Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 145

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 145

Dreimo, la princesa y el rey, están sentados en una enorme mesa llena de comida.

—Ya veo... Entonces ese rey demonio está destinado a aparecer en tres años... Y gracias al hechizo que usaron, ahora tengo magia muy poderosa... Ya sé lo que debo hacer. Debo entrenar mi magia y aprender a usar hechizos.

—Exacto. Es por eso que queremos que estudies en la escuela de magia "Celestial", para que aprendas a controlar tu poder mágico.- Dice el rey.

—¿Celestial? El nombre es feo... Necesitaré algunas cosas.

—¿Cuáles?

—Una casa propia, sin sirvientes. Materiales para escribir libros. Creo que también necesitaré una espada y un escudo. Y si cuentan con un perro enorme, lo quiero.

—¿Para qué quieres un perro?

—Por qué son lindos y necesito compañía en mi casa. Odio a los perros pequeños, así que quiero uno grande.

—Está bien, prepararé todo.

Dreimo se levanta de la mesa y se aleja caminando.

—Iré a recorrer la capital.

—Espera, necesitas protección. Deja que dos de mis guardias te acompañen.

—No necesito protección, nadie me conoce, así que no soy importante todavía.

Dreimo sale del comedor y Hestia se sonroja.

—Es muy guapo, padre... Aunque es muy serio.

—Me agrada Dreimo... Realmente me agrada.

-Mundo 1-

Diego, Cristhela y Nelfrar están caminando junto con miles de hombres.

Cristhela está sudando demasiado, tiene mucho miedo.

—Ya te dije que no te preocupes, Cristhela. Con mi poder de ver ataques en cámara lenta, combinado con mi poder de controlar armas a la perfección, seré invencible. Yo te protegeré, tú solamente deberás atacar a distancia.- Dice Diego sonriendo.

Cristhela se sonroja y baja la mirada.

—G-gracias.

—Si estoy en lo correcto, nos encontraremos con el ejército de Ejico en dos días... Tenemos dos días para entrenar, Diego y Cristhela.

—¡Sí!- Dicen ambos.

-Ejico-

Estoy esquivando los rápidos ataques con espada de Sandro, pero recibo algunos ataques, no soy tan ágil. Estamos en un valle verde, solos.

Estoy usando mi modo rosa, y Sandro usa su modo verde.

—Fue suficiente.- Dice Rei.

Sandro se detiene y sangre comienza a salir rápidamente de mis brazos y rostro. Tengo varias heridas en el cuerpo.

—El 90% apenas puede esquivar algunos ataques de Sandro usando magia de velocidad... Pero creo que será suficiente... Estoy 30% seguro de que ganarás.- Dice Rei.

—30% es un buen porcentaje... Es mejor que 0%.

-Mundo 50-

Dreimo está caminando por las calles de la capital. La capital es como un enorme pueblo, y en el centro de la capital, está el castillo del rey.

Hay puestos de venta de comida, de armas, joyerías, amuletos, entre otras cosas. Es un lugar realmente interesante.

Las personas son muy raras... La mayoría son humanos normales, pero también hay personas con características de animales, piel de colores, partes extras en el cuerpo, entre otras mutaciones.

—Hay semihumanos... Los nobles discriminan a los plebeyos... Hay un gremio en la capital... Las personas tienen el cabello de colores y son muy raras... Sí, típica historia isekai... Y supongo que soy el típico protagonista que tiene un gran poder mágico y las mujeres se enamoran de él rápidamente... Que molestia.

Pasa a lado de un callejón y escucha a una chica pedir ayuda.

Se detiene y voltea a su derecha. Observa como dos hombres están asaltando a una mujer. La mujer está en el suelo, y uno de ellos tiene su pie derecho sobre su espalda. El otro está revisando su bolso, buscando dinero.

La mujer usa una falda roja corta y una blusa negra. Tiene el cabello rojo y largo, ojos rojos y lentes negros.

—¡Ayúdame, por favor!

Los dos hombres se dan cuenta de que Dreimo los está observando.

—¡¿Quieres hacerte el héroe?!

Los hombres muestran sus navajas.

—¡Inténtalo!

—No soy un héroe, me da igual.- Dice Dreimo.

—¿Eh?- Dicen los hombres y la mujer.

Dreimo sigue su camino, realmente no le importa la mujer.

—No tengo tiempo para fingir ser un héroe. Solo debo encontrar algún hechizo que me haga regresar a casa... Estoy seguro de que existe un hechizo así... Y si no existe, lo crearé.

En Godfer, Dios y Desmolfer observan a Dreimo.

—No le importó... Me agrada ese chico.- Dice Desmolfer.

—No es bueno, pero tampoco es malo... No le importa nada, solo se preocupa por él mismo... Es realmente raro.

Mientras tanto, en el mundo 50.

Los dos hombres se dirigen a Dreimo rápidamente.

—¡Oye, idiota!

Dreimo se detiene y cierra los puños con fuerza.

Dios sonríe al ver eso.

—Mira lo que va a pasar, Desmolfer.- Dice Dios.

Dreimo voltea a verlos.

—No me gusta que me insulten.

—¡¿Qué dijiste, idiota?!

—¡¿No te gusta que te digan idiota, idiota?!

Dreimo cierra los ojos.

—Siento algo raro en mi cuerpo desde que llegué... Es magia... Y si trato de controlar eso... Puedo moverlo... Concentraré eso en mis puños.

De sus puños comienzan a salir pequeños rayos negros.

Abre los ojos y se acerca a ellos.

—Si estoy en lo correcto, solo debo hacer esto...

Extiende sus dedos índices y apunta con sus dedos a los hombres.

—Bam.

De sus dedos salen dos enormes rayos negros, que comienzan a electrocutar a los hombres.

Los dos comienzan a gritar del dolor.

Todos a su alrededor observan a Dreimo asombrados.

Después de 5 segundos, dejan de gritar y caen al suelo, inconscientes. Parece que están ilesos, no están heridos.

—No causó heridas externas... Supongo que sufrieron solamente heridas internas...

De sus manos dejan de salir pequeños rayos.

—No debieron decirme idiota, idiotas.




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