Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 212.- Diego, el elegido.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 212

-Tiempo atrás-

Yo, de 12 años, estoy observando una máscara rosa que parece un perro… ¿Debo usarla? No lo sé… Ya me cansé… Siempre se burlan de mí en la secundaria… Creo que prefiero el acoso.

Estoy en una esquina, viendo la entrada de la escuela.

Observo a los estudiantes entrar… Debo entrar ya.

Tiro la máscara en un bote de basura y tomo aire.

—Al menos ya no se van a burlar de mí.

Me dirijo a la entrada… Bien… Ya me siento bien… Algo.

Entro a la secundaria y las chicas se me quedan viendo.

Bajo la mirada y suspiro.

—Tendré que soportarlo.

Unos minutos después, me paro frente a la entrada de mi salón.

—Llegué temprano…

Abro la puerta de mi salón.

La mayoría de mis compañeros están adentro.

Todos voltean a verme, y las chicas se sonrojan.

Me dirijo a mi mesa, que se encuentra detrás de la mesa de Sonia, y a lado izquierdo de la mesa de Cris.

Me siento en mi mesa, pongo mi mochila en el suelo y pongo mi cabeza sobre la mesa.

—Odio esto.

Sonia me acaricia la cabeza y levanto la mirada.

—¿Qué te pasó? ¿Y la máscara?

Sonrío un poco.

—Renuncié a ella… Prefiero el acoso.

Una chica muy linda se acerca a mi mesa y se para a mi lado.

—¿Realmente eres Daniel? Vaya, eres muy lindo.

Volteo a verla.

—Sí, pero no me llames Daniel… ¿Cómo me llamabas? "Chico raro". "Chico máscara". "Deforme horrible"… ¿Pensabas que estaba deforme por usar máscara? Decías que te daba asco... No me hables.

Me levanto y acerco demasiado mi rostro al suyo.

Ella se sonroja y sonrío.

—Y hablo en serio. No me hables. Odio a las personas que discriminan a otros.

Le acaricio la cabeza.

—Aléjate de mí.

Vuelvo a sentarme y suspiro.

—Dije algo muy malo, pero con un tono amigable… No me siento tan mal.- Pienso sonriendo.

-Presente-

Seiya y yo entramos al gimnasio, y veo a mis compañeras… Ellas se acercan rápidamente a mí y a Seiya.

—¿Y cómo les fue?- Dice Lina.

—¿Mejoró?- Dice Sandra.

Mi corazón se acelera y me pongo rojo.

Me siento… raro… Estoy… ¿Estoy enamorado? ¡¿Estoy enamorado de todas?!

—B-bueno… B-bueno… ¡Lo siento, debo irme!

Salgo del gimnasio rápidamente.

—¿Qué le pasa?- Dice Sandro.

-Godfer-

Me siento con Dios. Estamos en un bar.

—Gracias por darme algo de tu tiempo, Dios.

—¿Qué pasa?

—Bueno… Cuando salía con Sonia, sentía cosas raras… Era amor… Hace mucho tiempo que no sentía eso… Pero volví a sentirlo últimamente… ¿Estoy enamorado?

—Sí, lo estás… Te enamoraste de tus compañeras, excepto de Crisme.

—¡¿Por qué?! Crismi me salvó, por eso me gusta un poco, pero a las demás apenas las conozco… Dime, ¿esto es natural?

—Bueno… No puedo decirte nada, lo siento… Pero te puedo decir solo una cosa… Daniel, disfruta tu vida... El amor es algo lindo… En ese mundo, tener varias esposas o esposos es normal. Quédate con todas.

—No… Eso está mal… Sería como engañar a las chicas… No quiero hacerlo.

—Hazlo… El futuro depende de eso.

¿El futuro? ¿Qué quiere decir con eso?

—¿Eh?

—Verás, Daniel… Tus nietos tendrán que proteger el mundo 1… Es todo lo que puedo decir.

—¿Mis nietos?

—Sí… Cásate con todas… Ellas están enamoradas de ti, acepta sus sentimientos… Pero poco a poco, que se vea natural.

—¿Es una orden?

—Sí… Lo siento, pero es una orden.

Bajo la mirada y suspiro.

—Está bien… Lo haré… ¿No me iré al infierno por eso?

—Solo las personas muy malas se van al infierno.

—¿Qué tan malas?

—Por ejemplo, si un hombre roba comida, no se va al infierno, pues lo hace para sobrevivir. Una persona que asesina a alguien en defensa propia, no se va al infierno, pues lo hace para sobrevivir. Si una persona asesina accidentalmente a alguien, no se va al infierno, pues solo cometió un error. Las personas que asesinan por placer, se van al infierno. Las personas que roban, y si están en perfectas condiciones para trabajar, se van al infierno.

—Ya entiendo… Está bien, gracias… ¿Puedo pedir un vaso con agua?

—Claro.

-Mundo 1-

Nirfa está completamente herida, pero aún se mantiene de pie, mientras sostiene una espada roja en sus manos.

Los Elfos están detrás de ella, la mayoría están heridos de gravedad y algunos están muertos.

Frente a Nirfa, está un Elfo. Tiene la piel morena oscura, ojos completamente negros, cabello negro, y usa una armadura blanca (pero no usa casco).

Tiene dos espadas en sus manos, una negra y una azul brillante.

—Nirfa, ¿aún no quieres rendirte? Ven conmigo y dejaré vivir a los demás Elfos.

Nirfa escucha a unos niños llorar y se rinde… No quiere que esos niños mueran.

Suelta su espada y se acerca a él lentamente.

—Me rindo, Nermak.

Nermak se acerca a ella y sonríe.

—Realmente eres una idiota.

Le da un fuerte golpe en el estómago a Nirfa con su rodilla derecha.

Ella vomita sangre y cae al suelo inconsciente.

—Perfecto.

Truena los dedos, y cinco demonios salen del suelo.

—Maten a los Elfos.

Carga a Nirfa en sus brazos, mientras que los demonios comienzan a matar a los Elfos.

—Te extrañé mucho, Nirfa. Fue un error venderte. Extrañé tus gritos. Extrañé torturarte, Nirfa.

Le da una lamida al rostro de Nirfa y sonríe.

—Revivamos viejos tiempos, Nirfa.

Al fondo se escuchan los gritos de los Elfos… Están sufriendo, y mucho.

-Godfer-

Estoy comiendo con Dios, y siento un mal presentimiento.

Lágrimas salen de mis ojos inesperadamente… ¿Por qué estoy llorando? ¿Qué me pasa?

—Nirfa…




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