Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 275

CAPÍTULO 275

Mientras que Daniel estaba pensando en cómo derrotar a Solfrar, Diego ya estaba listo para pelear.

—Vaya... La batalla final… Dax, gracias por todo… Todo terminará hoy.

Diego estaba en un lugar desierto. No había absolutamente nada.

—Solfrar, sé que estás aquí. Yo soy el protagonista. Yo te venceré.

La tierra comenzó a temblar y el suelo se abrió.

—¡Por fin soy libre!

Un hombre salió del suelo... Su apariencia es... normal.

Parecía un hombre de 30 años. Era alto, tenía el cabello azúl, ojos rojos y era atractivo. Usaba un traje negro elegante.

—… ¿Eh? ¡¿Qué?! ¡¿No se suponía que serías feo y grotesco?! ¡Solo eres un hombre guapo! ¡Dax, ¿qué significa esto?!

—Diego, la mayoría de los Dioses tienen apariencia humana. Los Rey demonio que conoces son completamente diferentes a los reales.

—Qué decepción… Esperaba algo más épico y emocionante.

Solfrar se acercó a Diego.

—Supongo que eres de la nueva generación. ¿Tú me vas a derrotar? Tu alma es normal. ¿En dónde está el elegido?

Diego sonrió y colocó la punta de Dax en su pecho.

—Yo te voy a derrotar.

—Diego, tendrás 30 minutos... Luego morirás.

—Lo sé… Dax, muchas gracias por todo... Eres una gran amiga... ¡Acepto la fusión!

Atravesó su corazón con Dax y su cuerpo fue rodeado por fuego.

—¿Una fusión? Eso es admirable.

—¡Yo seré el protagonista!

El fuego desapareció. Los ojos de Diego se volvieron rojos y su cabello de volvió rosa.

—¿Comenzamos a...?

Diego no lo esperó y se dirigió a Solfrar corriendo.

En menos de un segundo, Diego se acercó demasiado a Solfrar e intentó atacarlo.

Solfrar se sorprendió e intentó retroceder.

Diego golpeó el suelo con su pie derecho y se impulsó.

Alcanzó nuevamente a Solfrar y le dio un golpe en la cara.

—¡Imposible!

Diego le dio una patada en su costado izquierdo y Solfrar salió volando.

—Diego, Solfrar está demasiado débil. Su cuerpo no está acostumbrado a estar despierto... En estos momentos, ambos están igualados… ¡No, tú eres más fuerte! ¡Diego...!

—Lo sé, Dax... Debo terminar rápido con él.

Solfrar comenzó a lanzarle flechas de fuego a Diego, pero él las esquivaba fácilmente.

—¡Maldita sea!

Diego sonrió mientras se acercaba a Solfrar.

—Yo ganaré.

Mientras que Diego estaba peleando, Daniel encontró a Cristhela y a los demás.

—Zei encontró a los demonios. Y Diego está demasiado lejos. Tardaremos 20 minutos llegar... ¡No perdamos tiempo!

Daniel estaba a punto de irse volando, pero Sato lo detuvo.

—Espera, Daniel... Quiero preguntarte sobre la fusión.

—¿Fusión?

—¿No la conoces? Es cuando la espada se une a su portador. Dax se fusionará con Diego.

Rei volvió a su forma humana.

—La fusión mágica… El portador y la espada se vuelven un solo ser... ¿Dax se fusionó con Diego? Esto es malo...

Cristhela se acercó a Rei.

—¿P-por qué es malo?

—Tenemos prohibido hacer eso porque ningún portador soporta el poder.

—¿Es diferente a mi modo rosa?- Dijo Daniel.

—Es muy diferente. En la fusión, las almas se unen. El poder incrementa demasiado también… Si Diego se fusiona con Dax, morirá después de 39 minutos.

—¡¿Qué?! ¡Debemos detenerlo!

Cristhela se fue volando y Rei suspiró.

—Ya es demasiado tarde… Siento un enorme poder mágico… Daniel, vamos.

—Sí, maestro... Por cierto…

—No. No quiero unirme a ti. No es necesario. Vámonos.

—… Sí, vamos.

—I-imposible…

Diego estaba parado frente a Solfrar, que estaba acostado en el suelo.

No tenía piernas y estaba gravemente herido.

Estaba acostado sobre un gran charco de sangre.

Diego estaba ileso.

—Dax… ¿Realmente es el enemigo final?

—Esto es raro... Solfrar era más poderoso… Incluso después de despertar, debía ser más fuerte… Esto es raro.

Diego suspiró y creó una espada usando magia de fuego.

—Terminemos con...

Inesperadamente, Solfrar comenzó a reír.

—¡Vengan! ¡Vengan ahora!

Diego sintió un gran escalofrío y levantó la mirada.

En el cielo, había un enorme portal.

Cientos de demonios estaban saliendo del portal.

—Mierda…

—¡Aunque muera, este mundo ya no tiene salvación!

Diego atravesó el corazón de Solfrar con su espada.

—Cállate…

Y así, Solfrar murió… Una muerte decepcionante.

—Lo repito, esto es demasiado raro... ¿Él era Solfrar realmente? Esto es demasiado raro.

El cielo estaba lleno de demonios.

—Son todos...

Él sabía que moriría... Y tenía un plan en mente.

—¡No perderé!

Los demonios se dirigieron a él y Diego simplemente sonrió.

—No perderé…

Faltaban 2 minutos para que Diego muriera.

Él aceptó su muerte.

No se quejó... Si su muerte era por un bien, se sentía satisfecho.

—A-aún puedo...

Diego había derrotado aproximadamente 34,087 demonios.

Gracias a sus ojos, podía esquivar los ataques de los demonios con facilidad.

—¡Vamos!

Con un ataque con su espada, partió a la mitad a 4 demonios.

Esquivó los ataques de algunos demonios y siguió matando.

Diego tenía heridas en todo su cuerpo y le faltaba parte de su oreja derecha.

Los demonios eran débiles, pero lo estaban atacando a mismo tiempo.

—¡Es solo un humano! ¡¿Por qué es tan poderoso?!

—¡Debemos retirarnos!

—¡No podemos, tenemos una orden!

—¡Vamos!

Mientras que Diego peleaba, Daniel y los demás se estaban acercando al lugar.

—¡¿E-esos son los demonios?!

Zei, en su forma animal, se acercó corriendo a ellos.




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