(Pov- Daniel.)
Después de tomar la misión, los tres salimos del gremio.
Bien, según la información que conseguimos, no se sabe por qué están desapareciendo, aunque la principal sospecha es que se trata de algún monstruo de rango A o superior.
Y la persona que solicitó aventureros para esta misión, es anónimo. Eso es bastante raro, y solo aumenta las sospechas que le tengo a esta misión. Tendré bastante cuidado con mis movimientos.
—¿En dónde está la cueva?
—Está al lado del pueblo Iris.
Pueblo Iris... Suena a nombre de mujer.
Saco mi teléfono y abro la aplicación de mapa.
—¿Pueblo Iris? Es un nombre algo feo.
Iris. Viris. Virus... Suena raro.
—Wow...
Alex observa mi teléfono con curiosidad. Ah, mi teléfono resalta demasiado.
—¿Qué es eso?
—Es un teléfono, luego les explicaré para qué sirve.
No tengo tiempo para explicarles, tomará más tiempo y no podemos perder el tiempo.
Busco por el mapa y lo encuentro... Vaya, vaya. Está demasiado lejos. Nos tomará horas viajar caminando, o tal vez podamos ir en algún caballo o algo por el estilo. ¿Este mundo tendrá transporte público?
—Está un poco lejos.
Espera... Es cierto, puedo volar.
Recuerdo la velocidad que tenía cuando volaba. Soy increíblemente rápido volando. Será más rápido si voy volando.
Además, también puedo ser fuerte usando un hechizo, puedo llevarlas en mi espalda y brazos sin ningún problema.
Creo que llegaré en un par de minutos si voy volando.
—Pero si voy volando, llegaremos rápido. Sí, está decidido, iremos volando.
Alex se sorprende demasiado al escuchar lo que dije y comienza a sacudirme. Wow, wow, wow. Su emoción es contagiosa. Es lindo, pero me estoy mareando.
—¡¿Volando?!
—¿Estás seguro?- Dijo Sara, preocupada ante mi sugerencia.
Supongo que nunca ha volado antes. Espero que no le tenga miedo a las alturas.
—Claro, no hay problema. ¡Muslar asio!
Perfecto, me siento fuerte.
—¿Están listas?
—¡Por supuesto!
—Sí... Supongo.- Dijo Sara, para nada segura de lo que dice.
No te preocupes, Sara, no te pasará nada.
—Vaya, vaya... Bueno... ¿Espalda o brazos?
—¡La espalda!- Dijo inmediatamente Alex.
—Ah, supongo que me tocó los brazos.
—Con permiso.
Cargo con mis brazos a Sara y ella se sonroja. Ese sonrojo en su rostro es lindo, pero espero que no esté malinterpretando mis acciones.
—Alex, sube a mi espalda.
—¡De inmediato!
Alex salta y sube a mi espalda.
—Esto es algo vergonzoso.- Dijo Sara, sonrojada.
Realmente lo es... Un poco solamente... Pero es necesario.
—D-digo lo mismo.- Dije nervioso.
Cargar a una chica en los brazos y otra en mi espalda es muy incómodo, aunque no es la primera vez que cargo a una chica. Sonia siempre saltaba a mi espalda para sorprenderme y yo también la cargaba con mis brazos para que se sintiera la princesa que era para mí... ¡Ahhhhhhhh! ¡¿Por qué me engañó...?! Ah... No, Daniel, no pienses en ella. Olvida el pasado... Olvida el pasado.
—Vaya, vaya... Ah... Vaya, vaya... Bueno, según el mapa, llegaremos al pueblo si vuelo todo recto. Se tienen que sujetar fuerte de mí si no quieren caer. ¿Están preparadas?
—¡Estoy preparada!
—S-solo no vayas tan rápido.
Todos los aventureros nos observan raro. Sí, sí, lo sé, parece como si estuviéramos jugando, pero pronto se sorprenderán.
Verán a un aventurero volar... Aunque todavía no sé si eso es extremadamente raro o existen aventureros que aprendieron a volar.
—¡Arches Nexus!
Me voy volando del pueblo. ¡Genial, esta velocidad me hace sentir como si estuviera manejando un auto deportivo! Me siento como si estuviera manejando una motocicleta, y lo digo por experiencia propia, pues intenté ser repartidor de pizzas, pero renuncié cuando volvieron a intentar abusar de mí... Vaya suerte la mía.
Dejando el pasado a un lado, ¡esto se siente increíble!
¡Me siento un superhéroe!
Estoy tan emocionado, pero creo que solo Alex y yo compartimos la misma emoción. Me gustaría decir lo mismo de Sara, pero...
—¡¡Ahhhhhhhh!!- Gritó Sara asustada, encajándome sus uñas en mi brazo y pecho.
D-duele bastante, pero no me quejaré, no quiero hacer sentir mal a Sara. Es bastante comprensible que Sara esté tan asustada, pues esto no es algo que sucede todos los días.
—¡¡Increíble!!- Gritó Alex, emocionada.
Sí, Alex, comparto tu emoción. Esto se siente genial... ¡Volar es increíble! ¡Gracias, Dios, por darme un hechizo tan útil e increíble como este! ¡Me ahorrará mucho tiempo cuando viaje!
—Próxima parada, pueblo Iris.- Dije sonriendo.
Solo espero que todo salga bien.
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Y mientras Daniel se dirigía a su destino, en el castillo del Rey Freis, él estaba ocupado, humillándose.
El Rey se arrodilla ante una mujer que está sentada en su trono. La mujer es bastante alta, tiene el cabello de color blanco y largo, y tiene grandes pechos que resaltan a la vista por el ajustado vestido que usa, un vestido tan rojo como la sangre misma.
Es una mujer muy hermosa, pero todos los que la conocen ni siquiera se atreven a mirarla de una manera lujuriosa, por simple miedo.
Están en una biblioteca, y ella está escribiendo en una pequeña libreta mientras el Rey sudaba a mares por lo asustado y nervioso que estaba por estar tan cerca de ella.
Su corazón estaba tan acelerado que no sería ninguna sorpresa que sufriera un infarto, pero a la mujer no le importaba en lo absoluto lo que le pasaba, solamente seguía escribiendo.
—¿Y bien? ¿Aceptó?- Dijo aquella mujer, cuya voz solo provocaba escalofríos y un profundo terror en el Rey.
—L-lo siento, el aventurero capaz de usar todos los tipos de magia, rechazó mi oferta. Y tal como me lo ordenó, no insistí ni lo molesté. Le ordené al maestro del gremio que se asegure de no molestarlo y dejarle hacer todo lo que Daniel quiera hacer.
Editado: 09.10.2024