Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 123

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 123

Desmolfer se está poniendo la ropa, y yo estoy observando el alma de Nermel.

—¿Te gustó lo que viste?- Digo burlándome de él.

—¡Solfrar te matará, espero que sufras mucho!

—¿Conoces a Solfrar? Vaya, vaya, supongo que es muy famoso... Adiós, Nermel. Explosión.

El alma de Nermel explota, y Desmolfer me abraza por la espalda.

—Fue el mejor sexo que he tenido. Realmente eres increíble, Daniel.

—Dime, Desmolfer... ¿No te importó que tu hijo nos viera?

—No lo consideraba mi hijo, realmente lo odiaba. Así que no me importa que nos haya visto.

—Ya veo... Odiabas a tu hijo... Te comprendo... Cualquiera odiaría a tu hijo.

—Entonces... ¡¿Me amas?! ¡¿Somos pareja ahora?!

Bajo la mirada... Realmente no siento nada por ella... Solo la utilicé para vengarme de Nermel.

—Desmolfer... Sigamos siendo amigos... Realmente no me interesa salir con nadie... Y para ser sincero, no estoy enamorado de nadie, eso te incluye.

Desmolfer deja de abrazarme y se aleja de mí.

—S-sí... Comprendo.

Volteo a verla y le sonrío.

—Tal vez eso cambie en el futuro... Seamos amigos por ahora, tal vez me enamore de tí en el futuro.

Me abraza con fuerza.

—¡Te enamoraré, serás mio!

Desaparece y observo mis manos.

—Me aproveché de ella... Y me sentí bien haciendo eso...

Me mente crea una ilusión... Siento como si mi madre me estuviera abrazando y acariciando mis manos.

—Yo disfrutaba torturando y matando a las personas. Eres mi hijo, eres igual a mí... Eres malvado.- Dice mi madre.

—N-no... No lo soy...

—Lo eres, hijo, debes aceptarlo.

Me pongo de rodillas y golpeo mi cabeza contra el suelo.

—¡No lo soy!

Mi madre acaricia mi cabeza y me sonríe.

—Lo eres, y lo sabes.

¡Maldita sea, sé que no eres real, pero quiero matarte ahora mismo!

—¡Cállate, maldita sea!

—Es difícil aceptar la realidad.

Mi ojo derecho comienza a volverse rojo y vapor comienza a salir de él.

—¡Nunca lo seré! ¡Nunca seré malvado!

Mi ojo deja de volverse rojo y vuelve a la normalidad.

—Mantendré oculta mi personalidad... Seré bueno.

Mi madre se desvanece y me levanto del suelo.

—Seré bueno... Siempre lo seré.

-Al día siguiente-

Estoy acostado en mi habitación, dormido... Hasta que escucho la voz de Rem en mi cabeza.

"Pero gracias a tí, estoy viva de nuevo. Si muero otra vez, estoy segura de que iré al mundo de los muertos... Gracias, Dani."

Me despierto rápidamente, agitado y perturbado.

—Pesadillas... ¿Cuando terminarán?

Rei se acerca flotando a mí.

—¿Cómo te sientes?

—Bien... Supongo que bien... Gracias de nuevo por cubrirme la espalda.

—No te preocupes, no fue nada.

—¡Hazlo de nuevo, por favor!

—Está bien...

Rei tiene un gran talento, y ese talento es...

—Abuela, iré a derrotar a un demonio, regresaré pronto, no se preocupen por mí.- Dice Rei con mi voz.

—¡Genial! Y gracias a tí, mi abuela y los demás no se preocuparon tanto por mí... Gracias, maestro.

—Hablé un poco con Dix. Ella ya le dijo a Sandro lo que tiene que decir. Él dirá que Dix lo escogió como nuevo amo, pero no dirá nada sobre su forma humana o que puede hablar. La niña escuchó hablar a Dix, pero prometió no decir nada.

—Está bien... ¿Y no ha pasado nada?

—Nada interesante, aburrido realmente.

—Aburrido, pero seguro... Muy bien.

Me levanto de la cama y me estiro.

—Aún tengo mucho que aprender... Maestro, vayamos a entrenar.- Digo sonriendo.

—Vamos, Daniel.

-Día 150-

Sandro, mi abuela y yo estamos parados frente a un enorme coliseo. Tengo a Rei en mi espalda y Dix está en la espalda de Sandro.

Cientos de personas están entrando al coliseo por la enorme entrada que tiene.

—Bien, el torneo celestial comenzará... Estoy nervioso.

—¡Da tu máximo esfuerzo, Daniel!- Dice Sandro.

—¡Te estaremos apoyando, Dani!- Dice mi abuela sonriendo.

Desmolfer, Destino, Maisha y Dios aparecen frente a nosotros.

—¿Estás listo, Daniel?- Dice Dios.

Cierro los ojos por 5 segundos y hablo.

—Sí...

Abro los ojos y sonrío.

—¡Lo estoy!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.