Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 254

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 254

-Infierno del mundo 1-

-Daniel-

Bueno… Realmente este lugar es idéntico al mundo 15.

Videojuegos, anime, cómics, mangas, caricaturas, televisión, cine… Eso existe en este lugar... Este lugar no es muy diferente..  Y me gusta eso. Hay diferentes culturas, costumbres, tradiciones... Es muy diverso.

Vivo en una casa de dos pisos, que se encuentra al norte de la ciudad "Desmolfer", lugar en donde vivo. La academia Desmolfer se encuentra en el centro de la ciudad… Pero la ciudad es enorme. Me toma 40 minutos llegar en bicicleta.

Mi casa no es muy grande, es pequeña… Vivo solo, así que sería un desperdicio de espacio tener una casa grande.

En este momento, estoy cocinando un poco de sopa… No sé cocinar, así que decidí aprender un poco. Cuando estaba vivo, mi madre cocinaba siempre… Ahora que me doy cuenta, creo que la decepcioné… Aunque era inteligente, no me gustaba estudiar… Desperdicié mi potencial… Realmente soy patético… Mi hijo solo se parece a mí físicamente… Él es inteligente, sociable y amable con todos… Yo soy serio, antisocial… O asocial… Nunca supe la diferencia… Y flojo… Muy flojo… Desmolfer me dijo que mi vida pasada se esforzaba mucho todo el tiempo, así que yo, su reencarnación, siempre quiero descansar, para compensar todo el esfuerzo que hice en mi vida pasada… No tiene sentido, pero si Desmolfer lo dijo, supongo que es verdad.

—Supongo que ya está.

Apago la estufa y huelo la sopa… Huele… raro.

—Sí…

La pruebo y la escupo inmediatamente... ¡Esto sabe horrible!

—No… Esto está horrible… Iré a comprar comida.

Me pongo una sudadera negra y salgo de mi casa.

Este lugar es el infierno, pero hace frío en la noche… En este lugar, viven los demonios puros, es decir, los demonios que nunca fueron humanos.

Hay dos tipos de demonios.

1: Los demonios que fueron humanos.

2: Los demonios que nacen de otros demonios.

Desmolfer me contó que los demonios que antes fueron humanos, deben trabajar para pagar sus pecados. ¿Cómo? Ella me dijo que los demonios regresan a los mundos, para mantener un equilibrio entre el bien y el mal. Los demonios se encargan de hacer sentir odio, celos, miedo, entre otros sentimientos negativos, a las personas. Es por eso que existen asesinos, ladrones, secuestradores… Personas malas… Desmolfer me dijo que el mal es necesario para que el infierno siga existiendo.

Bostezo y me rasco el cuello… Tengo sueño… Mucho sueño.

Es de noche en este lugar… Desmolfer me dijo que los crímenes también existen en este lugar… Que no es muy diferente a mi mundo… Pero no debo preocuparme, ella me dio poder mágico para defenderme… Ella me dijo que soy más poderoso que mi hijo… Ser rey demonio tiene sus ventajas.

Veo un pequeño restaurante vacío… La mesera está sentada en una mesa… Parece algo triste... Aunque es algo linda. Su cabello es blanco y corto, ojos grises y plana… Muy plana… A mi hijo le gustan las chicas como ella... Creo que tiene 20 años... Aunque, considerando que los demonios envejecen lentamente, tal vez tenga más.

La observo a través de la ventana… El restaurante se ve bien… ¿La comida estará buena? Compraré un poco… Aunque no sé que venden.

—Está teniendo una mala noche.

Entro al restaurante y una campana suena… Me gusta ese sonido.

La chica me observa y se sonroja al verme… Cuando estaba vivo, las chicas se enamoraban de mí al verme… Y, al contrario de mi hijo, a mí no me molesta mucho… Me da igual. Yo sí me defendía cuando otros chicos me golpeaban.

La mesera se acerca rápidamente a mí.

—¡B-bienvenido!

—Buenas noches… ¿Venden comida para llevar?

—S-sí.

Parece una chica tímida… Me agrada.

—Quiero lo que sea, por favor.

—¿L-lo que sea?

—Sí… Tengo hambre, así que comeré lo que sea.

Saco mi billetera.

—Bueno…

Saco 5 billetes rojos, que tienen la cara de Desmolfer y unos números raros (los números de este mundo)... Ella es bastante vanidosa.

—Quiero comprar toda la comida que me alcance con esto.

Le entrego los billetes y le entrego otros dos billetes.

—Y esto es para ti.

—E-es demasiado… ¿Está seguro?

—Sí, no te preocupes… Estaré esperando en una mesa, gracias.

—¡P-prepararé su comida! ¡Espere, por favor!

Me siento en una mesa y cierro los ojos.

Bueno… En mi familia somos buenos… Siempre queremos ayudar a otros… Creo que ella es la dueña de este pequeño restaurante… Y no le va bien… Supongo que es nueva… Necesita tener empleados.

—Mañana empieza el festival "Desmolfer"… Academia Desmolfer. Ciudad Desmolfer… Dinero con el rostro de Desmolfer… Es algo molesto eso.

—¡¿Eres tú, Daniel?!

Mierda, reconozco esa voz… Karlia.

Abro los ojos y volteo a mi derecha.

Sí, es ella... En la escuela siempre me habla y yo siempre trato de ignorarla… No quiero ser popular.

Está usando un vestido corto rojo… Me gustan sus piernas… Son lindas.

—Hola...

—¿Puedo sentarme contigo?

Bueno… Supongo que puedo decir sí.

—Sí, está bien.

—¡Gracias!

Se sienta en mi mesa y me sonríe.

—¿Vives por aquí?

—Sí… ¿Y tú, Karlia?

—Sí… Supongo que somos vecinos… ¿Tienes hermanos?

—Tenía una hermana… Pero murió.

Ella baja la mirada… Supongo que la hice sentir mal.

—Lo siento, no quería decirte…

La interrumpo… No es su culpa.

—No te preocupes... ¿Y tú?

—Soy hija única.

—Ya veo…

—Oye, Daniel, ¿y cómo te va en la escuela?

—Supongo que bien… Sí, bien.

—Me alegro.- Dice con una amable sonrisa.

La mesera se acerca a nosotros. Tiene tres bolsas en sus manos… ¿Me alcanzó para tanto? Que suerte, me durará varios días.

—¡G-gracias por esperar!




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