(Pov- Daniel.)
(Reino del Rey Finder.)
Ya solucioné el problema con los esclavos, liberé a todos los que fueron convertidos en esclavos por no pagar los impuestos, pero no liberé a los esclavos criminales, tengo entendido que ellos sí merecen ser esclavos. Ah, después investigo mejor ese asunto.
Me dirijo al Rey, que está sentado en su trono.
—Daniel, volviste muy pronto.
—Podría decirse que tuve algunos problemas familiares.
—¿Problemas familiares?
... No debo ocultarle nada a este Rey si quiero conseguir su ayuda.
Este Rey es confiable, Daniel. No le ocultes información. Si descubre en el futuro que le ocultaste información, ya no confiará en ti.
—Supongo que mis compañeras no se lo han dicho... Uno de los demonios que vino ayer... era mi madre. Mi madre biológica.
El Rey abre completamente los ojos y me observa con miedo... Bueno, él cree que soy el hijo de un demonio. Supongo que piensa que soy malo.
Criticando por la raza. Todos los humanos de este mundo son iguales, ¿eh?
Pero es comprensible. Digo, después de todo, los demonios son el enemigo de la humanidad, y que yo sea el hijo de un demonio, me hace ver como el enemigo, a pesar de mis acciones pasadas.
Su miedo es comprensible, Rey, pero tome en cuenta mis acciones pasadas, por favor.
—¡¿Eres el hijo de un demonio?!
—Bueno, técnicamente mi madre me dio la vida cuando era humana, pero sí, lo soy. Pero, por favor, permíteme...
La puerta se abrió de repente.
Molly y Zero entran al salón, y Molly corre hacia mí emocionada.
Lo siento, Molly, no estoy de ánimos como para soportar tu acoso sexual.
—¡Volviste!
—¡Aléjate de ese demonio, Molly!
... Eso dolió. Me dolió mucho.
Molly se detiene y me observa confundida.
—¿Demonio?
No lo soy. ¡No soy un demonio! ¡No heredé la maldad de mi madre! ¡Mi abuela no crió a ningún demonio, crió a un ángel!
—Rey, mi madre es un demonio, pero yo no soy un demonio.
—¡¿Tu madre es un demonio?!- Dijeron los hijos del Rey, confundidos.
—Le prometo que lo único que quiero es ayudar a las personas, no soy un demonio. Mi madre me dio la vida antes de convertirse en demonio. Lo único demoníaco en mí es mi magia, pero eso es todo. Además, usted conoce perfectamente mi poder. Si yo fuera un demonio, habría dejado sin vida a Sandro. Podría matar a cualquiera si quisiera, pero no lo he hecho, porque no soy un demonio, soy un humano.
Me arrodillo ante él... Nunca haría esto, pero debo hacerlo. Realmente necesito su ayuda.
—Por favor, necesito su ayuda. Solo le pido que comprenda mi situación. Yo no tengo la culpa de que mi madre sea un demonio. Ella es ella, y yo soy yo. Por favor, no me juzgue sin realmente conocerme. No se comporte como los otros reyes.
El Rey duda por unos segundos, pero... me sonríe. Su expresión me da a entender que ya no me tiene miedo.
... Eso fue más rápido de lo que creí. Supongo que el hecho de revivir a sus hijos ayudó a que me tenga más confianza.
—Está bien. Confío en ti. Me agradas mucho, Daniel, eres un chico muy bueno, lo presiento, y tus acciones lo han confirmado. Perdón por haber dudado de ti... ¿Qué necesitas?
—Rey, sé que es difícil realmente confiar en mi, pero puedo...
—No, no hay necesidad de más explicaciones. Todos los tipos de magia, capaz de usar hechizos antiguos, capaz de derrotar a un demonio de un solo ataque, derrotaste a Sandro y le regresaste la vida. Bueno, solo un idiota no confiaría en alguien con tu historial, y si realmente fueras un demonio y nos estás engañando, pues no importa. Si eres un demonio, definitivamente los humanos moriremos, así que vale la pena confiar en ti, con la esperanza de que realmente estés de nuestro lado.
—Lo estoy, Su Majestad. Soy demasiado sospechoso, lo sé, pero les prometo que soy confiable, y lo demostraré con acciones.
—Sí, te creo.
Gracias... En serio, muchas gracias... No quiero que me traten como me trataron los semihumanos. Me sigue doliendo eso.
—Quiero que me dé los libros con hechizos que tenga, y a sus mejores aventureros, por favor.
—¿Aventureros?
—Necesito entrenar, así que quiero que ellos me entrenen. Tengo un gran poder, pero mi experiencia es casi nula, lo único que me ha salvado es mi hechizo para ver en cámara lenta los ataques.
—Entrenar, ¿eh? Ya veo. Está bien. ¡Sora!
¿Sora? ¿Eh? Algo bajó del techo. Oh, ya entiendo.
La guardaespaldas bajó del techo y se arrodilló frente al Rey... Vaya, vaya... Genial. Es como una espía. No la vi ni sentí su presencia.
Conque se llama Sora, ¿eh? Que nombre tan corto.
—¿Sí, Su Majestad?
—Consigue a los mejores aventureros, de inmediato. No importa el dinero, consígueme a los mejores.
—Lo haré de inmediato.
Voltea a verme y saborea sus labios.
Ay, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Definitivamente me aterra esa chica.
—Hola de nuevo.
—H-hola.
Ella se va corriendo rápidamente del salón.
Realmente me da miedo. ¿Por qué me da tanto miedo? Eso es exagerado, apenas la conozco.
Que raro... Después investigaré más al respecto sobre ella.
—Te daré los hechizos de la familia Real, sígueme.
—Sí... Muchas gracias por su ayuda...
Me levanto y sonrío.
—Muchas gracias, Rey.
Él me devuelve la sonrisa y guiña un ojo.
—Gracias a ti.
En serio me agradas, Rey. Prometo no decepcionarlo.
Acompaño al Rey a la biblioteca y toma un pequeño libro rojo.
Deberían guardar mejor los libros importantes, ¿o el castillo es muy seguro? No lo sé.
Bueno, no importa, no vale la pena perder el tiempo pensando en eso.
—Son los hechizos de la familia Real. Toma.
De la familia Real, ¿eh? ¿Acaso...? Por favor, Dios, que no sea lo que estoy pensando que es.
Editado: 09.10.2024