Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 122- Dulce venganza.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 122

-Tiempo atrás-

Estoy limpiando a Rei con un trapo, pues acabo de matar a una enorme araña, que tenía el tamaño de una casa.

Estamos en medio de un bosque tenebroso, es de noche y se escuchan gruñidos y otros sonidos de animales.

—Este bosque es bastante genial.- Digo observando a mi alrededor.

Nirfa, que en ese entonces aún era una niña, me está abrazando, está temblando de miedo.

—¡Este lugar da miedo, Daniel!

—Tu espada es realmente poderosa, Daniel. Las arañas "Minca" son famosas por su dura piel, pero le cortaste la cabeza fácilmente.- Dice Sandro.

—Dex es poderosa, pues usa mi magia para volverse filosa.

—Quisiera conseguir una espada como la tuya.

Dejo de limpiar y volteo a verlo.

—Dax, Dex y Dix son espadas especiales, así que es imposible que consigas una, lo siento.

—Sí, lo sé...

-Presente-

Sandro tiene a Dix en su mano derecha y la otra espada en su mano izquierda, y está atacando a Nermel, que recibe los ataques de Sandro, no puede esquivarlos.

—¡Maldito!- Dice Nermel enojado.

Salta sobre Sandro y le da un gran golpe en la cara, que lo saca volando.

—Mierda...

Sandro cae al suelo, pero salta y se pone de pie rápidamente.

—¿Tienes algún plan?- Dice Dix.

—Sí... Tengo uno.

Se coloca a Dix en la espalda.

—Únete a mí, como Dex se une a Daniel.

—¡Claro!

Dix se vuelve polvo y rodea el cuerpo de Sandro.

—¡Sandro modo verde!

Toma la espada con sus dos manos y se dirige corriendo a Nermel.

—¡Te mataré!- Dice Nermel enojado.

Decenas de portales aparecen alrededor de ellos y comienzan a salir decenas de guerreros con armaduras blancas.

—¡Maten a ese chico!

Sandro comienza a pelear contra los guerreros, mientras que Nermel se aleja corriendo.

—¡Debo escapar, ya casi no me queda poder mágico, ya no puedo proteger mi cuerpo con magia!

Pasa a lado de mí, y tomo su pierna derecha con mi mano izquierda.

—Ya casi no tienes poder mágico...

Levanto la cabeza y sonrío.

—¡Perfecto!

—¡Imposible!

Jalo su pierna, provocando que caiga al suelo.

Se aleja rápidamente de mí, arrastrándose por el suelo, está temblando de miedo.

—¡Destruí tu corazón! ¡Sin tu corazón, no puedes usar magia!

Me levanto lentamente del suelo mientras sonrío, tengo una expresión dulce y linda, pero que a Nermel le causa pánico, está muerto de miedo.

El agujero de mi pecho se regeneró.

—Yo sé que si mi corazón es destruido, ya no puedo usar magia... Es por eso que moví mi corazón a otra parte.

—¡Imposible!

—Soy Daniel... el que hace posible lo imposible.

Me acerco a él lentamente.

—¡E-espera, haré lo que quieras! ¡No me mates, por favor!

Me paro frente a él y tomo su brazo izquierdo.

Lo levanto del suelo.

—Quédate así.

Me coloco detrás de él y lo tomo del cuello con mi brazo derecho.

—¡¡Sandro!!

Sandro termina de derrotar a lo guerreros  y se dirige a mí corriendo.

—¡Sigues vivo! ¡Nunca dejas de sorprenderme!

—¡Usa la técnica que te enseñé!

—¡Sí!

Sandro comienza a dar vueltas, mientras tiene extendidos sus brazos.

—¡Remolino!

—¡N-no, espera!

Sandro se acerca lo suficiente a nosotros y comienza a atacar a Nermel con la espada.

Sandro está destruyendo poco a poco el pecho de Nermel.

Sangre comienza a salpicar por todas partes, es realmente asqueroso.

—¡Maldito!

Sandro corta a Nermel y se detiene.

Suelto a Nermel, y sus dos partes se separan. Las partes caen al suelo y sangre comienza a salir rápidamente.

—L-lo logramos...

Estoy a punto de caer al suelo inconsciente, pero Sandro me atrapa, evitando que caiga al suelo.

—Derroté a un rey demonio... Increíble.- Dice Sandro.

Los rayos dejan de salir y heridas profundas aparecen en todo su cuerpo.

Dix sale de su cuerpo y vuelve a su forma como espada.

—Te curaré.

—Gracias, Dix.

Dix se coloca en la espalda de Sandro, y las heridas se cierran rápidamente.

—Cura a Daniel, por favor.

Dix se acerca a mí y me toca el pecho con la punta. Todas mis heridas se regeneran y vuelvo a la normalidad.

—L-listo... Pero me quedé sin energía mágica.- Dice Dix.

—Gracias por tu ayuda.

Dix vuelve a la espalda de Sandro.

—Descansaré.- Dice Dix.

Sandro me acuesta sobre el suelo y la niña se acerca rápidamente a Sandro.

—¡Estuviste increíble! ¡Derrotaste al rey demonio!

—Gracias... Niña...

Sandro cae al suelo inconsciente.

-Tres días después-

Despierto en una cama, estoy junto a Sandro. Estamos en una enorme habitación.

—¿Qué pasó?

Me levanto de la cama, estoy usando solamente ropa interior.

—¿Hola?

—Hola, Daniel.- Dice Sandro.

Volteo a verlo, apenas se está levantando de la cama. Él también está en ropa interior, que es verde. Tiene a Dix en su espalda.

—Despertamos al mismo tiempo, realmente nos parecemos.

Toma a Dix con su mano derecha y me la muestra.

—¡Mira, es Dix, apareció frente a mí durante la pelea y me dijo que era mi nueva espada!

—¿Dix?...

Me acerco a él.

—Dix, ¿cómo murió Daniela?

—Una chica la asesinó mientras dormía.- Dice Dix.

—Ya veo... También destruyeron su alma...  ¿Sandro es el nuevo elegido?

—Sí, es el reemplazo de Daniela.

—Comprendo...

—Espera... ¿Ya sabías que las espadas hablaban?- Dice Sandro confundido.

—Tengo mucho que contarte, Sandro... Pero después, ahora debemos regresar a nuestro mundo.

Las hijas de Nermel, Crisme y Zei entran a la habitación y se acercan a nosotros.




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