Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 190

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 190

Sandro está protegiendo a todas las personas que puede. Los demonios lo están atacando lanzando esferas de fuego, esferas negras y blancas, rayos rojos, entre otros ataques a distancia.

Sandro destruye esos ataques mágicos usando a Dix, mientras que las personas escapan.

En el lugar hay decenas de aventureros ayudando también.

Un demonio se acerca a Sandro por la espalda con dos espadas.

Está a punto de atacar a Sandro, pero Crisme aterriza fuertemente sobre él.

—Gracias, Crisme.

Ella aplasta la cabeza del demonio y la destruye.

—¡De nada, querido!

Decenas de demonios rodean a Crisme y a Sandro.

—Creo que son más fuertes que antes.- Dice Sandro.

—Los demonios se vuelven más poderosos… Debemos terminar con ellos pronto… Necesitamos a Daniel, para que destruya sus almas... Mi hermana está intentando despertarlo.

Lejos de ahí, en mi habitación, Crismi está frente a mi cama, protegiendo mi cuerpo.

Solmar está frente a ella.

En su rostro tiene una dulce sonrisa, lo que lo hace ver más malvado.

—El hechizo sí funcionó… Vaya, vaya.

—¡¿Ustedes provocaron esto?!

—¿Por qué te lo diría?

Crismi intenta golpearlo, pero un enorme demonio atraviesa la pared y la golpea con su puño derecho.

Ella detiene el puño usando sus manos, pero el demonio la golpeó con tanta fuerza, que provoca que ella salga volando.

Atraviesa la pared y el demonio la persigue.

Solmar se queda solo con mi cuerpo.

—Terminemos con esto rápido.

Se acerca a mí y coloca la palma de su mano izquierda en mi rostro.

—Despídete de Cano, Daniel.

Su mano comienza a brillar.

Lejos de ahí, Sandro y Crisme están gravemente heridos. Hay decenas de cuerpos de demonios a su alrededor, pero aún quedan más con vida… Y están llegando más.

—Q-querido... Son demasiados…

Crismi se dirige a ellos corriendo, está un poco herida, pero sigue viva, lo que significa que logró derrotar al demonio.

—¡Daniel no está, se lo llevaron!

—¡¿Se lo llevaron?!- Dice Sandro preocupado.

—¡Solmar se lo llevó!

Un demonio intenta atacar a Sandro, pero un rayo rosa cae sobre él y explota.

—¿Eh?

Círculos rosas aparecen en el cielo.

—Magia de oscuridad y de ángel…

Escuchan mi voz y voltean a su izquierda.

Estoy vestido de nuevo con mi ropa negra, y Solmar está desmayado y gravemente herido en el suelo, a lado de mí.

Tengo levantada mi mano derecha, mientras observo un teléfono rosa que acabo de crear.

Tengo el teléfono en mi mano izquierda, y estoy observando el mapa de la ciudad. En el mapa, hay decenas de puntos rojos.

—¡Daniel!

Sonrío y cierro mi mano derecha con fuerza.

—¡Ataque de rayo!

Los círculos comienzan a lanzar rayos. Esos rayos destruyen rápidamente a los demonios.

Al otro lado de la ciudad, Lina está peleando contra varios demonios al mismo tiempo, usando sus puños, que están rodeados por un material negro.

Está gravemente herida, pero sigue luchando.

Los rayos caen sobre los demonios y explotan.

—¿Eh?

Los círculos desaparecen y me limpio el sudor de la frente.

—Bueno... Terminé.

Crismi salta sobre mí y me abraza.

—¡Daniel!

Le acaricio la cabeza y sonrío.

—¿Cuánto tiempo estuve dormido?

—Semanas, pero eso no es importante ahora.

—Ya veo.

—¿Cómo despertaste?- Dice Sandro.

—Bueno… Pasa algo malo, que debemos solucionar ya.

Tomo a Solmar del cuello y lo levanto.

—Este idiota, me robó a Cano… Pero él ya no lo tiene, lo que significa que envió a Cano a otro lugar, usando magia.

—¿Te robó a Cano?- Dice Crismi.

—Escuchen… Desperté cuando sentí que Cano ya no estaba dentro de mí… Abrí los ojos y vi a Solmar frente a mí. Reaccioné inmediatamente y comencé a pelear con él. Logré derrotarlo, pero era demasiado tarde… Usó su poder mágico para enviar a Cano a no sé dónde…

Rei aparece frente a nosotros.

—Daniel, despertaste.

Guardo mi teléfono y tomo a Rei con mi mano izquierda.

—No sé para que quieren a Cano… Pero debemos recuperarla.

—Espera, Daniel… ¿Cómo sabes que envió a Cano a otro lugar?- Dice Sandro.

—Él me lo dijo, y no sentí que mintiera.

Rei vuelve a su forma humana.

—Explícame todo, Daniel.

Le explico la situación a Rei, y él simplemente mueve un poco la cabeza.

—Ya veo…

Coloca su mano derecha sobre el pecho de Solmar y voltea a verme.

—Cano está dentro de él… Te mintió.

Espera… Eso es imposible… Yo uso mi magia para saber si las personas mienten o no.

—¿Eh? ¿Estás seguro?

—Sí… Esto es raro. Si te dijo que la había enviado a otra parte, significa que quería que lo mataras, de esa forma, Cano sería libre… No, espera... Si Solmar muere, su alma regresaría al hogar de los demonios… Cano está sellada dentro del alma de Solmar... Si él moría, los demonios obtendrían el poder de Cano.

—Que bueno que no le dí tiempo para que se suicidara… ¿Y puedo recuperar a Cano?

—Sí, solo necesitas algo de tu sangre. Como fuiste poseedor, puedes recuperar a Cano si ella acepta regresar.

—Vaya, vaya…

Rei vuelve a su forma como espada y dejo a Solmar en el suelo.

Tomo a Rei con mi mano izquierda y me hago un pequeño corte en mi pulgar derecho.

—Acepta, Cano…

Algo de mi sangre cae sobre la frente de Solmar.

—Regresa… Por favor.

De su nariz sale un polvo blanco... Es Cano.

El polvo flota frente a mí… Se ve algo raro.

—¡Hola, cariño…! Realmente te pareces a él.- Dice Cano.

—¿A él?

—A Daniel, nuestro creador… Bueno, después de todo, eres su hijo… O algo parecido.




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