Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 148

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 148

"Los humanos somos seres sociales, necesitamos a otros humanos para sobrevivir, aunque algunas veces es mejor estar solo... Cuando tenía 15 años, aprendí una lección... Siempre amar a tus seres queridos, pues no sabes cuando se irán para siempre... Mi abuela es la única persona que realmente amo... Es la persona más importante de mi vida... Daría mi vida por ella... Aunque existen personas realmente asquerosas, que le dan la espalda a sus seres queridos."

-Años antes-

Yo, de 15 años, estoy sentado en el suelo junto a un anciano que está pidiendo dinero con un vaso.

Lágrimas están saliendo de mis ojos... La historia del anciano es realmente triste.

—Ya veo... Su propia hija lo echó de su casa... Es algo... realmente asqueroso... Solo alguien sin corazón echaría a la calle a su propio padre... ¿Y cuánto dinero lleva?

—Poco... Apenas me alcanza para un taco.

—No se preocupe, le ayudaré... Sé cantar, aunque me da pena cantar en público... Pero con tal de ayudarle, ignoraré mi pena. Usted solo pida dinero mientras canto.

—Muchas gracias.

Cierro los ojos y sonrío.

—🎶La vida a veces puede ser difícil... Habrá situaciones que no puedas soportar... Pero es hermosa, y debemos aprender a disfrutarla.🎶

Varias mujeres se acercan a mí, están un poco sonrojadas.

—🎶Con el poder de tu voluntad puedes seguir adelante, nunca te rindas y lucha por lograr tus sueños y metas. Nunca dejes que otros se interpongan en tu camino... Aunque creas que tu vida se arruinó, lucha por salir adelante... Aunque tu hija te haya echado de tu propia casa...🎶

Abro los ojos y volteo a ver al anciano.

—🎶Sé que podrás salir adelante, no estés triste... Trata de olvidar lo que sucedió y sigue adelante, ignorando tu pasado... A veces es mejor estar solo, que estar con personas que solo fingen quererte... Intenta seguir con tu vida, señor Roberto.🎶- Digo sonriendo.

Una gran multitud de personas nos están rodeando y me pongo completamente rojo.

Comienzan a aplaudir y bajo la cabeza. Estoy realmente apenado, no me gusta llamar la atención.

—D-Daniel, debes ayudarlo... Ignora la vergüenza... Vamos...

Tomo aire y me levanto.

—Bueno, chicas, el señor Roberto necesita una ayuda. Si tienen una moneda que les sobre, sería de gran ayuda.- Digo sonriendo.

-Presente-

Valeria está sentada en un columpio. Está llorando... Se ve realmente triste.

Está en un pequeño parque.

—Extraño a Daniel... Lo extraño.

A unos metros de ahí, estoy caminando por el parque. Tengo a Rei en mi espalda como siempre. Tengo dos enormes bolsas en mis manos.

—Después de 14 intentos, logré regresar al mundo 15.

—¿Realmente es necesario?- Dice Rei.

—Maestro, si quiero ser bueno, debo hacer cosas buenas... Si le doy dinero a los pobres de este mundo, tal vez mi corazón vuelva a ser bueno otra vez.

—En el mundo 1 ayudas demasiado.

—Sí, pero aquí hay más discriminación hacia los pobres, ellos necesitan más ayuda.

—Supongo que tienes razón.

Un gato blanco y muy hermoso sale de un arbusto y se acerca a mí.

—Vaya, vaya, es muy lindo.

Acaricia mi pierna derecha con su cuerpo.

—Pero lamentablemente, no me gustan los gatos.

Sigo mi camino, ignorando al gato.

—Los gatos son lindos, pero los perros son más lindos.

A lo lejos, se acercan dos hombres a mí, tienen navajas en sus manos.

—Vaya, vaya, supongo que están planeando algo malo.

Sonrío mientras me acerco a ellos.

—No saben con quién se meten.

Después de acercarme lo suficiente a ellos, ellos se detienen frente a mí.

Me están apuntando con sus navajas.

—¡¿Qué tienes en las bolsas?!

—¡Abre las bolsas, rápido!

Valeria escucha las voces y voltea a su izquierda. Me observa y abre los ojos completamente.

—¡¿Daniel?!

Dejo las bolsas en el suelo y abro una de ellas. Están llenas de monedas de oro.

—Es oro solamente.- Digo tranquilo y sonriendo.

—¿E-es oro real?

Uno de ellos toma una moneda y la observa.

—S-sí... Conozco muy bien el oro... ¡Esto es oro verdadero!

Le arrebato la moneda y la guardo en la bolsa.

—Bueno, ya las vieron, adiós.

Uno de ellos me pone su navaja en el cuello, intentando intimidarme.

—¡Nos llevaremos las bolsas, idiota! ¡No quiero que grites, chico lindo!

—¿Se las llevarán? Pero no les pertenecen, las bolsas son mías.- Digo sonriendo dulcemente.

—¡No te hagas el idiota!

Uno de ellos me da un gran golpe en la cara con su puño derecho.

—¡Daniel!- Piensa Valeria llorando, mientras me observa.

Está detrás de un árbol, temblando de miedo.

—Oye... ¿Se supone que eso debía de doler?

Tomo su brazo con mi mano izquierda.

—No me hiciste nada.

Le doy un gran golpe en el estómago con mi puño derecho.

Le saco el aire y salto.

Le doy una gran patada en la cabeza con mi pie derecho al otro hombre, que lo saca volando.

Choca contra un poste y cae al suelo.

—I-increíble.- Dice Valeria susurrando.

—Sobrevivirán... Creo.

Tomo las bolsas y sigo caminando.

—Por aquí cerca está la casa de una amiga, ella me ayudó mucho cuando vivía en este mundo, así que le daré algo de dinero.

—¡Daniel, espera!

Me detengo y volteo a mi derecha temblando.

—M-mierda...

Valeria se acerca a mí rápidamente.

—¡¿Desde cuando te volviste tan fuerte?! ¡¿En dónde estabas?!

—B-bueno... Estaba... Lo siento, es un secreto... Fue un gusto volver a verte, adiós.

Comienzo a caminar rápidamente.

—¡Espera, por favor! ¡¿Sabes en dónde están los demás?! ¡Ángel acaba de desaparecer también!

Me detengo cuando escucho esas palabras.




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