Humanos Contra Demonios. ¿soy realmente un chico perfecto?

CAPÍTULO 11 (parte 2)

(Pov- Daniel.)

Una hora después, llegué a mi destino.

Llego al castillo del Rey Freis y entro a la fuerza al salón principal.

Tsk. Me estaba esperando.

—¡¡Rey!!

Veo al Rey sentado en su trono y los guardias se dirigen a mí.

—¡¿Eh?! ¡M-maldita sea, ¿qué haces aquí?! ¡Largo!

¿Eh? ¿No esperaba que llegara hasta aquí? ¿Me preparó una trampa o qué? Sea lo que sea, falló.

Toco el suelo.

—¡Crea!

Convierto el suelo en hielo y los guardias se resbalan. Me acerco al Rey volando con mis alas.

Los demás guardias se asustan al ver mis alas y se arrodillan... ¿Están rezando? No soy un Dios.

—Y yo creí que eras un demonio.- Dijo, con una larga sonrisa nerviosa.

—¡Debes detener esta pelea, muchas personas morirán!

—Te daré dos opciones: salva a los semihumanos o salva el reino del Rey Finder.

Eres asqueroso. ¿En serio crees que tienes el poder para darme opciones a mí? ¡Yo soy el que tiene poder aquí!

—¡Salvaré a los dos!

El Rey Freis empieza a reír.

—¡Los semihumanos no son como nosotros, no nos afectará que ellos mueran!

—¡No me importa, tienes que detener la pelea!

—¡No lo haré! ¡Prefiero morir a tener que dejar vivos por más tiempo a esos monstruos!

Pongo la punta de mi espada en su cuello.

—¡Detén la puta pelea!

—¡No lo haré!

—¡Por favor, detente, padre!

Esa voz...

Somos interrumpidos por la voz de la princesa.

—¡Padre!

Veo que la princesa nos está viendo... Lo siento, niña, pero no cambiaré de opinión. Haré lo que sea necesario para detenerlo.

—¡Para con esto, padre!

—¡No te metas, Kate!

—¡Por favor, no hagas esto!

—¡No me importa lo que digas, vete!

Veo al Rey Freis con odio... Maldita sea, quiero golpearlo. ¡Tu hija, con sus ojos llenos de lágrimas, intenta detenerte y no muestras signos de querer hacerlo! ¡¿Tan poco te importa tu hija?! ¡Infeliz!

—¡La pelea contra los semihumanos es una tontería, nuestro enemigo son los demonios, debemos trabajar juntos, padre!

—¡No quiero trabajar con esos monstruos!

¡Ahhhhhhhh! ¡¿Por qué tanto odio sin sentido?! ¡Definitivamente los demonios le hicieron algo a este Rey!

Este idiota no entenderá con palabras. Lo convenceré con violencia y tortura.

—¡Maldita sea!

Tomo al Rey del brazo derecho y me lo llevo volando.

—¡Déjame ir!

—¡No lo haré!

Tus pequeños golpes no me duelen, así que hazlo, sigue golpeándome, solo perderás el tiempo.

Y, princesa, lo siento, mira por una última vez a tu padre, porque no lo volverás a ver.

Más de una hora después, llegué.

Llego al castillo del Rey Finder.

—¡¡Rey!!

Veo que unos guardias acompañan al Rey Finder. Están en la entrada del castillo. Me estaban esperando, ¿eh? Perfecto.

—¡Cuídame esto, iré por los demás!- Dije, después de dejar al Rey frente a ellos.

—¿Qué planeas hacer?

—¡Los convenceré de detener esto!

A la fuerza.

(Tres horas después.)

Después de secuestrar al Rey Dreisi y al Rey Ednoc, los llevamos a un pequeño cuarto de tortura. El Rey Finder está a mi lado, me ayudará a convencer a los reyes.

—¡Paren con esta tontería, nuestro verdadero enemigo son los demonios!- Dijo el Rey Finder.

—¡No nos importa!- Dicen los tres.

... La estupidez humana no tiene límites... Tanta razón que tiene esa frase.

Pero estoy seguro de que esto tiene que ver con los demonios.

Si los reyes insisten en seguir con la guerra, significa que fueron manipulados mentalmente por algún demonio.

Le advertiré sobre eso al Rey.

Pasé una hora tratando de convencerlos, pero es inútil, no puedo convencerlos. Definitivamente están siendo manipulados por los demonios. Estos ya no tienen salvación alguna.

... Monarquía... Sangre real... Debemos reemplazar a los reyes.

... Malditos idiotas. No me dejan otra opción.

—Rey, si ellos mueren, ¿quién tomaría el poder?

—La princesa Kate sería la reina, y como Ednoc y Dreisi no tienen hijos, mis hijos podrían tomar el poder porque son parte de la familia real.

... ¿No tienen hijos...? Oh, es cierto, los reyes son jóvenes todavía... Supongo que creyeron que todavía tenían una larga vida por delante.

—Vaya, vaya... Ya veo... ¡Espada Dex! ¡Muslar asio!

Tomo la espada con mis manos... Me obligaron a hacer esto.

—Última oportunidad. ¡Retiren a su ejército!

—¡No lo haremos!

—¡Prefiero morir!

—¡Nunca trabajaría junto con los semihumanos!

... Soy un asesino, pero esto lo hago por el bien de las personas.

A cambio de la vida de estos idiotas, conseguiré paz para las personas y evitaré muertes.

Otra persona simplemente los encerraría en una prisión o calabozo, pero... Quiero matarlos. No quiero vivir el típico cliché en donde un demonio que se alimenta del odio comience a controlarlos y maten personas inocentes.

—¡¡Idiotas!!

Sin duda alguna en mi movimiento, les corto la cabeza a los tres de un solo ataque de espada... Sé que soy un asesino, pero era lo mejor.

—Lo siento, si no los mataba, miles de inocentes hubieran muerto.

Tomo las cabezas de los reyes... Ah, qué asco.

—¡Ahora regreso!

Al menos el Rey ya no podrá controlarlos. El ejército es libre. Espero que me escuchen.

... El Rey me estaba esperando en la sala principal y se asustó al verme. Me estaba esperando, pero no al mismo tiempo.

¿Qué tenía planeado exactamente? No quiso responderme, así que me quedaré con esa duda.

Unos minutos después, llegué.

Los cinco Zoriens ya no estaban y el ejército sigue avanzando. Estoy en mi forma como ángel, por si quieren pelear.



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En el texto hay: comedia, gore, isekai

Editado: 09.10.2024

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