Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 112

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 112

-Tiempo atrás-

Cris, Sonia y yo estamos sentados juntos en una mesa, en el patio de una escuela. Estamos usando uniforme... Eso pasó hace unos meses.

Sonia me está abrazando el brazo derecho mientras intento comer pizza.

—¿Estás seguro de que no quieres ir a comer?- Dice Sonia.

—No puedo, mi abuela se ha sentido un poco mal últimamente, así que quiero ayudarla en todo lo que pueda.

Cris se levanta de la mesa.

—Iré al salón, debo terminar una tarea.

Se aleja de nosotros y Sonia me acaricia la mejilla.

—Necesitas divertirte un poco, Daniel.

—Sí, lo sé, pero...

Un chico me da un golpe en la cabeza con un balón de básquetbol.

—¡Oye, chico lindo!

—Erick...

Me levanto y volteo a verlo. Erick es un chico algo guapo, con el cabello negro y un poco fuerte.

—¿Qué quieres ahora?

—¡Te necesitamos, nos falta un jugador!

—No, gracias, estoy comiendo.

Se acerca a nosotros caminando.

—No seas tímido, vamos, Daniel.

—Gracias, pero tengo mucha hambre, no quiero jugar.

Pone su mano derecha en mi hombro izquierdo y se ríe un poco.

—¿Un pobre tiene hambre? Vaya, qué raro.

Acaricia la barbilla de Sonia y le sonríe.

—Deja a este pobre, yo te compraría regalos caros, Sonia.

Tomo del brazo a Erick con mi mano derecha.

—Déjanos en paz, por favor.- Digo con una expresión de furia.

—Vaya, el pobre se enojó, mejor me alejo.- Dice bromeando.

Se aleja de nosotros y bajo la mirada.

—A mí no me importa ser pobre... Mi abuela hace lo que puede.- Pienso deprimido.

-Presente-

Estoy caminando por las calles de la ciudad.

—¡¡Sandro!! ¡¡Aquí estoy, Sandro!!- Grito para que Sandro me encuentre.

Reviso el mapa con mi teléfono.

—Está cerca... Seguramente está coqueteando con algunas chicas. Si está haciendo eso, lo golpearé.- Digo un poco enojado.

Doy vuelta a la izquierda en una calle, y un hombre con la piel verde, que usa una camisa roja y un pantalón negro, se para frente a mí. Tiene el cabello algo raro, parece que está hecho de agua.

—¡Hola, lindo!

Extiende sus manos y me lanza un líquido blanco y viscoso. Tiene agujeros en las palmas de sus manos, de ahí sale el líquido.

Intento alejarme, pero un poco de ese líquido me da en la cara y un poco entra en mi boca.

El hombre empieza a reír y toco el líquido con mis manos.

—Esto es... Definitivamente te mataré.- Digo enojado.

Cadenas aparecen de la nada frente a mí y lo toman de los brazos y piernas.

—¡E-espera, no es lo que piensas, es solo jugo de Brakma!- Dice asustado.

Lo veo a los ojos por unos segundos y las cadenas desaparecen.

—No estás mintiendo. Te perdono por esta vez, así que vete.

—G-gracias.

El hombre se va corriendo y suspiro.

—Los humanos en este mundo son raros, Sandro.

Volteo a mi derecha y observo que Sandro se acerca a mí caminando. Sandro tiene la ropa manchada de sangre.

—Tenemos un problema... Un gran problema.- Dice Sandro con un tono de preocupación.

(Nota del autor: ¿Cuál es tu pelea favorita hasta ahora?)




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