Humanos contra demonios.- Días de aventura. #1

Humanos contra demonios.- Días de aventura. #1

-Un día de trabajo como aventurero.-

¿Cuánto vale una moneda de oro en el mundo 1? Según mis cuentas, una moneda de oro vale aproximadamente un dólar. Las monedas de oro, son los dólares de este mundo.

Un aventurero novato, gana 20 monedas de oro al día. Un aventurero experimentado, gana aproximadamente 100 monedas de oro al día. Existen misiones muy, pero muy peligrosas, que incluso los aventureros más experimentados rechazarían esas misiones inmediatamente, sin importar que la recompensa sea muy jugosa.

Matar demonios… Esas misiones son muy peligrosas, pero el reino ofrece grandes recompensas por matar a los demonios.

La reina de Ejico, ella siempre me da dinero por proteger a los aldeanos y matar a los demonios. El dinero que me da, lo reparto con los pobres... Siendo sincero, no necesito el dinero, pero cuando estoy aburrido, hago misiones. Es una manera de entrenar y ayudar a las personas... Y me gusta ayudar.

—Por aquí... Están cerca.- Dice Sandro.

Sandro, Lina y yo, estamos en una cueva, buscando duendes.

Rei y Dix, en sus formas humanas, están detrás de nosotros, iluminando el lugar con sus manos. Usan magia de luz.

—Ya vienen…

Se comienzan a escuchar pasos y me vuelvo invisible.

—Es mi turno.

18 duendes se dirigen a nosotros corriendo, pero uno por uno, van muriendo. Sus cabezas están explotando.

—Daniel no tiene piedad… Me encanta.- Dice Lina, saboreando sus labios.

—¿Por qué todas se enamoran de él y no de mí?- Piensa Sandro.

Todos los duendes están muertos y me vuelvo visible.

Tengo sangre en mi rostro, ropa y manos.

—¿Usaste magia para fortalecer tus puños, Daniel?- Dice Lina.

—Sí… Supongo que es parecido a tu magia de fuerza, solo que yo me canso más rápido… Busquemos a las… mujeres…

Sí… Mujeres… Los duendes secuestran mujeres para violarlas… Este mundo es realmente peligroso.

Después de buscar por unos minutos, encontramos a dos mujeres, de aproximadamente 20 años.

Están desnudas y temblando de miedo.

Ver eso me hace llorar… Yo también he sido violado una vez… Solmar… Aún no olvido lo que me hiciste… ¡Hijo de perra!

Lina me observa y me da un pequeño golpe en el brazo derecho, con su puño.

—No te preocupes, Sandra usará su magia de tiempo en ellas. Volverán a ser vírgenes y olvidarán lo que les pasó.

—Sí, lo sé, pero… este mundo es realmente peligroso… Y mucho…

Me acerco a las mujeres y me agacho.

—Mi nombre es Daniel… Están a salvo…

Les acaricio la cabeza y sonrío.

—Vámonos.

-Dos horas después-

En un gremio, Lina, Sandro y yo, estamos comiendo en una mesa.

Lina y Sandro están ebrios… Me prometí nunca beber alcohol… ¿Qué se sentirá estar ebrio?

—¡Vamos, Daniel, bebe también!- Dice Lina, ofreciéndome un poco de cerveza.

—¡Vamos, Daniel, queremos verte ebrio!- Dice Sandro.

—No quiero.

—¡Eso odio de ti, eres demasiado inocente! ¡Debes ser más hombre!- Dice Lina.

—Beber alcohol no me hace más hombre... Lo siento, pero no quiero.

Lina comienza a acariciarme la cabeza.

—¡Que tierno eres! ¡Odio eso! ¡Pero también lo amo!

Comienza a acariciarme el cuerpo y me pongo completamente rojo.

—¡Eres muy fuerte, Daniel! ¡Vamos, quiero verte más!

—¡¿Eh?! ¡Espera, ¿qué haces?!

Lina me quita la camisa y me acaricia el pecho.

—¡Eres ardiente, Daniel!

Las aventureras en el lugar se ponen completamente rojas y se acercan a mí.

—¡Daniel sin camisa!

—¡Es hermoso!

—¡Es sexy!

—¡Es ardiente!

—¡Sus músculos son geniales!

—¡Quiero tocarlos!

Parecen demasiado emocionadas y excitadas.

Mierda, mierda, mierda, mierda… ¡Esto es incómodo!

Sandro se pone celoso y se para en la mesa.

—¡Yo también tengo músculos!

Se quita la camisa y comienza a bailar, mientras que las aventureras le lanzan monedas... ¡¿Qué demonios está pasando?! ¡Esto no es un club nocturno!

—¡Quisiera ser su compañera!

—¡Que suerte tiene esa chica! ¡Yo también quiero ser su compañera!

—¡Tiene a dos hermosos y ardientes chicos como compañeros!

—¡Que envidia!

Mierda, ya recordé.

—En este mundo, las mujeres son más fuertes que los hombres… Y también son más pervertidas… Mierda.

-Al anochecer.-

En el barco, Sandro y Lina están sentados en una esquina, contando, mientras usan orejas de burro.

—258. 259. 260…

Crismi y Seiya se ríen un poco de ellos.

—Que buen castigo, Daniel.- Dice Crismi.

—Sí, lo es... Nunca beberé alcohol.