Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 114

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 114

-Tiempo atrás-

Estoy siendo golpeado por dos hombres, y Erick se está riendo de mí, mientras observa como me golpean.

—Ya fue suficiente, pueden descansar.- Dice Erick.

Los hombres dejan de golpearme y Erick se dirige a mí. Tengo sangre en el rostro... Y me duele demasiado, pero no estoy llorando... No le daré la satisfacción de verme llorar.

—Espero que con esto hayas aprendido a no tratar de humillarme otra vez.

—Kenia intentó besarme a mí, a mí no me interesa salir con tu novia... O mejor dicho, ex.- Digo con una pequeña sonrisa.

—¿Cómo sabes que me terminó?

—Ella me lo dijo, mientras me abrazaba e intentaba besarme.

Me toma de la camisa, me está viendo con una expresión de furia.

—Me vengaré.

—Típica frase cliché de un chico malo... Mejor vete a tú gran casa, con tus padres que no te prestan atención.

—Al menos yo tengo padres. ¿Qué tienes tú? Una anciana que limpia casas. Si tuviera tú vida, ya me hubiera suicidado. Realmente no me imagino vivir a lado de una anciana mugrosa que limpia casas.

Tomo su brazo con mi mano derecha.

—Soporto que te burles de mí... Pero nadie... Absolutamente nadie...

Lo tomo del cuello con mi mano izquierda y uso mi pierna izquierda para empujar sus piernas, provocando que caiga al suelo.

Azoto su cabeza en el suelo, mientras sigo tomando su cuello. Lo estoy viendo con una expresión de furia... Odio que se burlen de mi abuela... No permitiré que alguien se burle de ella.

—¡Nadie se burla de mi abuela!

Comienzo a golpearlo en la cara con mi puño derecho.

—¡Mi abuela es una persona muy buena, y no permitiré que un maldito niño rico, que solo presume el dinero de sus padres, se burle de ella! ¡Eres un maldito inútil, solo pasas las materias por qué sobornas a los profesores! ¡Yo odio ser guapo, pero por esta vez puedo decir con orgullo, que un maldito pobre es más guapo que un rico!

Los hombres me toman de los brazos y comienzan a golpearme.

Erick se levanta lentamente del suelo y se limpia la sangre de la nariz.

—¡Te arrepentirás, lo juro!- Dice Erick enojado.

-Presente-

Neka está parada frente a nosotros.

—¡Daniel, necesito tú ayuda!

—No me casaré contigo.

—¿Casarnos? No me quiero casar contigo... O bueno...

Me acaricia la mejilla con su mano derecha.

—Por ahora no puedo, pero después de que me ayudes, tal vez podamos.- Dice sonriendo y un poco sonrojada.

—Entonces, ¿por qué me trajiste a este mundo?

—¡Necesito tu ayuda para derrotar a mi padre, el rey demonio!

—¿Eres hija del rey demonio? ¿No me trajiste a este mundo para obligarme a casarme contigo?

—No, no te traje a este mundo por eso.

Cierro los ojos... Necesito pensar un poco.

—Desmolfer no me dijo nada del rey demonio... Ella me dijo que no podía regresar al mundo 1 tan pronto, tal vez eso haya sido una indirecta... Ella no puede ayudarme mucho... Supongo que tengo que derrotarlo.- Pienso.

Abro los ojos y sonrío.

—No era necesario que me hayas traído a la fuerza. Te ayudaré, Neka.

Neka me abraza con fuerza.

—¡Gracias, Daniel!

—Aunque es un poco perturbador que trates de derrotar a tu padre.

—Mira quién lo dice, el que mató a su madre una vez.- Dice Sandro.

Volteo a verlo enojado y él comienza a temblar.

—D-Daniel, l-lo siento...

Dejo de estar enojado y le sonrío.

—Mi madre es una maldita perra que trató de matarme, así que no la considero mi madre, así que te perdono. Tengo poco tiempo, así que empecemos a planear un plan.

-Tiempo atrás-

Estoy limpiando el suelo de una tienda con una escoba. Una señora me observa barrer, está un poco sonrojada.

—Con eso es suficiente, ya limpiaste suficiente.- Dice la señora.

Me limpio el sudor y tomo una cartera de huevos que está en el mostrador.

—Muchas gracias por aceptar que limpiara a cambio de los huevos.- Digo sonriendo.

—¿No quieres ganar un dinero, Daniel?

—¿Dinero?

Se acerca demasiado a mí y saca varios billetes de su bolsillo.

—Te daré todo este dinero, si te desnudas frente a mí.

Me pongo completamente rojo y nervioso.

—¡¿D-desnudarme?!

—Sí, solo eso.

—S-sabe que tengo 15 años, ¿no?

—¿Y?

—E-es ilegal.

—¿Lo harás o no? Tu pobre abuela trabaja todo el día, ¿no crees que debes ayudarle un poco?

Trago saliva y dejo los huevos en el mostrador.

—No intente nada raro... Solo mire.

Me quito la camisa y la señora comienza a salivar.

—Claro que sí.- Dice con una larga sonrisa.

Estoy a punto de quitarme los pantalones, pero mi abuela entra a la tienda.

—¡Dani, ¿qué haces?!

Volteo a verla nervioso y completamente rojo.

—S-se me ensució la camisa con el polvo, y ella ofreció lavarla.

—¡Yo te la lavo, vámonos!- Dice enojada.

Volteo a ver a la señora y bajo la mirada.

—Lo siento, debo irme.

Tomo los huevos y me alejo caminando.

—Realmente quería ayudarle a mi abuela.

Salimos de la tienda y mi abuela me acaricia la cabeza.

—No soy tonta, sé lo que tratabas de hacer... Dani, eres un chico muy lindo, pero no te aproveches de eso.

—No me aprovechaba.

—Somos pobres, pero aún tenemos dignidad... No te humilles por dinero.

—Solo era desnudarme... Me iba a dar mucho dinero.

—Tal vez después intente violarte... Dani, no te arriesgues tanto.

—Sí, está bien, abuela.

—En estos tiempos, solo las personas con estudios universitarios, consiguen empleo. Quiero que sigas estudiando, para que tengas un buen futuro, Dani.

—Sí, lo sé, abuela... Al menos conseguí huevos para comer.- Digo sonriendo.




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