CAPÍTULO 175

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 175

Sandro está corriendo mientras carga a Nirfa en su espalda. Es de noche y están corriendo por un valle. No hay nada cerca, ni siquiera árboles, solo hay flores e insectos.

Rei y Dix están en la espalda de Nirfa.

—Llegaremos en dos días… Sandro, piensa en un plan.- Dice Dix.

—Sí, lo sé, maestra.

-Mundo 50-

Lana está sentada en el suelo, observando a Dreimo saltar mientras tiene brazaletes de metal en sus piernas y brazos.

Está usando solamente un pantalón y está sudando demasiado.

Lana lo está observando sonrojada y Kiasan se da cuenta de lo que pasa.

—Hermana, que malos gustos tienes. Ese idiota ni siquiera sonríe.

—Lo sé, pero hay algo muy interesante en él, pero no sé que es.- Dice con el mismo tono bajo y serio de siempre.

Dreimo escucha lo que están diciendo y cierra los ojos.

—Sí, hay algo raro en mí… Tal vez… Me gustaría saber qué es.- Piensa.

-Mundo 1-

Estoy completamente herido… Rem y Sara me están provocando heridas usando pequeñas navajas… Pero no me quejo del dolor… Simplemente me quedo callado y con los ojos cerrados.

—Que aburrido eres, Daniel. ¿Por qué no lloras? ¿Por qué no te quejas?- Dice Rem.

—Estoy pensando… Siendo sincero, quería matarlas lentamente, pero creo que no es justo... Por mi culpa, ustedes se convirtieron en demonios… Modificaron sus mentes y almas… Creo que lo mejor sería matarlas rápidamente…

Abro los ojos y sonrío.

—¿Les parece justo?

Las dos comienzan a reír y se alejan de mí.

—Te estás volviendo loco, Daniel.- Dice Sara.

Sara y Rem salen, y Crisme y Crismi entran… Hay algo raro en ellas… Ellas… Ellas no cambiaron.

Están usando vestidos negros.

—Ellas siguen iguales… Lo presiento.- Pienso mientras se acercan a mí.

—¡Hola, Daniel! ¡Te extrañamos!- Dice Crisme.

Crismi mete su mano derecha entre sus pechos y saca una navaja.

—¡Nos divertiremos mucho, Daniel!- Dice Crismi con una gran sonrisa.

Intenta atacarme, pero se desvía y ataca a Neka. Le encaja la navaja en su garganta y Neka me suelta.

Salto y le doy una gran patada a Neka en la cabeza con mi pie izquierdo, provocando que choque contra la pared.

Rei aparece frente a mí.

—¡¿Daniel?!

—¡No hay tiempo, corta mis manos!

Rei flota, y con un rápido ataque, corta mis manos.

Caigo al suelo y mis manos caen al suelo.

Tomo mi mano derecha y la junto con mi brazo derecho.

—Maestro.

Rei se coloca en mi espalda y mis manos se regeneran. Mi mano derecha se une de nuevo a mi cuerpo.

—Crisme, Crismi… ¿Por qué no cambiaron?

—Yo soy inmortal, no puedo morir. Cuando le pusieron mi alma a un nuevo cuerpo, volví a ser la misma de antes. Esos idiotas no se dieron cuenta, porque cambié mi alma a una malvada.- Dice Crisme.

—Lo mismo va para mí. Soy inmortal.- Dice Crismi.

—¿Eres un vampiro?

—Sí, pero yo aún no desarrollo los poderes que tiene Crisme.

—Nuestras almas pueden formar nuevos cuerpos. No podemos morir.- Dice Crisme.

—Lamentablemente, Neka no es vampiro…- Dice Crismi.

Me acerco a Neka, que está en el suelo, desangrándose.

—Fuiste una buena compañera…

Mis heridas se regeneran y pongo mi mano derecha sobre su rostro.

—Adiós... Explosión.

Su cabeza explota y extiendo mi mano derecha.

—Maestro.

Rei se acerca a mí y lo tomo con mi mano derecha.

—Crisme, Crismi, gracias por la ayuda… Pueden pedirme cualquier cosa como recompensa.

—¿Cualquier cosa?- Dicen las dos.

—Sí, pero no ahora… Tenemos trabajo por hacer.

Activo mi modo rosa.

—Vamos.

—No… Vámonos de aquí, Daniel, aún no eres rival para Sufuco, y él podría estar aquí.- Dice Rei.

—Sí, tienes razón…

Sonia entra y se nos queda viendo.

Sonrío y me acerco rápidamente a ella.

La tomo del cuello y le tapo la boca con mi mano derecha.

—Sonia, tenemos que hablar.

-Mundo 15-

Erick se está quitando la ropa, una chica en ropa interior está en su cama. Están en su habitación, y están listos para tener sexo.

—E-es mi primera vez… Por favor, sé gentil.- Dice la chica con una voz tímida.

—También es mi primera vez, no te preocupes.- Dice sonriendo.

Abro la puerta y entro. Estoy vestido nuevamente con mi ropa negra.

—¡Buenas noches, Erick!

Erick voltea a verme y se enoja… Vaya, creí que estaría feliz de ver de nuevo a su buen amigo.

—¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Por qué entras a mi habitación?!

Trueno los dedos y cadenas rosas aparecen a lado de él, que lo toman de los brazos y piernas.

—¡¿Eh?!

La chica está muerta de miedo y me acerco a ella.

—Oye, creo que te conozco… ¿Eres la presidenta del club de ajedrez?

—S-sí…

—Eres una chica muy inteligente y buena. ¿Por qué te fijaste en este tipo? No, espera, déjame adivinar… ¿Te dijo que le encanta el ajedrez?

—¿Eh? B-bueno… Sí…

—¿Te ayudó con tu club?

—Sí…

—¿Te dijo que eras hermosa, buena, amable, entre otras cosas?

—Sí…

—¿Te compró regalos?

—Sí…

—Y lo más importante… ¿Tiene los mismos gustos que tú? ¿Le gustan las mismas cosas que a ti?

—Sí… Sí…

—Vaya, vaya…

Acaricio su cabeza y sonrío.

—Él hizo todo eso para poder acostarse contigo… Erick es un maldito ignorante, y seguramente aprendió lo básico del ajedrez para poder entrar al club y conquistarte… Es un maldito hijo de perra.

La chica se desmaya y volteo a ver a Erick.

—Sabes, los humanos sin magia, pierden la memoria si algo de energía mágica entra en contacto con su mente, con su cerebro. Ella no recordará que esto pasó.

—¿M-mágica?