Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 135

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 135

Bajo la mirada y dejo de sonreír.

—Por favor, abuela... Realmente no quiero hablar de eso... Olvidemos que esto pasó, por favor...

Levanto la mirada y sonrío.

—Tengo hambre, vamos a comer.

Mi abuela se acerca a mí.

—Dani...

Se para frente a mí y me da una gran cachetada en la cara con su mano izquierda.

—¡¿Qué te está pasando?! ¡Reacciona!

—Abuela... Siempre te digo todo... Pero por esta vez, no te lo diré... Lo siento, prefiero mentirte que contarte lo que me está pasando...

La abrazo con fuerza y lágrimas comienzan a salir de mis ojos.

—Pero no te preocupes, no es nada grave... Lo tengo solucionado.

—Dani...

-Nimei-

Diego está haciendo abdominales a lado de Dax. Están en un bosque.

Cristhela está sentada en el suelo, observando a Diego.

—¡1000 más!- Dice Dax.

—¡Ya me cansé!

—¡No descansarás hasta que termines!

—¡Maldita sea!

Cristhela se levanta y se acerca a Diego.

—Diego, ¿realmente crees que ganaremos?

—No te preocupes, tengo un buen presentimiento.- Dice Diego sonriendo.

Lejos de ahí, en un desierto, Nei, sus compañeros y el ejército,  están peleando contra miles de guerreros del país de Nimei.

—¡Magia de hielo: Viento helado!

De las manos de Nei sale un gran viento, que congela a miles de guerreros.

—¡Ataquen!

Bella le acaricia la cabeza a Nei.

—Te daré energía mágica.

—Gracias, ya casi no tenía.

—Realmente tu poder mágico es aterrador, Nei... Hemos avanzado rápidamente gracias a tí.- Dice Merla.

—Y es gracias al entrenamiento que Daniel nos dio.

-Ejico-

Estoy comiendo carne alrededor de una fogata, junto con mis compañeros.

—¿Por qué no podemos ir esta vez?- Dice Neka.

—Bueno, por dos sencillas razones. La primera, es por qué solo necesito a Sandro, y mi abuela nos acompaña por qué quiere estar cerca de su nieto favorito. En segunda, es por qué me da flojera llevarlos a todos, está muy lejos. No se preocupen, estaré inmediatamente aquí por si llega a pasar algo malo.

—Si Daniel quiere que estemos aquí, entonces me quedaré aquí. Daniel sabe lo que hace.- Dice Nirfa.

—Y bueno, aprovechando que estamos todos reunidos, quiero dar un aviso... ¡Si vuelven a robar mi ropa interior, juro que nunca más vuelvo a cazar la deliciosa carne de araña que tanto les gusta! ¡Yo sé quién es, pero no diré su nombre!

—Fue Crismi.- Dicen todos.

—Bueno... Era obvio...

Me acerco a ella y la tomo del brazo derecho.

—Necesitamos hablar a solas.

La cargo en los brazos y me alejo volando.

—¡¿M-me castigarás?!- Dice sonrojada, mientras acaricia mi mejilla con su mano derecha.

—Crismi, te quiero pedir un favor... No me vuelvas a robar la ropa, por favor... Sé lo que haces con mi ropa interior, y es un poco perturbador... Una semana, solo una semana sin acoso, sin nada pervertido... Deja de ser pervertida por una semana y me acostaré contigo.

—¡¿En serio?!

—Sí, pero solo será una vez... Me prometí dejar de ser pervertido.

—¡Me conformo con una vez!

"Bueno... Ya se lo habías prometido, y debes cumplir siempre tus promesas... Mientras solo sea una vez, supongo que está bien."

—Sí, solo será una vez.- Pienso mientras desciendo.

Una hora después, en Godfer.

Estoy en el coliseo, listo para pelear. Las personas gritan mi nombre y el nombre de Roma.

—¡¡Dos chicos guapos pelearán!!

—¡¡¿Quién ganará?!!

Estoy parado algo lejos de Roma. Tengo a Rei en mi espalda.

Me trueno los dedos y sonrío.

—Bien, estoy listo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.