, y tú serías el secundario... Eres alguien muy normal, no tienes nada de especial... Nada, no tienes nada de especial, solo te pareces a Daniel un poco en su actitud, es todo.

—Vaya manera de bajar mis ánimos... Ya sé las reglas, no debo decirle a nadie sobre tí... Bueno,  ¿cuándo empezamos con el entrenamiento?

—Mañana.

—Está bien.

-Ejico-

Es de noche y estoy acostado en una gran cama solo. Estoy en una gran habitación, y está demasiado silenciosa.

Estoy dormido profundamente.

Nirfa entra a mi habitación y se dirige a mí lentamente.

—Dormiré abrazando a Daniel.- Dice con una pequeña sonrisa.

Está a punto de acostarse en la cama, pero inesperadamente, empiezo a hablar dormido.

—Lo siento, señor... No pude proteger a Alex.- Digo mientras una lágrima sale de mi ojo izquierdo.

—Daniel...

-Días antes-

Estoy frente a la casa de la familia de Alex, estoy en el suelo mientras el padre de Alex me da golpes en la cara con sus puños.

—¡Maldito, maldito, sabía que no debía ir contigo!- Dice llorando.

—Lo siento, señor... Acepte el dinero por favor, me sentiría un poco mejor si lo hace.

Me toma de la camisa y me levanta.

—¡El dinero no me devolverá a mi hija!

—Lo sé... Realmente lo siento... Lo siento.- Digo con una expresión seria, que no refleja tristeza o dolor.

Le muestro a Rei.

—Por favor, si hacerme sufrir lo hace sentirse mejor, hágalo.

Mis compañeros me observan nerviosos.

—Dani.- Dice mi abuela con lágrimas en sus ojos.

El hombre toma a Rei.

—¡Te tomaré la palabra!

Me atraviesa el estómago con Rei.

—¡Dani!- Dice mi abuela desesperada.

Intenta ayudarme, pero Sandro la toma del brazo izquierdo, evitando que corra.

—Estará bien... Él se sentirá mejor si hace esto.- Dice Sandro con una mirada seria.

Tomo a Rei y me lo quito del estómago.

—Mi madre murió cuando nací, a mi padre lo asesinaron cuando tenía cinco años... Y mi madre se convirtió en un demonio e intentó matarme... Mató a mis amigas... Sé que no puedo pedirle nada, pero quiero que comprenda que también estoy sufriendo... Y mucho.

Me alejo de él.

—Repartan el dinero que les di, no me importa, adiós.

-Presente-

Nirfa me está abrazando mientras estoy dormido. También está profundamente dormida.

Me muevo un poco y toco con mi codo izquierdo su pecho izquierdo.

—¿Una gelatina?- Digo dormido.

Me muevo en la cama y comienzo a tocar los pechos de Nirfa.

—Gelatina... Me gusta sentir la gelatina... Aunque está un poco rara...

Abro los ojos y me doy cuenta de lo que realmente estoy haciendo.

—¡Mierda!

Me levanto de la cama y me alejo rápidamente.

—Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda...

Salgo de la habitación y comienzo a caminar por los pasillos.

—Soy un maldito enfermo.

Entro a las aguas termales y comienzo a quitarme la ropa.

—N-necesito tranquilizarme y olvidarme de lo que acaba de pasar.

Entro al agua y cierro los ojos.

—Nirfa tiene 20 años... Y parece una chica de 20 años...

Muevo la cabeza rápidamente.

—No, eso no justifica lo que hice.

Meto la cabeza al agua.

—Es la primera vez que me pongo nervioso de una forma distinta.- Pienso.

Mi cabeza sale del agua y me sonrojo un poco.

—Mi corazón está acelerado... Es el mismo sentimiento que sentí cuando me enamoré de Sonia...

Levanto la mirada y sonrío.

—Aún es muy pronto, supongo que solo estoy nervioso por lo que hice... No creo que esté enamorado de Nirfa.- Pienso mientras observo el techo.

Siento un mal presentimiento y salgo del agua rápidamente.

Comienzo a ponerme la ropa.

Después de ponerme la ropa, salgo del baño y corro por los pasillos.

—Alguien activó el hechizo de protección, alguien intentó atacar a mi abuela.

Entro a la habitación de mi abuela, y veo a un oso de peluche siendo sostenido por cadenas rosas.

—¿Un oso?

Tentáculos rojos me toman de las piernas y los brazos.

—¡Mierda! ¡¡Dex!!- Grito, para que Rei venga.

—Daniel, realmente es un honor conocerte.- Dice alguien con voz de mujer.

Una mujer pasa caminando a mi lado, tiene el cabello blanco y corto, tiene los ojos rojos, usa un vestido negro, y no tiene piernas, tiene tentáculos en lugar de piernas, 5 tentáculos exactamente.

—Mi nombre es Neka, soy la princesa del país llamado "Beifa".

—¿Beifa?

—No es en este mundo, se encuentra en el mundo 17, el mundo de los humanos diversos.

—¡Ya escuché suficiente! ¡Magia de oscuridad!

De mis manos comienza a salir un material negro, que rodea los tentáculos.

—Eliminar magia.

El material negro desaparece.

—¿Eh?

—Es mi poder especial, puedo eliminar la magia de las personas que toco, aunque solo dura unos minutos.

Me acaricia la mejilla mientras la veo con odio.

—Vamos a mi mundo.

Sandro observa lo que pasa.

—¡Deja a Daniel!

—¡Demasiado tarde!

Sandro se dirige a nosotros corriendo.

—Adiós.- Dice Neka.

Un círculo aparece debajo de nosotros y desaparecemos de ahí.




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