Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 188

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 188

-34 días después-

Faltan 205 días para la llegada de Solfrar.

¿En dónde estoy? Bueno… Estoy en coma.

Crismi está limpiando mi cuerpo usando un trapo mojado.

Estoy en coma desde hace tiempo… Nadie sabe por qué.

Estoy dormido en una cama, estoy usando solo ropa interior.

Estoy en mi habitación.

Crismi no está sonrojada ni excitada… Está preocupada por mí.

Me limpia el pecho suavemente.

—¿Por qué no despiertas, Daniel?

-Mundo 50-

Dreimo tiene su pie derecho sobre la cabeza de un hombre gordo y herido.

Está dentro de un bar, y todas las personas a su alrededor están heridas e inconscientes.

Daniel está en el suelo.

—¿Daniel hizo un buen trabajo?- Dice Daniel, que está acostado en el suelo boca abajo.

—Sí, lo hiciste bien.

Treimo se acerca flotando a Dreimo.

—Lo encontré.

Vuelve a su forma original y le entrega a Dreimo una joya roja.

—La joya está bien, amo.

Dreimo la toma y la guarda en su bolsillo.

—La familia "Tsukaima" me deberá un favor… Vámonos.

-Mundo 1-

Varios demonios están destruyendo una ciudad, matando a decenas de personas en el proceso.

Sufuco está caminando por las calles, observando la destrucción que están provocando los demonios.

Las personas gritan asustadas, están asustadas, y eso hace sonreír a Sufuco. Lo está disfrutando.

—¿En dónde estás, Daniel?

—¡Mami, despierta, mami!

Sufuco se queda en shock al escuchar esa voz de niña.

—¿Yui?

Voltea a su derecha y observa a una niña intentando despertar a su madre… Es inútil que intente despertarla, pues está muerta. Un demonio le arrancó las piernas y los brazos.

La niña tiene el cabello blanco y largo, ojos azules, y usa un vestido rojo… Es una niña muy hermosa. Parece que tiene unos 8 años.

—¡¡Mami!!

Un demonio se acerca a ella, con intenciones de matarla. Tiene una larga sonrisa en su rostro, que hace temblar de miedo a la niña.

—¡Te ves deliciosa! ¡Te comeré!

El demonio intenta atacarla y la niña cierra los ojos.

—¡¡No!!- Grita la niña llorando.

Se escuchan varios golpes, pero la niña no sabe lo que pasa, pues tiene los ojos cerrados.

—Ya estás a salvo, niña.

—¿Eh?

La niña abre los ojos poco a poco y observa a Sufuco. Él asesinó al demonio.

El cuerpo sin vida del demonio está en el suelo.

—G-gracias…

—¿Cuál es tu nombre?

—M-me llamo Yui, señor.

Los ojos de Sufuco se abren más y lágrimas comienzan a salir de sus ojos.

—¿Y-Yui?

—¿Por qué llora, señor?

Sufuco se agacha y abraza a Yui con fuerza.

—¿Señor?

—Te sacaré de este lugar. Vámonos.

Sufuco carga en sus brazos a Yui y se va volando del lugar.

—¡¿Puedes volar?!

—Gracias por traerla de vuelta, amo… Gracias.- Piensa Sufuco con una gran sonrisa mientras sigue llorando.

-Tiempo atrás-

Sufuco está frente a un pequeño ataúd, llorando.

Está en el jardín de una enorme casa, parece una mansión.

Decenas de personas están a su alrededor, hablando entre ellos. Todos están vestidos de negro.

Sufuco parece humano… Esto sucedió cuando aún era humano.

—Hija…

Sufuco observa el ataúd… Sus lágrimas caen sobre el ataúd.

El cuerpo sin vida de una niña está dentro del ataúd… Es idéntica a Yui, la niña que rescató Sufuco.

—Te traeré de regreso… Lo haré, hija.

-Presente-

Diego, Cristhela y Nelfrar están frente al grupo de Nei.

Están en medio de la nada, en un valle verde.

—¡¿Ustedes son los responsables de la muerte de nuestros compañeros?!- Dice Nei enojada.

—Envenenar el agua que beben fue buena idea. La magia de maldición de Cristhela es increíble.- Dice Diego sonriendo.

—¡Te mataré!

—Espera… El agua solo mató a los que no sabían controlar su magia. No creo que solo tus compañeros hayan podido sobrevivir… Creo que hubo decenas de sobrevivientes. ¿En dónde están?- Dice Nelfrar.

—¡Cállate!

Una ráfaga de viento congelante se dirige a ellos. El viento congela el suelo mientras se dirige a ellos.

Diego sonríe y toma a Dax con ambas manos.

—Magia de fuego…

Cristhela y Nelfrar se alejan de Diego.

—¡Remolino!

Diego comienza a dar vueltas rápidamente y genera un remolino de fuego.

—¡¿Qué?!

El viento se dispersa y desaparece. La magia de hielo no funcionó.

Diego se detiene y sonríe.

—¿Sorprendida? Yo tambien.

Nadia y Melgar aterrizan a lado de ellos, y Diego y Nei voltean a verlos.

—¡¿Quiénes son ustedes?!- Dice Nei enojada.

Diego abre completamente los ojos y toma a Dax con ambas manos.

—L-las ilustraciones del libro… ¡Es Nadia!

Cristhela se para a lado de Diego.

—Es la madre de Daniel.- Dice Cristhela susurrando.

—Sí, lo sé.

Melgar se dirige caminando a ellos.

—¡Nelfrar, idiota, ¿por qué no has regresado?!

—¿N-Nelfrar?- Dice Cristhela asustada.

Cristhela y Diego recuerdan cierta frase del libro.

"¡Gran señor del dolor y la maldad, te pedimos que unas nuestro poder! ¡Solmar, Melgar, Nelfrar, Akaine, Sufuco y Nerlín, hagan su trabajo!"

—¡No era una coincidencia!

Nelfrar está confundido, no sabe de lo que hablan.

—¿Me conoces?

—Ese idiota aún no recupera sus recuerdos… ¡¿No recuerdas cuando Rotceh te asesinó?!- Dice Melgar.

—¿Eh?

—¡Recupera tus recuerdos, idiota!

El cielo se oscurece rápidamente, parece que va a llover.

—¿El clima cambió…? ¡Tenemos que alejarnos de aquí!- Dice Diego preocupado.

Toma del brazo a Cristhela y se aleja corriendo.

—¡Es una escena cliché! ¡Esto sucede antes de que una pelea épica comience!




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