Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 270

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 270

-Daniel-

Nadia y yo aparecemos en mi habitación. Mi habitación es sencilla, hay una cama, un escritorio, una computadora, un ropero y está muy limpio… Mi madre siempre me regañaba por ser desordenado y grosero… Quiero cambiar… Y cambiaré.

—Bueno… Bueno… ¿Qué haré primero?

Cierro los ojos y tomo aire.

—¿Qué hago…? ¿Besarte o castigarte?

Nadia se sonroja.

—¡¿Q-qué dices?!

Abro los ojos y sonrío.

—Por cierto, querida, sigues joven. Pareces una mujer de 24 años… Ser un demonio tiene sus ventajas. Supongo que mi situación es parecida. Ahora parezco un chico de 15 años, pero con la mente de un adulto… Ser rey demonio tiene sus ventajas.

Cadenas rojas aparecen frente a mí y rodean a Nadia.

La aprietan con fuerza y le acaricio la mejilla.

—Veamos… Te amo, pero intentaste asesinar a nuestro hijo… Pero también lo salvaste… ¿Ya lo quieres?

—Y-yo…

Aprovecho que abrió la boca y comienzo a besarla.

Mierda, no pude resistirme… Hace años que no la veo en persona.

Las cadenas desaparecen y Nadia me abraza con fuerza.

—Cariño… Realmente extrañaba tus besos.

—Espero que no te moleste que me parezca a nuestro hijo.

—No, nuestro hijo se parece a ti, así que no importa. Tú eres el original.

Acuesto a Nadia sobre la cama y comienzo a besarle el cuello… No puedo resistir más.

-Mundo 1-

-Daniel-

Estoy en una ciudad, caminando junto con Sandro.

—Espero que encuentren a Diego pronto. Si se une a nosotros, nuestro equipo estará completo. Dax, Dex y Dix, pelearán juntos.- Dice Sandro.

—Necesitamos el poder de anular ataques. Eso sería muy útil.

Observo a mi alrededor… Estamos en la zona roja de la ciudad… La zona +18.

Hay burdeles, tienda de masajes, restaurantes y posadas.

Como las mujeres son más pervertidas que los hombres, la mayoría de los burdeles son para mujeres y homosexuales.

—Solo veo burdeles para mujeres… Debo encontrar uno de hombres.

—Me sorprende que tú busques algo de diversión, Daniel.

—Sí, parece una tontería, pero es parte de mi entrenamiento… Me resultó ridículo al principio, pero el placer mejora mis puntos mágicos. Puedo mejorar mi magia e incrementar mi energía mágica… No quería hacer esto, pero es necesario… Y Crismi está ocupada… Y Zei está buscando algo por mí… Y no quiero usar a Nirfa y a Diana de esa manera otra vez.

—Bueno, sigues siendo un caballero después de todo.

—Y, bueno, las enfermedades de transmisión sexual no existen en este mundo, pues la magia y las pociones mágicas eliminan ese tipo de enfermedad… Y casi todas las enfermedades también… Es una ventaja que tiene este mundo… Así que puedo ir a un burdel sin miedo.

—¿Por qué no invitaste a Hajime y a Cris?

—Cris está entrenando, y Hajime está comprometido con una princesa.

—Ya veo.

Veo un burdel muy elegante y enorme… Parece caro… Me gusta.

—¿Qué dice el letrero?

—Dice: Burdel "Diverso".

—¿Diverso? Suena raro.

—Hay una advertencia… Si maltratas a una prostituta, te castran… Me duele con solo imaginarlo.

—Ya te salvaste de una castración y corres el riesgo de otra.

—¡Nunca molestaría a una mujer! Soy un caballero.

—Eres un hipócrita. Cuando te conocí, eras un acosador.

—Eso quedó en el pasado. Cambié, y lo sabes.

—Sí… Estoy orgulloso de ti… Mejor entremos.

Entramos y observo a mi alrededor… Es elegante y limpio. No parece un burdel.

—Vaya, vaya…

Veo a las prostitutas… Vaya, vaya… Son muy hermosas... Espera… ¿Hay una semihumana? ¡¿Hay una chica perro?! ¡También hay una chica gato!

—La reina de Ejico hizo lo que le dije… Eliminó la discriminación y ahora es delito la discriminación… Genial.

—Los semihumanos ahora viven en Ejico… Los demonios invadieron los países del norte.

—Sí, lo sé… Espero que Rocco y Meibis estén bien... Creo que así se llamaban… Supongo.

Hay hombres que trabajan aquí también… Es un burdel mixto... Bueno, no me molesta.

—Bueno, Sandro, pregunta el precio, por favor.

—Sí.

Sandro se dirige al mostrador y me siento en una silla. A mi lado, hay varios hombres guapos.

—¿Eres Daniel?- Me pregunta el hombre que está sentado a mi lado.

—Sí, ¿por qué?

—¡Es un honor conocerte! ¿Cambiaste tu estilo? Te ves genial con el cabello blanco.

—Es un cambio natural, pero gracias.

Una mujer se acerca a mí… Parece de 40 años… Es plana y muy hermosa. Tiene el cabello blanco y corto, y sus ojos son rojos.

—A-acompáñame, por favor.

—¿Eh?

Me toma de la mano y me levanta… ¿Qué pasa?

Comenzamos a subir las escaleras… Nos dirigimos a las habitaciones… Oh, ya sé lo que pasa. Sandro la contrató para mí… Quería escoger, pero bueno.

—Trátame bien, por favor. Sigo siendo un novato en esto.- Digo sonriendo.

—S-sí, no te preocupes.

Mientras tanto, Sandro está hablando con un empleado.

—Todo está listo. Habitación 12 y 13.

—Muchas gracias.

Sandro se aleja de él y observa a su alrededor.

—¿Daniel? ¿En dónde estás?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.