Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 235

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 235

Una historia sobre la vida pasada de mi padre… ¡Genial! ¡¿Cómo era?! ¡¿Era un aventurero?! ¡¿Un rey demonio?! ¡Quiero saberlo!

—No digas nada, hijo.

Se escucha una misteriosa voz de hombre y el Dios supremo suspira.

—Vamos, padre...

—No, hijo. Si él está más tiempo aquí, podrá planear una estrategia para derrotar a Sufuco.

¿Eh? ¡Es cierto! No lo pensé… Puedo pensar en cómo derrotarlo.

—Debe regresar. Cuando logre cumplir su misión en ese mundo, podrás contarle la historia.

—Está bien, padre... Lo siento, Daniel.

Realmente quería escucharla… Es una pena... Pero al menos puedo pedirle unos minutos para hablar con Mersa.

—¿Al menos puedo hablar con Cano? Solo necesito un par de minutos en este lugar.

—Tienes un minuto.

—Gracias…

Volteo a ver a Mersa.

—Cano… O Mersa… Te seguiré llamando Cano… Sufuco es muy poderoso, y casi no tenemos magia… Con mi poder mágico no será suficiente… Pero debemos ganar tiempo para que los demás escapen. ¿Tienes alguna idea?

—Si usas el 100% morirás… Y no podemos escapar volando, nos alcanzaría rápidamente… Ahora que recuperé mis recuerdos, se me ocurrió una idea. Vamos a usar mi magia de dragón.

—¡¿Eres un dragón?! ¡Genial!

Me toma de las manos y sonríe.

—Es como volver a ver a mi amo… Tus manos son igual de suaves… Te besaré, es necesario para unir nuestra fuerza.

Esto me daría vergüenza, pero no puedo sentir vergüenza en un momento así.

—Sí, está bien.

Comienza a besarme y nuestros cuerpos brillan con un tono morado.

—Buena suerte, Daniel.- Dice el Dios supremo.

Truena los dedos y desaparecemos de ahí.

—Hijo, sé que Crisfa… Daniel, es tu mejor amigo, pero debes seguir las reglas. Si él escucha esa historia, sabría cómo derrotar a Sufuco. Eso sería ayudar demasiado.

—Sí… Lo sé, padre…

-Mundo 1-

Vuelvo a la normalidad... Me siento bien.

—Daniel, ¿pasa algo?- Dice Rei dentro de mi mente.

—Luego te cuento.

Mi cuerpo comienza a brillar con un tono morado y me crecen un par de alas de dragón.

Mi cabello se vuelve blanco y mis ojos rojos.

—Alas…

—Puedes usar las alas como arma y escudo, son muy resistentes.- Dice Cano dentro de mi mente.

—Gracias…

Sufuco se levanta y se acerca a mí.

—¡Volviste, Daniel!

—Maestro… Gracias por todo… Escucha lo que te diré y se lo dices a los demás.

—Daniel… ¿Qué harás?- Dice Rei.

—¡¡Sufuco, nunca te perdonaré!! ¡¡Mi abuela era la persona más importante para mí!!

—¿Aún no lo superas?- Dice Sufuco mientras se ríe.

Sonrío y me acerco a él.

—¿Tú ya superaste que una tierna abuela te venciera? Pobre Sufuco, fue derrotado por mi abuela.

Mis palabras lo hacen enojar y sonrío aún más.

—¿Ves? Aún no lo superas.

—¡¡Te mataré!!

Se impulsa con sus pies y se acerca rápidamente a mí.

Me da un gran golpe en la cara, pero no me hace nada.

—¡¿Qué?!

—Mi muerte valdrá la pena… ¡Daniel modo rosa!

La tierra comienza a temblar.

—¡100% del modo rosa!

Golpeo a Sufuco en el estómago y salto.

Le doy una gran patada en la cara, pero él toma mi pierna con sus brazos.

—A pesar de usar tu máxima fuerza, eres débil… No tienes mucha magia.

—¡Cállate!

Golpeo a Sufuco con mis alas y me alejo de él.

—Debo ganar tiempo…

Sufuco intenta golpearme, pero me protejo con mis alas.

—¡Realmente son duras!

—¡No intentes evitar lo inevitable!

Debo ganar tiempo… Debo ganar tiempo.

-Minutos después-

Estuve esquivando los ataques de Sufuco durante 5 minutos… A pesar de usar el 100%, no logré derrotarlo... Está ileso.

Estoy agitado… No tengo mucha energía… Apenas puedo mantenerme de pie.

Es demasiado poderoso… No es justo… Maldita sea.

Sufuco está estirándose, mientras me observa con una gran sonrisa en su rostro.

—¿Por cuánto tiempo puedes usar tu modo rosa? ¿Qué pasará cuando lo desactives? Ya quiero averiguarlo.

—Daniel, usa el poder de las almas.- Dice Rei.

—No puede usarlo.- Dice Cano.

—Es cierto… Cano usó el poder de las almas que tenía dentro de ella…

—Lo siento, lo usé para curar mis heridas.- Dice Cano.

—Mierda… ¿Qué harás?- Dice Rei.

—Debo… usar mi alma.

—No puedes usarla.- Dice Cano.

—Es imposible.- Dice Rei.

Esa era mi última esperanza.

—Mierda.

Sufuco aparece de la nada frente a mí.

—¡Terminemos con esto!

Con un rápido movimiento con su mano derecha, atraviesa mi pecho.

—Vaya… Tu corazón no está aquí… Pero supongo que no será necesario destruirlo.

Ya no puedo seguir… He recibido demasiado daño… Ya no puedo mantener el modo rosa.

Dicen que cuando estás a punto de morir, recuerdas toda tu vida… La imagen de mi abuela apareció en mi mente… Realmente la extraño.

—Abuela…

Desactivo mi modo rosa y mi brazo izquierdo explota... No exploté por completo… Que raro.

Vuelvo a la normalidad… Ya no puedo usar a Cano… Ya no tengo energía… Este es el fin.

Quita su brazo de mi pecho y caigo al suelo.

—Eso fue decepcionante.

Coloca la palma de su mano derecha en mi rostro.

—Serás mía.

Es todo… Los malos ganaron.

-Lejos de ahí-

Sandro y los demás están corriendo juntos, están demasiado lejos de la ciudad.

Rei aparece frente a ellos en su forma humana y se detienen.

—¡Rei, ¿y Daniel?!- Dice Lina.

—Escuchen… Daniel les envió un mensaje a cada uno.

—¿M-mensaje?- Dice Sandro.

—"Sandro, a pesar de que al principio te odié, te convertiste en un gran amigo. Nunca me traicionaste… Muchas gracias por tu amistad. Eres igual de poderoso que yo, y aún puedes mejorar… Eres el nuevo líder del equipo."




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