Es de noche y los cuatro estamos cenando en el gremio.
Arruiné la bienvenida de mi abuela matando a Sandro, pero me perdonó porque le devolví la vida a Sandro.
Además, le conté el porqué lo hice y mi miedo de que él le hiciera algo malo. Al comprender mi preocupación, me abrazó y me perdonó.
Eso era lo único que me preocupaba, pero ahora que lo resolví, puedo decir con certeza que hoy...
—¡Fue un gran día!- Dije, sonriendo.
Y mis heridas fueron sanadas con algunas pociones curativas. La medicina mágica es realmente genial.
—La gente se te queda viendo, ya eres conocido como el aventurero más poderoso del gremio, ¡incluso del país!- Dijo Sara.
—Y es mi segundo día aquí.
—¿Qué te parece si exploramos mañana?- Dijo mi abuela.
—¿Explorar?
—Quiero conocer el lugar.
—Hablando de conocer, Sara, ¿cuántos gremios hay?
—Hay un gremio por Reino.- Dijo Sara.
—Entonces hay cuatro gremios. Quiero conocerlos, tal vez consiga conocer personas poderosas.
No puedo olvidar mi misión.
Tengo tres objetivos principales.
1: Aprender hechizos poderosos y útiles.
2: Conseguir compañeros poderosos. (Objetivo temporal, mientras me vuelvo más poderoso.)
3: Conocer más sobre los demonios, sus fortalezas, debilidades, su historia, etcétera.
Debo estar preparado para lo que sea.
—Lo siento.
Esa voz...
Veo a Sandro disculpándose con unas chicas.
—Sandro sigue disculpándose con las mujeres. ¿En serio acosó sexualmente a tantas?
—Creo que, desde ahora, Sandro será una mejor persona.- Dijo Sara.
... No quiero hablar sobre él. Con solo recordar lo que le hice, me da asco... ¿Por qué tuve que matarlo? Reaccioné sin pensarlo dos veces.
... Debo cambiar de tema.
—¿En dónde puedo bañarme? Llevo dos días sin bañarme.
C-creo que llevo más días, pero no lo diré.
—Hay unos baños en el pueblo, yo te llevaré si quieres.- Dijo Sara.
Mi abuela se acerca a Sara.
—Disculpa, ¿no tienes baño en tu casa?
—¿Baño en mi casa? No tengo baño en mi casa.
—¿No tienes baño?
—No.
Mi abuela se acerca a mí y me susurra.
—Realmente estamos en un mundo extraño.
—Lo sé.
Pero debemos acostumbrarnos.
•
•
Después de comer, nos dirigimos a los baños. Me sorprende que no tengan baño, pero considerando la falta de tecnología, era algo obvio.
Estamos frente a una tienda con un gran letrero. Me pregunto qué dirá.
—Aquí están, los baños del pueblo.
Mi abuela trata de entender lo que dice el letrero. Ah, no te esfuerces, abuela, no tiene sentido encontrarle la lógica a la escritura de este país.
—Realmente no entiendo su letra.
—Ahí dice: "Baños mixtos".- Dijo Sara.
... ¡¿Qué?! ¡¿No tienen baños separados?! ¡Ahhhhhhhh! ¡Todos aquí son unos pervertidos!
—¡¿M-m-m-mixtos?!
—Significa que pueden bañarse hombres y mujeres juntos.- Dijo Alex.
—¡Eso ya lo sé! ¿No hay otros baños?
—No.- Dijo Sara.
—Ya, ya, Dani, no es para tanto.
Mi abuela me acaricia la cabeza.
—Vamos, que no te dé pena, solo finge que no hay nadie.
—Mejor estaré otro día sin bañarme.
—No, entrarás y te vas a bañar. Apestas. Si te molesta mi presencia, te puedes bañar primero y yo después.
—Sara, ¿no hay un río por aquí? ¡Me niego a bañarme con más personas!
—Hay uno cerca de aquí, puedes bañarte ahí.- Dijo Sara.
Prefiero bañarme en un río, aunque esté fría el agua.
—Iré. Nos vemos.
Alex salta a mi espalda y me abraza con sus piernas mi estómago y con sus brazos abraza mi pecho.
—¡Quiero ir contigo!
—Si no te molesta, yo también iré.- Dijo Sara.
—Soy tu abuela, yo también iré.
... ¡¡No!! Conozco ese cliché. ¡Y no quiero vivirlo! ¡Ecchi innecesario! ¡No quiero! ¡Mucho menos con mi abuela presente!
—¡Me quiero bañar solo, solín, solito!
—¿Dejarás que tu abuela se bañe con extraños?- Dijo mi abuela, cuyas palabras atravesaron mi corazón como una flecha.
—Que buen nieto.- Dijo Sara.
—Eres el mejor nieto.- Dijo Alex.
¡Ya, dejen de lastimar mi frágil corazón! Todavía no se recupera del engaño de Sonia.
Suspiro... Realmente quería bañarme solo, pero tampoco puedo permitir que mi abuela se bañe con extraños.
Mmm... Aunque podría entrar al baño y amenazar a los que estén para que se vayan... ¡No, Daniel, no dejes que el poder te vuelva malvado! ¡Ya mataste a Sandro, no te vuelvas malvado!
D-debo controlar mejor mis emociones.
—Está bien... Está bien. Vamos.
—¡Sí!- Dijo Alex, emocionada.
—Abuela, te llevaré en los brazos. Alex... Tú así estás bien. ¡Muslar asio!
Cargo a mi abuela en mis brazos y las dos se acomodan en mí. Vaya, vaya. Realmente las siento muy ligeras. Genial.
—¡Caballo divino, ven a mí!
Un círculo aparece y aparece el unicornio.
—¿Ahora qué quieres?- Dijo el unicornio.
—Lleva a Sara a un lugar, ella te dirá en dónde está, por favor. Te lo agradecería.
—Está bien.
Sara sube al unicornio.
—¡¿U-u-u-un unicornio?!- Dijo mi abuela, emocionada y sorprendida.
—Es otro de los hechizos que aprendí, abuela.
—¡G-genial!
—¡Arches Nexus!
Me voy volando de ahí y me abuela me encaja las uñas en el pecho.
—¡¡Ahhhhhhhh!!- Gritó mi abuela y me abraza con fuerza.
—¡¡Genial!!- Gritó Alex con emoción.
Perdón por asustarte, abuela, no medí bien la velocidad.
—¿Por dónde está el río?
Alex señala un lugar.
—Es aquí cerca, ¿no lo ves?
Me concentro y veo el río. El río está en medio de un bosque... Que conveniente.
—Lo veo.
Me dirijo hacia el río.
—Dani, ¿yo también puedo aprender a volar?
Editado: 09.10.2024