Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 209

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 209

En Ejico, en una enorme ciudad, Diego está escapando de un grupo de aventureros.

—¡Dax, no me abandones! ¡Necesito ayuda!

—¡Detente, idiota!

Da vuelta en un callejón, pero lamentablemente, es un callejón sin salida.

—Mierda.

Voltea a ver a los aventureros, que se acercan poco a poco a él.

—C-chicos, olvidemos lo que pasó. Fue solo una broma.

—¡Me dijiste ballena!- Dice un aventurero muy gordo.

—Tú empezaste. Te burlaste de una niña pobre que solo pedía dinero.

El aventurero junta sus puños con furia y se acerca a Diego.

—Desearás no haber dicho eso.

Diego traga saliva.

—Mierda.

Dax aparece a lado de él.

—Lo siento, estaba comiendo.

—¡Dax, ojos y piernas!

Diego toma a Dax con su mano derecha y el aventurero intenta golpearlo.

Diego retrocede y salta bastante alto.

—¡Adiós, idio…!

Choca fuertemente contra la pared que está detrás de él.

—Mierda, no calculé bien…

Cae al suelo y los aventureros lo rodean.

—Me dolerá.

-Minutos después-

Diego entra a una pequeña casa.

Está ileso, pero su ropa está rota. Dax lo curó, es por eso que no tiene heridas en su cuerpo.

—Dax, ¿sabes que te odio?

—Lo siento por eso, Diego, pero debes resolver tus problemas solo.

—Bueno, al menos curaste mis heridas…

Cristhela sale de una habitación y se acerca a él.

—¿Te volviste a pelear?

—Sí, lo siento…

Sonríe y levanta su dedo pulgar.

—¡Pero no te preocupes por mí, los otros quedaron peor!

—De hecho, se cansaron de golpearlo y se fueron.

—¡Cállate, Dax!

Cristhela ríe un poco y se acerca demasiado a Diego.

—Veo que cumpliste tu promesa de no golpear a nadie.

Le da un beso en la mejilla y Diego se sonroja.

—B-bueno, tenía que cumplir con mi promesa.

Sato entra a la casa, y tiene en sus brazos a un niño. El niño tiene la piel rosa, un cuerno rojo en su frente, y cabello blanco.

Parece que tiene 10 años.

—Tenemos un problema. Tenemos que irnos.

—¿Qué pasa?- Dice Diego.

—Rem… Ella está en la ciudad.

Cristhela y Diego se confunden un poco. ¿A qué Rem se refieren?

—¿Rem?

—La compañera de Daniel… La que murió.

—Espera… ¿Está viva?

—Sí, pero se ve muy diferente… Su voz es la misma, pero su aspecto cambió un poco.

—Espera, tengo que pensar un poco.

Diego cierra los ojos. Está intentando pensar en una respuesta. ¿Por qué Rem está viva? ¿Qué hace en este lugar?

—Los demonios tomaron su alma y la modificaron. Ahora ella es un demonio.- Dice Dax.

Diego abre los ojos.

—Bueno, eso tiene sentido.

—¿Y ese niño?- Dice Cristhela.

—Un par de demonios lo perseguían. Maté a los demonios y rescaté al niño. Rem busca a este niño.- Dice Sato.

Si busca al niño, significa que es importante. Diego piensa lo mismo. Sabe que deben irse de la ciudad y esconderse.

—Bueno, mejor vámonos. Cristhela, llévate a Sato volando. Yo me iré corriendo y te cubriré la espalda.

Un plan sencillo, pero funcionará... O eso piensa Diego.

—Sí, está bien.- Dice Cristhela.

Lejos de ahí, en un desierto, estoy en el suelo, y Seiya está sobre mí... Nuestros rostros están demasiado cerca y siento su respiración.

Ella está un poco roja y nerviosa... Y yo también.

—L-lo siento... D-Daniel...

Estoy demasiado nervioso y trago saliva.

—Seiya...

—Daniel... Daniel...

Su voz se vuelve más baja y tranquila.

Ella acerca sus labios a los míos... Y no puedo resistirme.

Comenzamos a besarnos y acaricio su cabeza.

¡Odio ser un pervertido!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.