Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 118

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 118

¡¿Por qué demonios siempre tengo que estar rodeado de personas raras?!

—Crismi no es mala... Supongo que podemos confiar en ella.

—Deberías ponerte ropa, Daniel.- Dice Sandro.

—Crearé un poco de ropa... Aunque...

Comienzo a golpear el aire con mis puños.

—Me siento más cómodo así...

A las chicas les sale sangre por la nariz y dejo de golpear.

—Pero supongo que debo ponerme ropa.

-Minutos después-

Estamos reunidos en un enorme salón vacío, estamos frente a dos chicas. Una de ellas tiene el cabello largo y rojo, ojos rojos, tiene la piel literalmente blanca, y usa un vestido negro, su nombre es Charket.

La otra chica tiene el cabello rosa y corto, ojos rosa, piel rosa, y usa un vestido rosa, su nombre es Dreiga.

Estoy vestido con la ropa que me regaló Desmolfer... Bueno, esta yo la hice, pero es igual a la ropa que me dio Desmolfer.

—Ellas son mis hermanas, ellas nos ayudarán a derrotar a mi padre.- Dice Neka.

—Maldad... Siento demasiada maldad en ellas... Pero necesito toda la ayuda posible si quiero regresar pronto al mundo 1.- Pienso mientras las observo.

Me trueno los dedos y suspiro.

—Está bien... Pensemos en un plan.

-Horas después, en el infierno del mundo 1-

Izuke está en un enorme salón de clases. Todos sus compañeros son príncipes y princesas demonios, es una escuela para los hijos de los reyes demonios.

Mientras que sus compañeros están hablando entre ellos, socializando, Izuke está leyendo el libro de la portada rara, en donde se narra la historia de Izuke y Sinfer.

—Realmente soy increíble... Seguiré leyendo.

Izuke está leyendo lo siguiente:

"Los miles de demonios que habían, están en el suelo muertos.

Yo estoy parado en medio de todos, completamente herido, perdí mi brazo izquierdo y mi ojo derecho. Estoy cubierto de sangre.

—L-lo logré...

Crismei vuelve a su forma humana.

—¡Izuke, eres un idiota, mira como quedaste!

—Crismei, créeme, valió la pena... Nadie más murió.

Desde lejos, todos me ven asombrados.

—¡Ese niño los derrotó!

—¡Simplemente increíble!

Todos alaban mi victoria y desde muy lejos, Minder me observa.

—Él sólo los derrotó... Mierda, odio admitirlo, pero es asombroso... Tienes mi respeto, Izuke, pero me temo que morirás pronto.

Mis hermanas se toman de la mano.

—Izuke es un chico realmente increíble...

—Sí... Lo es.

Siento un escalofrío.

—Crismei, esto aún no acaba, vuelve a tú forma como espada.

—S-sí.

Se convierte en espada y la tomo con mi mano.

—¿En dónde está?

El cuerpo de Golan explota.

—¡¿Eh?!

Me alejo volando mientras observo la gran explosión.

—¡Hermanas!

La gran explosión se expande con rapidez y desaparece poco antes de que logre alcanzarme.

La gran explosión destruyó todo a su paso... Incluyendo a mis hermanas y a los guerreros.

—¡No!

Me acerco volando hacia el origen de la explosión.

—¡¿Qué pasó?!

Veo a una mujer a lo lejos estirándose, es una mujer con el cabello blanco y ojos blancos.

—Es bueno estar de vuelta... ¿Cuántos años habrán pasado?

Aterrizo frente a ella y me observa por unos segundos.

—¿Marlego?... No, no eres Marlego... ¿Quién eres?

—¡¿Quién demonios eres tú?! ¡¿Tú provocaste esa explosión?!

—Lo siento por eso, pero tenía tanto poder mágico acumulado, que cuando volví a la normalidad mi cuerpo tuvo que expulsarlo. Mi nombre es Golan, mucho gusto.- Dice mientras me extiende su mano.

—¿G-Golan?

Me pongo en guardia.

—T-tú... ¿Por qué estás viva?... ¡Maldición, ¿por qué?!

—No lo sé, creo que alguien encontró la manera de regresarme a la normalidad... ¿Quién eres? ¿Estás enojado conmigo?

—Mi nombre es Izuke, tengo la magia de Marlego y mi propósito en este mundo es derrotarte.

—Ya veo, eres súbdito de Marlego... Ya veo... Supongo que te encargó matarme... Cuando estés recuperado podrás matarme, adiós.

Se aleja caminando de mí y me acerco a ella corriendo.

—¡No huyas!

Voltea a verme.

—Estás muy herido, no me gustaría derrotar a un niño que está herido, me parece injusto.

—¡No me importa, pelea!

Suspira y se acerca a mí.

—Como quieras.

Su puño se vuelve negro e intenta golpearme. Esquivo su golpe e intento golpearla con mi espada. Salta y se aleja de mí.

—Vaya, es muy rápido... No debo subestimarte.

Se pone en guardia y escupo sangre.

—Me las pagarás. - Digo con una mirada que refleja dolor y agonía. Estoy llorando... Estoy sufriendo.

—Eres rápido, niño, aunque estés gravemente herido, eres muy rápido... ¿Eres un hada o un humano?

—Yo... Soy un hada, pero me crié como humano... Soy un ser humano.

—Ya veo... Me interesas... Te propongo algo, te dejaré vivir y serás mi nuevo amigo, ¿qué te parece?

—No... Mi propósito en este mundo es derrotarte... Y eso es exactamente lo que haré.

—Como quieras, acabemos con esto rápido.

Me acerco corriendo a ella e intento atacarla. Salta hacia atrás y se aleja.

—Es realmente rápido.

Me acerco rápidamente a ella volando e intento golpearla.

—¡Muere!

Se hace a un lado y esquiva mi ataque.

—Soy muy débil en estos momentos... Este niño puede matarme... Debo pensar en algo... Ya sé que haré.- Piensa mientras esquiva los ataques que lanzo.

Su puño empieza a volverse rojo y un vapor sale de él.

—Te mataré de un solo golpe.- Piensa.

Minder nos observa pelear desde lejos.

—Eso estuvo cerca, esa explosión casi me mata... Izuke está peleando demasiado bien... Es imposible que peleé de esa forma, está completamente herido... Realmente es un chico increíble... Aunque lo odio, si derrota a Golan, no podré tener la vida eterna que me prometieron.




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