Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 219

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 219

-Tiempo atrás-

Saito tiene su pie derecho sobre la cabeza de un demonio anciano.

Está en una enorme ciudad, y el cielo es rojo… Esa ciudad se encuentra en el infierno.

—Vamos, anciano, quiero que lo digas.

—L-lo siento… Perdón por caminar lentamente.

—Bien, bien. Aprendiste tu lección. No me gusta que caminen lento frente a mí, me molesta.

Patea al anciano y se aleja caminando.

—Tengo hambre.

Sí, Saito era un chico presumido y molesto. Mataba a las personas por diversión… Era un verdadero demonio.

Saito derrotó a Buentalan.

Eso pasó hace miles de años.

Saito, al igual que yo, fue enviado a otro mundo, para salvarlo. En ese mundo conoció a una chica llamada "Cristal". Ella era poseedora de Buentalan, y Saito aprovechó su poder… Su misión era fácil, derrotar a un rey demonio llamado Zeismel y ya… Aunque su misión se complicó cuando Buentalan intentó robar el cuerpo de Cristal, manipulando su mente. Estuvo a punto de lograrlo, pero Saito, que se había enamorado de Cristal, la besó, provocando que su mente volviera a la normalidad. Saito sabía que Buentalan lo intentaría de nuevo, así que le pidió ayuda al Dios supremo. Le pidió que Buentalan salga del cuerpo de Cristal. El Dios supremo lo hizo, pero a cambio, le pidió que cuidara a un bebé y que muriera protegiendo a una chica cuando ese bebé tuviera 15 años. Él aceptó, pero el Dios supremo le dijo que conocería a ese bebé muy pronto.

Buentalan salió del cuerpo de Cristal, pero ese fue un grave error.

Buentalan entró al cuerpo de Zeismel, incrementando el poder mágico de Zeismel.

Eso complicó las cosas.

Izuke, el compañero de Saito, se sacrificó por él.

Zeismel estuvo a punto de matar a Saito, pero Izuke lo protegió con su cuerpo y le dio tiempo para que escapara.

Saito, el orgulloso guerrero, dejó su orgullo a un lado y escapó.

Días después, se encontró de nuevo con Zeismel, y la pelea final comenzó. Saito ya tenía un plan preparado, pero también Zeismel.

Ambos pelearon bastante iguales, y, aunque Saito contaba con la ayuda de Cristal y otros aventureros, no pudieron derrotar a Zeismel.

Zeismel tenía preparado un plan de conquista. Construyó una máquina con objetos celestiales, lo que le permitía manipular todos los mundos alternos, lo único que necesitaba, era recolectar magia especial, que Saito, como príncipe demonio, tenía.

Durante la pelea, la máquina, que estaba escondida en el suelo, recolectó esa magia. Cuando obtuvo suficiente poder mágico, la máquina se activó y una gran luz salió de ella.

Zeismel entró en contacto con esa luz, y comenzó a absorber la energía mágica de esa luz.

Saito sabía cómo derrotarlo, pero no quería hacerlo, pues él moriría... Desmolfer fue la que lo envió a ese mundo, y le quitó su inmortalidad... Si moría, moriría para siempre, no iba a revivir.

Saito se despidió de Cristal, que estaba esperando un hijo de él… Ella es la madre de Crismei.

Su cuerpo comenzó a brillar, y todos en el lugar se alejaron… Saito usó su magia especial y la combinó con magia explosiva, provocando una enorme explosión, que destruyó la máquina y a Zeismel… Pero no murió… Saito, mágicamente, terminó en otro mundo alterno. ¿Por qué? El Dios supremo lo envió a ese mundo.

¿Por qué lo hizo? Bueno, alguien debía cuidar al pequeño Izuke… Sí, a Izuke, su hijo. Encontró a un bebé en un callejón, ese bebé era Izuke.

Sus puntos mágicos fueron borrados y se convirtió en un humano normal.

Le puso Izuke a ese bebé, en honor a su compañero muerto… Y murió cuando Izuke tenía 15 años.

El Dios supremo le regresó su título como príncipe demonio y todo volvió a la normalidad… Sí, su historia es complicada, pero básicamente es así.

-Presente-

Saito está peleando contra varios demonios al mismo tiempo, pero es lento… Sus movimientos son lentos, y está recibiendo varios ataques… Pero aún se mantiene de pie y sigue atacando.

—Saito, me das pena. ¿Valió la pena?- Dice Sinfer.

—Sí, lo valió.

Saito se acerca demasiado a él y sonríe.

—Ya se alejaron bastante… ¡Sacrificio Gran Explosión!

—Mierda.

Lejos de ahí, Diana, Nirfa y yo, estamos corriendo… No tengo la magia suficiente para volar.

—Tardaremos unos 20 minutos en llegar.- Dice Diana.

Una gran explosión se escucha… Una gran esfera blanca comienza a rodear la zona, y se acerca a nosotros.

—¡Mierda!

Tomo de los brazos a las chicas y me alejo volando rápidamente.

—Vamos…

Comienzo a descender.

—Un poco más…

La esfera está a punto de alcanzarnos.

—¡Un poco más…!

La esfera se detiene y choco contra el suelo.

La esfera desaparece y comienzo a respirar con dificultad.

—Por poco…

—¿Que fue eso?- Dice Diana.

—Es un hechizo llamado: ¡Sacrificio Gran Explosión! Saito se sacrificó… ¡Pero casi nos mata! Supongo que corríamos muy lento y sus cálculos fueron erróneos… Mierda… Tengo…

Cierro los ojos poco a poco.

—Tengo sueño…

Me quedo profundamente dormido, y Diana me carga en sus brazos.

—¿Hay alguna manera de que recupere energía mágica más rápido?

—Hay dos opciones… Pero no creo que les guste.- Dice Rei.

—¿Cuáles son?- Dice Nirfa.

—La primera es llamada: Descanso. Con descanso, la energía mágica se repone, pero muy lentamente… Tardaría horas en recuperar la mitad de su energía mágica.

—¿Y la segunda?- Dice Diana.

—Bueno… Esa es más efectiva, pero rara… En este mundo, los burdeles son muy importantes para los aventureros. ¿Saben por qué?

—No.- Dicen las dos.

—Durante el sexo, los puntos mágicos del cuerpo generan magia más rápido, pues el contacto sexual entre dos individuos, el placer, provoca que los puntos mágicos trabajen más rápido… Es como una bebida energética.




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