Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 153

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 153

El Dios supremo quiere mi alma… ¿Por qué?

—¿Quieres recuperar a Daniela?

Sí, eso quiero, pero no quiero perder mi alma… Gracias a mi alma, puedo mejorar mucho en poco tiempo… Es una gran ventaja.

—Sí quiero, pero ¿por qué debo dártela? Tengo un deseo, ¿no? ¿Por qué me pides algo a cambio?

—Por qué haré varias cosas: Ir al pasado para tomar los recuerdos de Daniela y unir esos recuerdos con una nueva alma, y luego darle un cuerpo con vida. Tu deseo solo cubriría la parte de tomar los recuerdos, yo estoy haciendo lo demás.

—¡Eso es injusto!

—Como tu dices, la vida no es justa. ¿Aceptas?

Me levanto y cierro los puños fuertemente.

—Extraño a Daniela… Pero gracias a mi alma puedo mejorar rápidamente..

Desmolfer aparece a lado de mí.

—¡No vale la pena, Daniel! ¡Gracias a tu alma, puedes mejorar mucho en poco tiempo! ¡No puedes dársela, debes conservarla! ¡La necesitas!

—Sí… Lo sé…

Sé que la necesito... Pero realmente me siento culpable por su muerte.

"Te amo, Daniel... Adiós." Las últimas palabras de Daniela invaden mi mente… Ella me amaba… Yo sabía que me amaba… Y para ser sincero, estaba empezando a quererla un poco… Me sentía atraído por ella… Pero nunca le dije lo que sentía... Realmente quiero que regrese... Quiero que todas regresen… Pero no quiero perder mi alma… Pero supongo que no tengo otra opción.

—Tengo a Cano… Si aprendo a controlar mejor su poder, no necesitaré mi alma… Se debe renunciar a algo para ganar algo… Acep…

Izuke aparece a lado de nosotros.

—¡Espera, no lo hagas, idiota! ¡Necesitas tu alma!

Izuke se arrodilla ante el Dios supremo.

—¡Mi alma es parecida a la alma de Daniel! ¡Mi alma también es perfecta! ¡Por favor, acepte mi alma en lugar de la alma de Daniel!

—No quiero tu alma, quiero el alma de Daniel.

—¡Pero…!

Saito aparece detrás de él y le tapa la boca a Izuke con su mano derecha.

—Comprendemos, adiós.- Dice Saito.

Los dos desaparecen.

—¿Aceptas o no?

Cierro los ojos y tomo aire.

—Quiero tenerla de vuelta… Pero si los Dioses insisten tanto en que no la entregue, significa que realmente la necesitaré…

Abro los ojos y observo mi mano derecha.

—Si esto fuera un anime, no quisiera ver a un protagonista que aprende rápidamente gracias a que es un prodigio… Me gustan más los protagonistas que se esfuerzan en lograr sus objetivos gracias a su trabajo duro… Pero bueno, supongo que ser un prodigio es necesario…

La imagen de Daniela sonriendo aparece en mi mente y una lágrima sale de mi ojo derecho.

—Lo siento, Daniela… No, no acepto.

—Haz tomado tu decisión… Entonces, ¿qué deseas?

—Quiero que me enseñes algo útil, algo que me ayude en el futuro.

—Algo útil… Está bien.

Mi mano derecha comienza a brillar con un tono color rojo. Después de un par de segundos, el brillo desaparece.

—Te di algo muy especial, es magia celestial.

—¿Magia celestial?

—No es una magia común y corriente, es una magia especial, que solo yo tengo.

—¿Y cómo la uso?

—Solfrar es un demonio algo especial, así que será difícil de derrotar… Si llegas a derrotarlo, tendrás dos opciones: Sellarlo o destruir su alma. Gracias a Cano, puedes destruir su alma, pero eso gasta mucho poder mágico, y tal vez, al final de la pelea, no tengas el suficiente poder mágico. La magia celestial te permitirá destruir su alma, solo debes decir lo siguiente: "Tortura de alma."

—¿Tortura de alma?

—Bueno, básicamente lo que hace es torturar a los desafortunados que son víctimas de esta magia. Son llevados a cierta dimensión, donde un segundo aquí, son 100 años en esa dimensión. Las víctimas son torturadas de las peores formas posibles. Incluso el más valiente, se haría del baño en sus pantalones con solo estar un minuto dentro. Y cuando se acostumbran al dolor, olvidan todo, para volver a sufrir de nuevo otra vez.

—E-eso suena aterrador…

—Solo puedes usarlo una vez... Suerte.

El Dios supremo sonríe.

—¿Quién será víctima de esta magia? ¿Solfrar o Sufuco?… Será interesante descubrirlo.- Piensa.

El Dios supremo se aleja caminando.

—Buena suerte en tu pelea, Daniel malo. Buena suerte en tu pelea, Daniel bueno. (Spoiler v:)

—¿Eh?

El Dios supremo desaparece y volteo a ver a Dios.

—¿A qué se refería con Daniel malo y bueno?

—Realmente no lo sé.

—Bueno… Gané… Supongo que puedo regresar a casa.

Oscuridad se acerca a mí.

—Daniel, ¿podemos hablar?

Recuerdo como el Dios del planeta 1 desapareció y sonrío.

—Claro, hablemos.

(Nota del autor: ¿Leyeron "La dolorosa vida de Ángel"? Yo creo que Izuke y Ángel son dos de mis mejores personajes. Si lo leyeron, ¿qué opinan sobre la historia? Pronto volveré a escribirla, cuando termine con la primera parte de "Humanos contra demonios". Creo que en 100 capítulos más termina. Y apenas he escrito la 1/10 parte de la historia xd.




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